Policías del municipio de Escobedo, en el estado de Nuevo León, detectaron una toma clandestina de combustible en un terreno baldío en la colonia Valle de San Francisco.
De acuerdo con medios locales, los elementos se encontraban en medio de un patrullaje de rutina, cuando encontraron un tráiler abandonado que trataba de ser oculto por la maleza. Esto a la altura del kilómetro 21 del Libramiento Noroeste.
Cuando lograron acercarse más al vehículo, se percataron de un fuerte olor a gasolina, por lo que descubrieron que se estaba sacando el combustible de manera ilegal. La toma clandestina de hidrocarburo tenía una conexión de una manguera de aproximadamente cuatro pulgadas.
Según las publicaciones, se presume que los involucrados huyeron al ver que las autoridades se estaban acercando, por lo que no hubo detenidos. No obstante, el camión tipo pipa fue asegurado y entregado a las autoridades correspondientes.
Al sitio también llegaron elementos de la Guardia Nacional y de Petróleos Mexicanos (Pemex) para poder realizar las investigaciones y encontrar a los responsables.
Una operación sin precedentes
Tras el acecho de las autoridades por mar y tierra, los huachicoleros tuvieron que renovar sus operaciones de extracción de combustibles.
A principios de abril se descubrieron cantidades “industriales” (alrededor de 250 contenedores de mil litros) de combustible robado de oleoductos de Pemex en Ecatepec de Morelos, en el Estado de México. Fue a través del reporte de un fuerte olor a gasolina en una parte del Túnel Emisor Oriente (TEO) que llevó al descubrimiento de dos predios donde se almacenaba el hidrocarburo.
Se encontraba en “cientos” de contenedores de mil litros, reportó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Además, se hallaron tomas clandestinas en los kilómetros 290 a 295 del ducto Tuxpan-Azcapotzalco que habían operado durante varios años.
Las autoridades del gobierno federal también hallaron maquinaria de perforación, tanques metálicos y mangueras, tal y como lo relató Javier González del Villar, director logístico de la petrolera estatal Pemex, en conferencia de prensa el 1 de abril.
Más adelante, se descubrieron al menos cuatro túneles más. Estos llevaban hasta tomas ilegales en oleoductos cercanos. A comienzos de abril se descubrió un túnel similar de 50 metros en Santa Catarina, Nuevo León.
González del Villar declaró en su conferencia de prensa que los túneles tenían electricidad y ventilación y que estaban apuntalados con tablas y tablones de madera. Los describió como “perfectamente construidos”.
Además de las capacidades técnicas y la infraestructura, las autoridades resaltaron que la red de huachicol contaba con los recursos económicos y de personal suficientes para realizar la operación a una “escala industrial”.
“Son dos predios con cientos de contenedores de gasolina en el municipio de Ecatepec, Edomex, lo que permite suponer la actividad de huachicoleo de dimensiones industriales”, dijo Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Aunque desde siempre las redes de huachicoleo han buscado nuevas maneras de extraer el combustible de los oleoductos en México, la escala y sofisticación de esta operación subterránea no tiene precedentes.
Recientemente se han usado mangueras enterradas para eludir la vigilancia alrededor de los ductos, pero los túneles construidos exclusivamente para usarse en el huachicoleo bajo tierra emulan los usados por los grandes carteles de narcotráfico.
En un informe del 22 de marzo, el general Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional (Sedena) mencionó que Hidalgo es el estado con el mayor mercado de venta de huachicol.
SEGUIR LEYENDO: