Tras ocho años de impunidad, la hora le llegó a Octavio el Chapito Leal Hernández. A finales del año pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) declaró procedente la extradición del operador del Cártel de Sinaloa y los Arellano Félix a Estados Unidos.
Aunque se desconocen los cargos por los que se le acusa al capo, lo que sí se sabe es que por mucho tiempo la Agencia Antidrogas de Estados Unidos estuvo tras de él e incluso apoyó a las autoridades mexicanas para detener.
Como suele ocurrir en estos casos, un juez de amparo concedió al Chapito Leal una suspensión provisional para que no se ejecute la resolución y no sea entregado a la autoridad extranjera.
Leal Hernández ha sido vinculados a tres organizaciones diferentes. Primero para el cártel de los Arellano Félix, luego para el Cártel de Sinaloa y finalmente para los Beltrán Leyva.
En el 2012, fue identificado por las autoridades como líder de una célula dedicada al trasiego de droga entre México y Estados Unidos. De acuerdo con los reportes, Leal Hernández ha sido capturado cuatro veces.
El 19 de enero de 2020, el Chapito fue detenido por última vez tras ser descubierto por robar en un lote de autos. La captura ocurrió cuando se registró una balacera entre presuntos roba carros y policías, que se encontraban en la zona este de Tijuana, Baja California.
Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, el líder criminal y sus gatilleros pretendían asaltar un establecimiento de venta de vehículos semiusados, en la Avenida Vía Rápida Oriente. El hecho fue reportado al número de emergencia 911, por lo que los policías acudieron al lugar.
El enfrentamiento derivó en la captura de ocho presuntos criminales, quienes por varios minutos intentaron huir, incluso uno de los supuestos responsables ingresó a las instalaciones de Coparmex Tijuana, en zona río, por lo que los elementos de la corporación evacuaron a los asistentes y en dicho inmueble se detuvo al involucrado.
Más tarde se supo que el criminal era el Chapito Leal, quien se refugió abajo de un escritorio. En redes sociales y chats creció el rumor de que se daría un “Culiacanazo” para rescatarlo.
El Chapito Leal fue detenido por primera vez en 2012 en posesión de dos fusiles, dos pistolas, doce cargadores y 243 cartuchos. Entonces de advirtió que la DEA le había apoyado para su ubicación. Entonces, el narcotraficante ya era vinculado a ocho homicidios.
En México, las autoridades mantienen una averiguación contra el presunto capo, al vincularsele con el homicidio de Vicente Pérez de la Cruz, alias el Chente, cometido el 16 de noviembre de 2010.
En su última captura, el capo se declaró inocente de dicho asesinato, además el Ministerior Público dijo no tener señalamientos ni testigos para culparlo.
Sus tres liberaciones fueron prácticamente similares, luego de que los jueces no encontraran cargos directos contra el cabecilla narco.
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