El día que Hernán Cortés lloró: perdió el valioso oro mexica y masacraron a sus hombres mientras otros se ahogaron

La noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, hace 500 años, los españoles fueron expulsados de Tenochtitlan de forma violenta donde por poco pierden la vida

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Batalla de la Noche Triste Foto: (kislakfamilyfoundation wikipedia creative commons)
Batalla de la Noche Triste Foto: (kislakfamilyfoundation wikipedia creative commons)

La noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, hace 500 años, ocurrió la primera y única derrota de las tropas del conquistador español Hernán Cortés y sus aliados indígenas tlaxcaltecas a manos del ejército mexica en México-Tenochtitlan.

La leyenda cuenta que esa fue la “Noche Triste” en la que Cortés lloró la derrota frente a un árbol, un añejo ahuehuete ubicado en la calzada a Tacuba, en la Ciudad de México. Cientos de sus soldados fueron masacrados, otros tantos murieron ahogados en las acequias junto a sus caballos y su valioso botín de oro que había robado a los mexicas y fundido en tejos para una mejor transportación, se perdió en las aguas de Tenochtitlan.

La referencia corresponde al cronista español Bernal Díaz del Castillo en su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

“Volvamos al Pedro de Alvarado, que como Cortés y los demás capitanes, le encontraron de aquella manera y vieron que no venían más soldados, se le saltaron las lágrimas de los ojos”, escribió Díaz del Castillo.

EL INICIO DE LA GUERRA

La historia refiere que el 22 de mayo de 1520, frente al Templo Mayor, muy cerca del Zócalo, los mexicas realizaron una fiesta en honor de Tóxcatl. Ante la ausencia de Cortés, Pedro de Alvarado había permitido la celebración, pero ordenó, sin embargo, una masacre que rompió la frágil paz que había entre mexicas y españoles, que había construido Cortés con sus dotes diplomáticas. A partir de ese momento cambia la relación y comienza la guerra total entre españoles y mexicas que tiene un punto clave en la noche del 30 de junio.

Quienes no fueron masacrados murieron ahogados en los canales, víctimas del peso de sus armaduras y de las joyas y oro que cargaban. Los que lograron sobrevivir escaparon rumbo a Tlaxcala.

La ruta que Cortés y sus hombres tomaron cuando huyeron de Tenochtitlan
La ruta que Cortés y sus hombres tomaron cuando huyeron de Tenochtitlan

El intento de huida resultó funesto para los españoles: hombres y caballos ahogados, pérdida de artillería, indígenas masacrados, la mitad de la tropa española herida o muerta y la mayoría de los objetos que habían saqueado se perdió.

“Los aztecas aprovecharon la noche para atacar, en su escape los españoles trataban de llevarse el tesoro de Moctezuma, de hecho, algunos se meten entre las ropas pedazos de oro, que previamente había sido fundido en tejos (especie de lingotes)”, agregó García de León.

“Y para quien no vio aquella noche la multitud de guerreros que sobre nosotros estaban, y las canoas que de ellos andaban arrebatar nuestros soldados, es cosa de espanto”, relató Díaz del Castillo. El cronista agregó que en aquella sangrienta batalla murieron más de 800 soldados españoles y unos mil 200 indígenas tlaxcaltecas, los principales aliados de Cortés.

Matanza del Templo Mayor. Pintura contenida en el Códice Durán.
Matanza del Templo Mayor. Pintura contenida en el Códice Durán.

Puente que no era otra cosa que los cadáveres mismos de sus compañeros que tuvieron que pisar buscando sobrevivir al asedio de guerreros mexicas, quienes, incluso, habían adaptado sus armas para ultimar con mayor facilidad a caballos y caballeros.

A más de 500 años de aquellos sucesos, la jefa de gobierno de Ciudad de México anunció que la zona donde se encuentra el Árbol de la Noche Triste cambiará de nombre.

“Dejamos de nombrar al Árbol de la Noche Triste y hacemos una “Calzada de la Noche Victoriosa”. Porque si bien es cierto que hace 500 años fue la derrota de México-Tenochtitlan, también es cierta la resistencia de los pueblos originarios y no debemos olvidar lo cruento que fueron esos años de la llegada de Hernán Cortés”.

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