Con la soberbia y poder que perciben ante la impunidad con la que han operado en el país, sicarios del Cártel de Sinaloa han decido amenazar a los tres niveles de gobierno del estado de Baja California (al norte de México) luego de la detención de 13 de sus miembros, en Mexicali.
A través de narcomantas y en un texto con poco sentido los criminales advertían: “A todas las dependencias federales se les advierte que sea la primera y la última vez que atentas en contra de nuestra organización no saben con quien se están metiendo y ustedes gobierno municipal y estatal no se a quedar así se pasaron de vergas. Atte: Fuerzas Revolucionarias del Ruso”.
La jornada violenta contra la organización criminal de Ismael el Mayo Zambada inició el viernes 14 de mayo cuando elementos de las Fuerzas Armadas detuvieron a un convoy de cuatro vehículos, en los que viajaban sicarios bajo el mando de Jesús Alexander Sánchez Félix, el Ruso, principal operador del Mayo. Las acciones arreciaron el domingo 16 de mayo, cuando se encontraron mensajes amenazantes firmados por el Ruso.Para el lunes 19 de mayo, se encontraban libres 11 de los 13 sicarios detenidos.
Jesús Alexander Sánchez Félix, el Ruso, sostiene un pleito con el grupo de lo hijos de Joaquín el Chapo Guzmán, encabezados por el Nini.
La irrupción de este último grupo —acaudillados por Iván Archivaldo, Alfredo y Ovidio Guzmán, hijos de Joaquín el “Chapo” Guzmán— en Baja California (noroeste de México) ha ocurrido a paso arrollador, por lo que se han logrado consolidar en regiones importantes para el tráfico de drogas.
Aunque en la entidad, a sólo una hora en avión de Estados Unidos, siempre estuvo presente dicha célula criminal, en los meses recientes la ofensiva de los hijos del “Chapo” en contra de otros grupos delictivos que operan en la zona, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las huestes de su socio, Ismael Zambada García, el “Mayo”, ha provocado un aumento de la violencia
La guerra entre los cárteles por el control de la plaza ha estallado, según el semanario local Zeta Tijuana, en 2019. Ese año, Los Salazar —vinculados al Cártel de Sinaloa— decidieron ingresar “sin permiso” a Mexicali, capital de Baja California, para asesinar a los narcos que huían de Sonora, donde actualmente se asientan. Para 2020, la célula dirigida por Crispín Salazar Zamorano, ya se encontraba instalada en la zona suburbana de esta ciudad.
A partir de ese momento las cifras de homicidio en Baja California se dispararon. Tan sólo el año pasado, el estado acumuló 2,938 carpetas de muertes violentas, y en los primeros 28 días de enero de 2021 contabilizó 246 homicidios.
En la primera fase del plan de invasión aparece otro nombre: Néstor Ernesto Pérez Salas, el “Niní”, jefe de pistoleros de Los Chapitos — conocido también por comenzar una guerra con el “Mayo” Zambada—. La avanzada del “Niní” consistió en la instalación de “cabezas de playa”.
SEGUIR LEYENDO: