Eric Luciano Torales, también conocido como el “súper propagador” de COVID-19, tras contagiar a los asistentes de una fiesta de 15 años, entre ellos su abuelo que murió por la enfermedad, fue ratificado por su procesamiento y embargo por 10.9 millones de pesos mexicanos (50 millones argentinos) por la Cámara Federal de la Casación de Argentina.
En la audiencia de este lunes, el tribunal penal federal del país, rechazó los dos recursos de apelación que hizo la defensa del joven de 25 años que fue acusado por el delito de “propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa de modo culposo, agravado por el resultado de enfermedad y muerte”.
El joven, un empleado bancario de 24 años, regresó el 13 de marzo del 2020 de un viaje de poco más de 15 días a Miami, Estados Unidos. Antes de bajarse del avión completó la declaración jurada que debían llenar todas las personas que provinieran de un país en situación de riesgo de acuerdo a la disposición del DNU 260/2020, vigente desde el día anterior, que en su Artículo 7 establecía que las personas en esa situación debían permanecer obligatoriamente aisladas por 14 días.
Al otro día, sin embargo, Torales asistió al salón “Alma de Hornero”, ubicado en el partido de Moreno de su país, donde su prima festejaba sus 15 años junto a aproximadamente 100 personas entre las que se encontraban familiares, amigos y empleados del lugar. Trece de ellos declararon ante la Justicia, en una causa investigada por Marquevich y Barral, a cargo del Juzgado Federal N° 1 de Morón, y algunos de ellos aseguraron haberlo visto bailar e interactuando con otros. Otros aclararon que el joven “no saludaba” y tomaba distancia.
El 16 de marzo de ese año, el acusado ingresó a la Clínica Adventista de Belgrano con fiebre alta y tos seca, síntomas compatibles con coronavirus. Dos semanas después, el 1º de abril, su abuelo Luis María Suárez, de 78 años, murió a causa de una falla multiorgánica con diagnóstico de coronavirus. También se infectaron el disc jockey, la cumpleañera y hasta la madre de Torales.
A principios de mayo del año pasado, el juez Barral lo procesó con la calificación penal que se sostiene hasta el día de hoy en lugar de homicidio culposo, como había sido acusado en un principio, y dispuso que quedara en libertad. A través de este nuevo fallo, la Justicia confirmó ahora su procesamiento.
En el escrito al que accedió este medio, los camaristas remarcaron que Torales tuvo una actitud “imprudente y negligente” al violar la disposición que regía en ese momento de “aislamiento obligatorio” dispuesta por el Poder Ejecutivo a través del Decreto 260/2020 para “evitar la introducción y/o propagación de la pandemia COVID-19”. Torales había vuelto de vacaciones desde Estados Unidos, que estaba consignado como país de riesgo y “estaba comprendido dentro de esa prohibición”, según remarcó la Cámara.
La defensa del joven argumentó que desconocía por completo ser portador del virus, que no tenía síntomas y aludió a la “posibilidad de que hubiera otros focos de contagio en el mismo evento”, algo que la Cámara descartó. Los magistrados destacaron que no afecta la calificación en esta instancia del proceso el hecho de que Torales “no haya imaginado que podía ser portador del virus” y remarcaron que lo que se le atribuye es “la decisión de desoír esa prohibición preventiva y por su actitud imprudente y negligente, generar las circunstancias adecuadas para poner en riesgo la salud pública”.
Así, Torales fue procesado como “autor penalmente responsable del delito de propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa agravada por el resultado de enfermedad y muerte”.
SEGUIR LEYENDO: