Una cónsul mexicana obtuvo libertad condicional tras ser juzgada en EEUU por manejar en estado de ebriedad

La violencia doméstica y conducir bajo la influencia de sustancias son los delitos más cometidos por la comunidad mexicana que reside en Estados Unidos. Resulta de alertante relevancia al tomar en cuenta que de los 60 millones de hispanos que hay en ese país, 36 son mexicanos. Los mismos consulados aztecas advierten con regularidad a sus ciudadanos que incurrir en esos delitos puede resultar en deportaciones irreversibles. Pero una cónsul se libró de tal sanción por su inmunidad diplomática. Incluso obtuvo libertad condicional tras manejar en estado de ebriedad.

Esta información recién salió a la luz gracias a una investigación de la periodista mexicana Dolia Estévez, quien desde hace años reside en Estados Unidos. En un artículo publicado este martes, la también escritora señaló que el pasado 17 de enero, Adriana González Carrillo, cónsul titular de México en Fresno, California, chocó contra una cerca debido a que conducía en un severo estado de ebriedad. El vehículo, detalla, era una SUV Dodge Durango 2020 que contaba con placas diplomáticas.

El reporte policial que cita Estévez señala que la diplomática, quien cabe señalar es integrante del Partido Acción Nacional (PAN), se salió de la vía, se impactó contra la cerca lateral de la carreta. Balbuceó cuando habló con la policía y, cuando se le aplicó la prueba se supo que la concentración de alcohol en la sangre de la susodicha era 0.14, casi dos veces más del nivel legal permitido en EEUU, que es 0.08.

Sin embargo, apunta Dolia, la diplomática mexicana no fue privada de su libertad por la condición de inmunidad de su cargo. La periodista subraya que pese a que ocurrió hace ya varios meses, se sabe del hecho hasta ahora que ella se dedicó a investigar una nota diplomática que envió el Departamento de Estado de EEUU a la Embajada de México.

Asimismo, revela que Adriana González renunció al derecho que tenía de comparecer de manera presencial el pasado 18 de mayo ante una juez. No disputó los cargos por DUI, como se conoce en EEUU al delito de conducir bajo los efectos del alcohol, mismo que al parecer es considerado no grave. Entonces resultó culpable y como castigo le impusieron una multa por 1.521 dólares, asistir a un curso para alcohólicos que dura tres meses y 88 horas de trabajo comunitario.

Estévez detalla que la sanción merecida en esos casos son 169 días en la cárcel en el condado de Fresno. Pero la cónsul obtuvo libertad condicional por tres años.

Entonces la periodista agrega que, de acuerdo con sus fuentes oficiales, en la Embajada de México recibieron una nota del Departamento de Estado de EEUU, en la que se estableció que la funcionaria debía acatar el fallo del juez y desahogar el proceso bajo las leyes de California, sin privilegio de inmunidad.

Adriana González también le contestó a su solicitud de posicionamiento. Sin abundar mucho, comentó que lamentaba lo ocurrido y que estaba consciente de que los mexicanos debían desenvolverse con responsabilidad y que llevará a término las sanciones que le impusieron, sin que eso afecte sus labores. También señaló que los gastos consecuentes a su incidente corrieron de su propio bolsillo y enfatizó que los hechos no se vio afectada ninguna persona o vehículo más.

Dolia Estévez recuerda que no es la primera vez que pasa un caso similar. Sin embargo, para el cónsul general de Atlanta en 2015, Ricardo Cámara, el desprestigio que significaba para la representación mexicana que este hubiera sido sorprendido manejando en estado de ebriedad le significó la destitución del cargo y su envío de regreso a México.

La periodista también indica que la cónsul de Fresno es una cuota panista del canciller Marcelo Ebrard quien, lejos de hacerle un llamado de atención o hacerla enfretar conscuencias (sobretodo desde el terreno moral de su puesto), parece que la protege detrás del argumento de que su delino no es grave y su inmunidad consular.

“El blindaje institucional del que está siendo objeto González sienta un pésimo ejemplo y envía un mensaje de doble moral”, reprocha Estévez, argumentando que si se hubiera tratado de alguno de los más de 200 mil mexicanos que trabajan en el Condado de Fresno, otra sería la suerte que enfrentarían.

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