“Hasta los dientes”: la madre de Jorge Antonio denunció que la FGR pretende dar carpetazo al expediente original

Rosa Elvia Mercado, la madre de Jorge Antonio, asesinado junto a su amigo Javier por el Ejército en las instalaciones del Tec de Monterrey hace más de 11 años, habló con Infobae México sobre la decepcionante actuación de las autoridades

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Javier y Jorge fueron asesinados por militares en  2010 (Foto: Especial)
Javier y Jorge fueron asesinados por militares en 2010 (Foto: Especial)

“Tristemente una se da cuenta de que las cosas se hacen a lo mejor nada más por cumplir un protocolo. No lo hacen realmente porque acepten su responsabilidad”. A dos años de que el Estado Mexicano, por voz de la Secretaria de Gobierno, Olga Sánchez Cordero, se disculpara por manchar el nombre de Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, luego de ser asesinados por elementos del ejército mexicano al interior del Tec de Monterrey (donde estudiaban), la señora Rosa Elvia Mercado, madre de Jorge, dice sentirse desilusionada del actuar de las autoridades.

Han pasado 11 años y medio de que Jorge y Javier fueron víctimas de las fuerzas armadas mexicanas, quienes terminaron con sus vidas y luego, para protegerse, suplantaron sus identidades y manipularon la escena del crimen para hacerlos pasar por criminales armados “Hasta los dientes”.

El caso tomó vuelo luego de que un documental con ese mismo nombre, y la lucha de amistades y familiares de Jorge y Javier, lograron visibilizarlo a tal punto que Olga Sánchez Cordero dió una disculpa pública a nombre del Estado Mexicano por manchar el nombre de ambos.

Sin embargo, Rosa Elvia sigue enfrentando decepciones tras decepciones por parte de las autoridades mexicanas. El pasado 9 de julio, la licenciada Berenice Hernández García, de la Dirección General de Control de Averiguaciones Previas de la Fiscalía General de la República, le informó a la señora Rosa su intención de dar “carpetazo” al expediente donde se encuentran las averiguaciones por los delitos de acopio de armas de fuego en contra de los militares involucrados en el asesinato e incriminación de Jorge y Javier.

Mexico's Interior Minister Olga Sanchez Cordero addresses the audience during the public apology for the killing of Jorge Antonio Mercado and Javier Francisco Arredondo by soldiers in 2010, at the Tecnologico de Monterrey University in Monterrey, Mexico March 19, 2019. REUTERS/Daniel Becerril
Mexico's Interior Minister Olga Sanchez Cordero addresses the audience during the public apology for the killing of Jorge Antonio Mercado and Javier Francisco Arredondo by soldiers in 2010, at the Tecnologico de Monterrey University in Monterrey, Mexico March 19, 2019. REUTERS/Daniel Becerril

A partir de la notificación, la FGR dió un lapso de 10 días a la señora Rosa Elvia para que presentara un oficio indicando si había algún elemento adicional en el que las autoridades deberían indagar con tal de que no se archivara el expediente. “¿Por qué me mandan decir que ya van a archivar el caso si yo no les doy los elementos? Ellos son los expertos, ellos son los que deben de saber”, cuestiona Rosa Elvia en entrevista con Infobae México. Según le comenta la FGR, ella podrá tener acceso a asesores de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, pero le queda claro que no hay tiempo suficiente para hacer las indagaciones y presentar el oficio.

Existe otra carpeta de investigación, abierta en el nuevo sistema judicial, integrada por la misma licenciada Berenice. Sin embargo, la señora Rosa cree que esa nueva carpeta está mal hecha, ya que varias veces ha sido rechazada por el juzgado “que porque le falta esto, que porque le falta lo otro”. Este expediente es entendido por Rosa Elvia como un resúmen del que se inició cuando ocurrió el asesinato de Jorge y Javier. El original es un archivo extenso, de aproximadamente 30 tomos, que quedaría inaccesible para futuras investigaciones en caso de que se le de carpetazo.

Relatives of Jorge Antonio Mercado and Javier Francisco Arredondo, killed by soldiers in 2010, take a selfie in front of a mural depicting the students after a public apology by the federal government outside the Tecnologico de Monterrey University in Monterrey, Mexico March 19, 2019. REUTERS/Daniel Becerril
Relatives of Jorge Antonio Mercado and Javier Francisco Arredondo, killed by soldiers in 2010, take a selfie in front of a mural depicting the students after a public apology by the federal government outside the Tecnologico de Monterrey University in Monterrey, Mexico March 19, 2019. REUTERS/Daniel Becerril

Esa es la preocupación principal de Rosa Elvia: “Yo pienso que no estaba muy bien hecho este resumen, porque no lo han querido aceptar en el juzgado [...] Puede que haya puntos en los que tengan que ir a investigar al expediente original. Si lo archivan, ya no van a poder investigar en este expediente.

Además, a Rosa Elvia no le convence la idea de que se archive un caso por el que no ha habido ninguna sentencia.

A 2 años de que Olga Sánchez Cordero dió sus disculpas públicas y le aseguro personalmente que se haría justicia a los homicidios de Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, la señora Rosa confirma una postura que la ha acompañado en los últimos 11 años y medio: “Yo no creo en las autoridades de México [...] Si en algún momento eso cambió en el 2019, pues tristemente eso ya quedó atrás”.

Friends of Jorge Antonio Mercado and Javier Francisco Arredondo, killed by soldiers in 2010, attend a Honor Guard Ceremony in memory of them as a part of a public apology by the federal government at the Tecnologico de Monterrey University in Monterrey, Mexico March 19, 2019. REUTERS/Daniel Becerril
Friends of Jorge Antonio Mercado and Javier Francisco Arredondo, killed by soldiers in 2010, attend a Honor Guard Ceremony in memory of them as a part of a public apology by the federal government at the Tecnologico de Monterrey University in Monterrey, Mexico March 19, 2019. REUTERS/Daniel Becerril

Ella recuerda cómo el mismo día en que la Secretaria de Gobierno ofrecía disculpas, “en el juzgado se aceptaron unas pruebas que solicitaron los militares fuera de tiempo. [...] Osea que toda esa emoción, todo ese gusto que tenía uno por la disculpa pública, pues ahí se acabó.”

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