Aguililla parecía una zona de guerra. El estruendo de las balas no paraba la tarde de este jueves en un enfrentamiento entre presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y pobladores en la comunidad del estado de Michoacán. El saldo sería de 26 muertos, según se ha dado a conocer extraoficialmente.
El arribo de los sicarios fue reportado por los habitantes desde temprana hora, lo que desató el pánico; sin embargo, no se informó sobre la intervención de algún mando policial.
De acuerdo con los testimonios, los sicarios llegaron abordo de vehículos con blindaje artesanal rotulados con las iniciales CJNG. Estaban armados con rifles de alto poder y Barret calibre .50
Usuarios de las redes sociales compartieron fotografías en las que se observan civiles abatidos tras la refriega, según éstos, se trata de miembros de Cárteles Unidos, quienes mantienen una disputa con el CJNG.
Nadie podía entrar ni salir de la comunidad, que estuvo completamente cercada, sin pasar por una revisión policial. Las autoridades no han confirmado la versión de los muertos ni tampoco han detallado si ha habido detenidos tras los ataques.
Las agresiones en Aguililla, en el estado de Michoacán (al centro oeste de México)son un recordatorio de la violencia en el inicio de las campañas electores rumbo a los comicios del próximo 6 de junio.
La guerra por Michoacán
Ya son catorce meses desde que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se disputa a sangre y fuego con “Los Viagras” y sus aliados de la asociación delincuencial “Cárteles Unidos” (Tepalcatepec, Caballeros Templarios, Blancos de Troya, La Familia Michoacana, La Nueva Familia Michoacana) el control de la comunidad Bonifacio Moreno “El Aguaje”.
Desde entonces la violencia se ha extendido a otras localidades como Aguililla, La Huerta, El Limoncito y El Naranjo de Chila, tierra que vio nacer a Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho. En esa región además de constantes enfrentamientos, se han dado asesinatos, masacres, saqueos, secuestros y desapariciones.
Aquel límite entre Jalisco y Michoacán es considerado como la zona cero del narcotráfico en el centro del país. La zona —con una extensión de 563 kilómetros— es identificada por el fenómeno de “pueblos fantasmas”, pues muchos de los que nacen ahí abandonan el sitio, debido a la violencia desatada por la delincuencia y la falta de oportunidades para los jóvenes.
En El Charapo y El Limoncito ya hay escasez de comida, pues el camión que surtía de alimentos a esa zona fue robado y quemado en los bloqueos carreteros que tuvieron lugar en días pasados entre Buenavista y Apatzingán.
Los pobladores se han visto obligados a abandonar sus domicilios, mientras los criminales siguen sin ceder en una guerra que parece no tener fin y en medio de la cual están los habitantes de Aguililla.
Pequeñas bandas de sicarios como Los Viagras han pasado de vender su artillería al mejor postor a erigirse ellos mismos en un poder autónomo. Mientras el CJNG se ha apoderado de varios municipios que anteriormente estaban controlados por la Familia Michoacana
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