El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exhortó este miércoles a los legisladores estadounidenses a que resuelvan “pronto” las iniciativas enviadas por el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, en materia de migración.
“Aprovecho para hacer un llamado respetoso al Congreso de los Estados Unidos, para que resuelvan pronto lo de la iniciativas que ha presentado el presidente Biden, claro que ellos van a resolver de acuerdo a lo que consideren, nosotros no debemos de inmiscuirnos en esos asuntos, pero sí, por esta crisis, hacerles un exhorto respetuoso de que lo hagan rápido, pronto.
Porque está pidiendo el presidente Biden 4, 000 millones de dólares y lo tienen que aprobar en el Congreso, entonces ojalá y se apuren, porque hay que atender las causas, no se puede resolver el problema con medidas coercitivas, la gente no sale de sus pueblos por gusto, lo hacen por necesidad”, indicó el mandatario mexicano.
López Obrador insistió en que la cooperación para el desarrollo es clave para frenar la ola de migrantes y reiteró que tiene “muy buenas relaciones” con el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden.
Aseguró que se están “logrando acuerdos” en materia migratoria y lamentó que las promesas migratorias de Biden fueran aprovechadas “por traficantes” para impulsar una nueva ola.
Lamentó que muchos migrantes viajen acompañados de menores de edad: “Hay una situación grave de utilización de niñas y de niños”.
Y puso como ejemplo un “rescate” de migrantes esta semana en el sur de México, cuando se interceptaron hacinados en un camión a 131 hondureños y 18 guatemaltecos, siendo 28 de ellos menores de edad.
El pasado 18 de marzo, la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los demócratas, aprobó dos proyectos de ley de reforma migratoria que buscan regularizar a cerca de 4 millones de indocumentados, en su mayoría jóvenes conocidos como “dreamers” y trabajadores agrícolas.
El intento de regularización coincide con un fuerte aumento en la llegada de decenas de miles de menores de edad no acompañados y familias migrantes en la frontera sur, lo que ha servido de pretexto a gran parte de la oposición para rechazar los proyectos.
Estas dos medidas son pedazos de la gran reforma migratoria que la Casa Blanca está impulsando en el Congreso y que ambiciona la regularización de 11 millones de inmigrantes sin papeles.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo este miércoles que planea viajar pronto a México, Guatemala y posiblemente otros países de Centroamérica para hablar sobre cómo “hacer frente a las causas de raíz” que generan la inmigración irregular hacia territorio estadounidense.
Harris, a la que el presidente Joe Biden ha encargado la misión de coordinarse con los países de Centroamérica para intentar frenar la llegada masiva de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos, hizo el anuncio durante un encuentro con expertos en la región.
La vicepresidenta aseguró que por ahora no tiene planes de visitar la frontera sur estadounidense, pero que sí tiene previsto hacer pronto su primer viaje al Triángulo Norte de Centroamérica, que incluirá paradas en México y Guatemala.
No aclaró si también visitará los otros dos países que forman el Triángulo Norte, Honduras y El Salvador, cuyos ciudadanos, junto a los de Guatemala, suponen la mayoría de los que llegan sin documentos a la frontera entre México y Estados Unidos.
Harris explicó que no tiene previsto visitar esa zona limítrofe porque ese es trabajo del secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, mientras que la misión que ha asumido ella es la de “hacer frente a las causas de raíz” que generan la inmigración irregular.
Añadió que Estados Unidos tiene la oportunidad de proporcionar a los ciudadanos de Centroamérica “algún tipo de esperanza de que, si se quedan en casa”, las cosas pueden irles bien, pese a los altos niveles de violencia y pobreza en el Triángulo Norte.
El objetivo de Harris es determinar “qué puede hacer (Estados Unidos) para potenciar el desarrollo” en la región, un cambio que tardará tiempo en llegar, pero que pasa por combatir la corrupción, fortalecer la economía o aprobar reformas climáticas, subrayó.
La vicepresidenta se reunió en la Casa Blanca con varios expertos en inmigración, Centroamérica y desarrollo, entre ellos Dan Restrepo, que fue el principal asesor para Latinoamérica del expresidente Barack Obama (2009-2017) durante parte de su mandato.
A la cita también asistieron la asesora para Centroamérica de Oxfam, Vicki Gass; el presidente del Instituto de Política Migratoria con sede en Washington, Andrew Selee; la codirectora del grupo de trabajo para Latinoamérica, Lisa Haugaard; y Geoff Thale, el presidente de la independiente Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA).
Además, estuvieron el director para Latinoamérica del centro de estudios Atlantic Council, Jason Marczak; y Carolina Herrera, especialista en cambio climático y financiación verde en la organización Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
Desde que Biden le encargó ocuparse del tema migratorio a finales de marzo, Harris ha conversado por teléfono con los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172.000 en el mes de marzo, entre ellos casi 19.000 menores, una cifra histórica.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera “está cerrada” y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe.
El Ejecutivo de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés), que no están diseñados para niños.
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