En 1916 sucedió un hecho inédito, el presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, acordó con Venustiano Carranza, quien era el encargado del poder ejecutivo, el ingreso de un contingente de 10,000 soldados, para buscar a un sólo hombre: Francisco Villa.
Se le nombró la Expedición Punitiva a la campaña militar que el gobierno de Estados Unidos llevó a cabo en México para capturar al jefe revolucionario, quien había atacado el poblado estadounidense de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916.
El gobierno de Estados Unidos autorizó una expedición militar con el fin de atrapar a Villa el 14 de marzo de 1916, sin embargo el 30 de marzo acordaron los detalles de tal asociación.
A lo largo de 1915 la poderosa División del Norte fue destruida en una serie de terribles batallas libradas contra el Ejército Constitucionalista. Antes de que terminaran esas batallas, cuando la balanza se inclinaba claramente contra el villismo, Estados Unidos reconoció al gobierno constitucionalista encabezado por Venustiano Carranza, lo que sumado a otros hechos convenció a Pancho Villa de que el Primer Jefe había firmado un pacto que convertiría a México en un protectorado estadounidense.
Villa decidió impedir esta presunta adhesión mediante un acto de provocación que causara una guerra que salvara a la patria. En realidad, no había tal pacto, aunque Villa tenía motivos para creer en su existencia. Sin embargo, hay quien considera que Villa atacó Columbus debido a que había pagado un cargamento de armas sin embargo no le fueron entregadas.
El resultado, en palabras de Wilson, se presentó el 10 de marzo: “Una fuerza suficiente será enviada de inmediato en persecución de Villa, con el solo objeto de capturarlo y poner fin a sus desafueros. Esto puede hacerse y se hará como ayuda amistosa para las autoridades constituidas de México y con escrupuloso respeto a la soberanía de esa república”.
A fines de 1915 el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson reconoció a Venustiano Carranza como gobierno de facto en México, procediendo al intercambio de embajadores y prohibiendo la venta de armas a fuerzas armadas contrarias al constitucionalismo, medida que enfureció a Villa, principal afectado por esta medida. Por ello planeó su represalia.
Al amanecer del 9 de marzo de 1916 un grupo de 589 personas, incluyendo 16 vaqueros que reclutaron forzosamente cerca de Colina de Pacheco, atacaron el pueblo de Columbus, Nuevo México, como respuesta al reconocimiento oficial del régimen carrancista por parte de los Estados Unidos.
Otras versiones también mencionan que buscaban a Samuel Ravel y su hermano que tenían dos hoteles, gracias a negocios anteriores con Villa, y dos ferreterías en las cuales vendían armas, entre otras cosas y que había defraudado a los villistas que trataban de comprarle armamento para seguir en lucha contra los carrancistas, pretendían robar al banco local y hacerse con cuantas municiones fuera posible. Incluso se menciona que este ataque fue una treta para evitar que los Estados Unidos no intervinieran en la Primera Guerra Mundial.
Solo atacaron a civiles que disparaban a los invasores y a la guarnición militar que defendía el pueblo. En Columbus los villistas atacaron un destacamento de caballería del ejército estadounidense, capturando 80 caballos, 30 mulas y 300 fusiles. Incendiaron algunos edificios del pueblo, como un hotel desde donde los civiles les disparaban. En realidad, los civiles provocaron muchas más bajas a los villistas que la guarnición que fue tomada desprevenida. Murieron 17 militares estadounidenses y 10 civiles; 73 villistas murieron en el ataque y 7 fueron capturados.
Como represalia ante este ataque en su territorio, el presidente estadounidense Woodrow Wilson envió tropas encabezadas por el General John J. Pershing, alias “Black Jack”, el mismo que comandaría las fuerzas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial. Se dice que la expedición punitiva fue un ensayo y el ataque de Villa un pretexto, dado que hubo otros ataques a diferentes poblaciones (ya sea por parte de villistas o de simples bandoleros) causando mayores bajas que las del ataque a Columbus, imparcialmente este discurso pudo haber surgido como una forma de mantener intacto el patriotismo americano.
La Expedición Punitiva se internó en Chihuahua el 15 de marzo de 1916. Venustiano Carranza protestó contra la intromisión, mientras los villistas practicaban la guerra de guerrillas contra los estadounidenses. En septiembre México retiró su embajador en Washington.
Si bien durante once meses los 4800 soldados (que luego ascenderían a cerca de 12 000), acompañados de cañones, morteros e inclusive un escuadrón áreo recorrieron las montañas del inmenso estado de Chihuahua, hasta unos 600 km dentro de México, llegando rumbo al sur hasta la ciudad de Parral, no lograron encontrar a Villa. Era evidente que los estadounidenses solo eran dueños del terreno que pisaban, por lo que retrocedieron a sus bases en el norte de México.
La Expedición Punitiva fue la última verdadera acción de la caballería montada del ejército estadounidense, e irónicamente, también fue el primer ensayo militar del empleo de vehículos motorizados. En lo que demostraría ser más una preparación para la Primera Guerra Mundial, Pershing experimentó en México con el uso de automóviles, camiones y aviones, sin embargo el combustible necesario para aquellas máquinas a menudo tuvo que ser transportado a lomo de mulas.
Pershing tuvo éxito dispersando las fuerzas mexicanas que habían atacado Columbus, pero Pancho Villa, desapareció en el territorio mexicano y nunca fue capturado.
Pero ninguno de los dos países quería la guerra. Después de conversaciones diplomáticas, Carranza liberó a los prisioneros estadounidenses. Ante el fracaso de Pershing, viendo deterioradas las relaciones e inminente la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, en octubre la Casa Blanca aceptó negociar con los enviados de Carranza quienes en noviembre lograron la firma de un convenio en el cual Estados Unidos se comprometía a retirar las tropas, lo que no se inició hasta el 5 de febrero de 1917 cuando en Querétaro era aprobada la nueva constitución.
Pancho Villa al enterarse de la retirada de los estadounidenses de México, dijo: “Ese Pershing vino aquí como un águila y se fue como una gallina mojada”.
A pesar de que la expedición fue un fracaso, la experiencia adquirida por Pershing fue demostrada en su intervención durante la Primera Guerra Mundial. Adicionalmente, muchos de los hombres que acompañaron a Pershing a México, lo siguieron a Francia.
La expedición de 10 000 soldados estuvo al mando del general John J. Pershing, y aunque no tuvo éxito en capturar ni castigar a Villa (fueron derrotados en todas las batallas por las fuerzas Villistas), fue considerada una preparación militar preliminar de la participación estadounidense en la Primera Guerra Mundial.
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