“De #NXIVM a #PJIVM”: Víctor Trujillo se mofa de los nexos entre personajes de Morena y la secta sexual de Raniere

En un juego de palabras, Victor Trujillo señaló la relación de algunos reconocidos políticos pertenecientes al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con la secta NXIVM liderada por Keith Raniere, condenado en los Estados Unidos a 120 años de prisión por tráfico sexual, extorsión, delincuencia organizada, amenazas y abuso de menores, entre otros delitos.

“De #NXIVM a #PJIVM Cuando las sectas son tu cruz y tu destino” fueron las palabras del actor mexicano conocido por su personaje de comedia y crítica política, Brozo. Víctor Trujillo hizo referencia al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a quien se le ha apodado el “Peje” por su acento tabasqueño. Al cambiar las primeras letras del nombre de la secta, NXIVM por una “PJ”, el comediante aludió al mote del presidente para señalar a los políticos mexicanos que forman parte de Morena, partido que lo llevó a la jefatura del Poder Ejecutivo mexicano.

El comentario de Víctor Trujillo surge en el contexto del video publicado el día de ayer por el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en coalición con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) por la gubernatura de Nuevo León, Adrián de la Garza. En la grabación se ve a la candidata de Morena, Clara Luz Flores, en una larga conversación con Keith Raniere.

Ella misma, en ocasiones anteriores, había negado conocer o tener cualquier relación con la secta de Raniere, NXIVM. Sin embargo, no es la única política mexicana que se ha involucrado con esta secta.

A través de un “esquema piramidal”, donde las personas que entran a la secta acceden a jerarquías superiores de la organización por la cantidad de personas que puedan atraer a la misma, NXIVM se abrió paso entre empresarios, políticos y personajes de la farándula mexicana.

La secta, con brazos que se extendían desde su base en Nueva York, Estados Unidos hasta Guatemala, Canadá y México, impartía cursos de “liderazgo”, “desarrollo humano” y “crecimiento personal” como parte de su Executive Success Program (ESP).

El periodista Mario Maldonado ha cubierto los vínculos de NXIVM con personajes de la política mexicana. Uno de los más destacados es el hijo del ex presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari. Durante el juicio contra Raniere en los EEUU, el nombre de Emiliano Salinas apareció caracterizado como un “coconspirador” de la estructura piramidal.

Emiliano Salinas ha negado tener conocimiento sobre lo que ocurría el grupo interno de NXIVM conocido como DOS, por sus siglas en latín que se traducen a “dominio de las acompañantes femeninas obedientes”, donde se cometieron la mayoría de los abusos y torturas narrados durante el juicio en contra de Keith Raniere.

Mario Maldonado ha explicado que, según las entrevistas que ha hecho a personas que tomaron alguno de los cursos de NXIVM, ellos realmente no tenían conocimiento de lo que ocurría en DOS.

Además de Clara Luz, Animal Político reveló la relación de otro destacado personaje de Morena en la secta NXIVM. Mario Delgado, presidente del partido, pagó 50 dólares por seis meses para tomar los cursos de la Sociedad de Protectores (SOP). Se trata de una ramificación de los ESP donde se difundían algunas de las ideas de Raniere sobre la dominación del hombre sobre la mujer con las que justificaban sus abusos.

El reportaje de Animal Político recupera que en la página de la Sociedad de Protectores (que actualmente no se encuentra disponible) se leía que sus cursos estaban destinados a ayudar a los “hombres a convertirse en miembros más poderosos e influyentes de la sociedad al brindarles herramientas y una red de hombres honorables para que los apoyen”. Otras de sus esneseñanzas hablaban de cómo “cuanto más fuerte es el hombre, más mujeres puede controlar”

A través de Twitter, el pasado 4 de marzo Mario Delgado aceptó haber sido víctima “como es el caso de más de 15 mil mexicanos y mexicanas” de la estafa organizada por NXIVM. Además, se defendió matizando que “Existe una enorme diferencia entre haber sido engañado por tomar un curso y haber participado en una red criminal”.

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