Junto con su secretaria de Gobernación que fue ministra de la Corte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, justificó que el capo Rafael Caro Quintero fuera liberado porque no había sido condenado y estaba en prisión preventiva oficiosa por 27 años, una afirmación errónea.
Mike Vigil, ex agente de operaciones internacionales de la Administración del Control de Drogas (DEA), lamentó las imprecisiones del mandatario por dos razones. En primera, por defender de forma equivocada que Caro Quintero fuese liberado justamente y, en segunda, por el mensaje que enviaba a favor de narcotraficantes violentos.
De acuerdo con una consulta del portal Vice News, el ex funcionario de la DEA calificó como insultos los comentarios de AMLO y cuestionó que el tabasqueño omitiera que autoridades judiciales de México rectificaron la sentencia de 40 años que estaba cumpliendo el llamado Narco de Narcos.
Pues en el caso del capo no se alegaba su culpabilidad, sino qué tribunal debía juzgarlo, si uno del fuero federal o uno local; en su amparo fue favorecido porque debió ser procesado a nivel estatal. Razón por la cual un Tribunal Colegiado de Guadalajara justificó dejarlo fuera de la cárcel en agosto de 2013, cuando apenas cumplía 28 años del tiempo que le fue dictado, luego de ser detenido en 1985. Pero el veredicto sí existió.
“Imagínense el caso del señor Caro Quintero, 27 años sin sentencia ¿Qué hacía el Poder Judicial? ¿Cómo va a estar una persona detenida sin una sentencia? ¿Qué pasaba? ¿Era sentencia preventiva?”, argumentaba el presidente al tiempo que la exministra Olga Sánchez Cordero completara con la frase “prisión preventiva”.
El Narco de Narcos, cabecilla del Cártel de Guadalajara, fue detenido en Costa Rica en abril de 1985, acusado del asesinato del ex agente de la DEA Enrique Kiki Camarena y el del piloto mexicano Alfredo Zavala. Tras ser extraditado a México, fue juzgado y condenado.
Vigil, quien trabajó con Kiki Camarena y era su amigo personal, dijo que interrogó a Juan Ramón Matta Ballesteros, ex colaborador del Cártel de Guadalajara, y el delincuente confesó que Caro Quintero mató al funcionario de la DEA.
“Prisión preventiva ¿No había elementos?, ¿por qué no se resolvía? Por eso el amparo y la libertad. Y una vez que sale, a buscarlo de nuevo porque viene la exigencia de Estados Unidos de que no se debió liberar, pero legalmente procedió el amparo”, reiteró AMLO.
Para el 16 de enero de 2015, el Segundo Tribunal Unitario del Tercer Circuito con sede en Guadalajara, Jalisco, ordenó la inmediata reaprehensión de Caro Quintero para cumplir las ejecutorias de los amparos 180/2011 y 101/2013, en los que se consideró penalmente responsable al capo por secuestrar y asesinar a Kiki Camarena.
Las autoridades judiciales dictaminaron que el ex agente de la DEA era un funcionario del gobierno de EEUU y su asesinato era un delito del fuero federal, por lo que había sido procesado en el tribunal correcto. Pero ya desde entonces el Narco de Narcos se mantenía oculto en los dominios del Cártel de Sinaloa.
“Él todavía no se da cuenta de que no se puede hablar en nombre de narcotraficantes muy violentos y esperar que digan: ‘Está bien, bueno, ya sabes, está hablando muy bien de eso, así que vamos a detenernos con el narcotráfico, vamos a acabar con la violencia por completo’; es todo lo contrario”, aseveró Mike Vigil para el reporte de Nathaniel Janowitz.
El Narco de Narcos encabeza la lista de los fugitivos más buscados de la DEA, también está entre los primeros 10 objetivos de la Oficina Federal de Investigación (FBI) y tiene una ficha roja en la Policía Internacional (Interpol). Es el único personaje que figura en los tres portales. La recompensa por datos que lleven a su captura ronda los 20 millones de dólares.
“Caro Quintero es miembro del Cartel de Sinaloa y se sabe que frecuenta la zona de Badiraguato en Sinaloa, México”, dice la ficha del FBI.
Está acusado de cuatro cargos relacionados con el crimen organizado, conspiración para cometer delitos violentos, secuestro de un agente federal, así como el crimen de asesinato por este caso. Es requerido por la jurisdicción central de California, de acuerdo con la DEA que lo fija como objetivo prioritario.
También tiene una acusación formal ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, la cual fue presentada en 2017 ante un gran jurado.
Mike Vigil dijo que el presidente insultó a la DEA y las fuerzas del orden de EEUU que han colaborado con México para procesar a capos de relevancia. Y en ese esfuerzo han muerto varios agentes norteamericanos. Las declaraciones de López Obrador, apuntó, no ayudan a las relaciones de trabajo entre autoridades, al contrario.
A Caro Quintero le faltarían por pagar 11 años y 7 meses de prisión en México. El mismo Alfonso Durazo, cuando era secretario de Seguridad con AMLO, reconoció que el capo volvió a operar desde Sonora, donde resurgió el Cártel Caborca.
López Obrador ha señalado públicamente que el gobierno mexicano ya no está interesado en detener a los capos del narcotráfico. No está claro si el presidente está bien informado de las indagatorias ni de las disputas actuales del Narco de Narcos, sin embargo, muestra con qué facilidad y poca importancia puede difundir imprecisiones sobre uno de los casos más emblemáticos en la historia de los cárteles de la droga.
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