El narcotráfico en México no tiene límites y en el actual proceso electoral, el crimen organizado ha intervenido de manera clara, imponiendo o eliminando candidatos, sin que las autoridades puedan evitarlo.
Tal es el caso en Valle de Bravo, Estado de México, en dónde Zudikey Rodríguez, la velocista olímpica candidata de la coalición PRI-PAN-PRD a la presidencia municipal, quien fue amenazada por los hermanos Hurtado Olascoaga, que encabezan una fracción sobreviviente de La Familia Michoacana, para que se bajara de la contienda.
De acuerdo con lo revelado por el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna que escribe en El Financiero, Zudikey -oriunda de Valle de Bravo en donde es muy querida- se encontraba en un mitin en la cascada Velo de Novia, en Avándaro, cuando dos personas se le acercaron y le dijeron: “Necesito que te pares ahí abajo”.
Según narraron personas que hablaron con ella, la deportista les dijo que no podía porque estaba con sus simpatizantes, pero de nada sirvió. La obligaron a subirse a un vehículo y la llevaron 64 kilómetros a Tejupilco, en el sur del Estado de México, en donde una persona empapada en alcohol y rodeada por un grupo armado, le dijo: “Mira Zudy, me han ordenado matarte, pero voy a perdonarte la vida. Sólo te pido que te escondas y que te bajes de la campaña”.
Fue entonces que ella rogó por su vida: “No me mate”, imploró, “¿qué quiere?, ¿que me vaya del país?”, suplicó.
El periodista reveló que el sujeto armado que la amenazó es identificado por fuentes militares como Johnny Hurtado Olascoaga, “El Pez”, le respondió: “No, sólo escóndete y bájate de la campaña”.
Raymundo Riva Palacio señaló que la fracción de La Familia Michoacana que encabezan ”El Pez” y su hermano José Alfredo, alias “El Fresa”, ha operado hace más de una década en la Tierra Caliente de Guerrero, y controla desde hace años el corredor criminal entre Arcelia y Valle de Bravo. En la actualidad tienen una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El columnista destacó que “El Pez” pudo haber matado a Zudikey sin ningún problema, pero es claro que no era su intención final.
“Querían intimidarla y que el abandono de la campaña electoral se diera sin violencia y sin atraer atención nacional. Hasta ahora, hay que decirlo, lo lograron. Después de que los mismos criminales que la levantaron en Velo de Novia la regresaron a Avándaro, Rodríguez se escondió”, destacó.
“Lo que parece un nuevo episodio del terror que se vive en el proceso electoral mexicano y un paisaje más de cómo la delincuencia organizada está atacando a quienes aspiran a puestos de elección popular, no lo es. Es mucho más complejo lo que está sucediendo con Rodríguez, y más grave aún, porque lo que hicieron los hermanos Olascoaga fue involucrarse directamente en el proceso electoral vallesano para favorecer a la candidata de Morena, Michelle Núñez”, aseguró Riva Palacio.
El comunicador destacó que, de acuerdo con personas que conocen la vida política del sur del Estado de México, los hermanos Olascoaga habían inyectado recursos en campañas electorales, para ganar protección, colocar a su gente en las secretarías municipales de Seguridad y Obras, o presionar y extorsionar a ediles a quienes no ayudaron en sus campañas. Lo que es inédito es que apostaran por un candidato en específico, resaltó.
“La acción de los hermanos Olascoaga fue acompañada por el director de Aduanas, Horacio Duarte, quien en pinzas –deliberada o coincidentemente– con los criminales, actuó en simultáneo. Duarte se presentó sin previa cita en la oficina del actual alcalde Mauricio Osorio, del PRI, para amenazarlo que, o dejaba de respaldar a la candidata de la alianza opositora, que está aventajando a Núñez en algunas encuestas que se han hecho de manera privada, o le iba a echar encima al SAT, donde está incorporado Aduanas, para que lo persiguiera”, escribió el columnista.
Raymundo Riva Palacio destacó que Horacio Duarte es muy cercano de Michelle Núñez, a quien hace tres años defendió de una serie de acusaciones de homicidio culposo dentro del proceso por la presidencia municipal de Valle de Bravo, que le hizo el candidato del partido local, Vía Radical –hoy absorbido por Morena–, Héctor Soto, a quien en enero pasado, mientras transitaba con su hijo en un auto de lujo por Tenango del Valle, otro municipio mexiquense, asesinó un comando.
“Junto con Duarte, la estructura de Morena también se movilizó. Mientras regresaban los criminales de Tejupilco con Rodríguez, comenzaron a circular de voz en voz que la candidata se retiraba de la contienda, empezaron a retirar su propaganda, mientras instaban a sus colaboradores a que saltaran de campaña y apoyaran a Núñez”, aseguró el periodista.
“La candidata aliancista está aterrada por la amenaza de muerte y su campaña se paralizó. De acuerdo con personas que la conocen, no sale prácticamente de su casa que, además, está vigilada permanentemente por personas que han sido identificadas como militantes de Morena, lo que sugiere que están verificando no sólo a quien ve, sino también si, en efecto, sigue en campaña o se retiró. Oficialmente se mantiene en la contienda Rodríguez, y no hay ninguna señal de que los partidos que la respaldan sepan lo que sucedió. Tampoco el gobierno federal, en buena parte porque este episodio no se ha hecho público hasta ahora”, reveló.
El periodista destacó que “parece improbable que lo que sucedió con Duarte y con la militancia vallesana de Morena, forme parte de una conducta general del partido y, menos aún, de una instrucción desde Palacio Nacional. De hecho, Duarte no tiene la mejor relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador –a quien elogia en público–, porque pertenece al grupo político de Higinio Martínez, el cacique de Morena en el Estado de México. Incluso la designación de Delfina Gómez, miembro de ese mismo grupo, como secretaria de Educación, fue para restarle fuerza a Martínez en la próxima contienda por la gubernatura”, puntualizó.
Raymundo Riva Palacio lanzó una alerta al destacar que “el Estado no puede permitir acciones de esta naturaleza, donde un grupo criminal se entrometa a un proceso electoral que, si tiene éxito su aparente candidata, injerten el poder criminal al poder público. Por lo mismo, urge que el gobierno federal se involucre en el ataque a Rodríguez, investigue el proceder de Duarte y delimite su presunta responsabilidad en los hechos delictivos que se vivieron esta semana, que incluye las amenazas al alcalde Osorio de echarle encima al SAT.
Los síntomas que muestra el microcosmos de Valle de Bravo son claramente los de la narcopolítica. Cada vez hay más ejemplos de ello para que el gobierno se siga manteniendo al margen de este deterioro acelerado de la vida pública”, finalizó.
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