El pescador Jesús Vargas ha vivido desde que nació junto al Río Bravo, en la frontera sur de Estados Unidos, entre Laredo (Texas) y México. Está acostumbrado a la presencia de migrantes centroamericanos, que huyen de la violencia y buscan una mejor vida; sin embargo, nunca vio algo tan “triste” como lo que ocurrió el pasado 16 de marzo.
Ese día salió del trabajo cuando vio que una camioneta Astro Van era perseguida por las autoridades. Él decidió ir detrás y observó cómo del vehículo salieron cerca de 10 migrantes y varios de ellos se aventaron al también conocido como “Río Grande”, aunque no todos lograron cruzarlo para llegar a México y evitar ser detenidos: “Dos o tres se regresaron, dos se la hicieron para el otro lado y se quedaron tres mujeres y un chamaquito”, contó Jesús en entrevista para Telemundo.
Detalló que las personas que se quedaron sin poder salir del agua “gritaban todo lo que podían” ante la mirada de los agentes fronterizos de Estados Unidos, quienes no hicieron nada por rescatarlos a pesar del riesgo de ahogamiento, sólo contemplaron la trágica escena.
El pescador preguntó a las autoridades por qué no hacían nada y la respuesta de los agentes fue que los migrantes “ya estaban casi al cruzar del otro lado”, por lo que “no tenían permiso de meterse al agua”.
Mientras grababa con su celular el angustiante momento, les preguntó a gritos “¿No tienes chalecos salvavidas, nada? ¡Están ahogando a estos tipos! “. “¡Esa chica ya no salió!”, se escucha decir al testigo.
Jesús vio que un menor seguía con vida en el agua por lo que dejó de filmar y acudió a su rescate: “Le traté de llamar la atención, ya vio para este lado y le aventé un reel de pescar. Sacó su mano, pescó el hilo y ya fue la forma en la que me lo traje para la orilla del río”.
Tras lograr salvarle la vida, aseguró que los patrulleros lejos de brindarle atención médica le solicitaron que se volteara para arrestarlo.
‘Esa no es la forma’, le dijo al oficial. ‘Lléveselo al hospital, él tuvo que tomar el agua del río, se va a enfermar el chamaquito’. Yo me enojé con el oficial y pues no, eh. Ya no supe
“Es triste [...] Puede ser tu hijo”, expresó Vargas.
Por su parte, la Patrulla Fronteriza del sector de Laredo, confirmó a través de su cuenta de Facebook que “Dos personas sucumbieron a las peligrosas corrientes del río Grande y murieron”, mientras que una persona fue rescatada por un pescador. No obstante, no respondieron más preguntas ya que, dijeron, esto se trata de un caso de tráfico de humanos y hay una investigación en curso.
Según el diario Houston Chronicle, la Oficina de Responsabilidad Profesional de la Patrulla Fronteriza y Aduanas está revisando el incidente.
Después de compartir el video y testimonio en redes sociales, Vargas señaló a Telemundo que ha estado recibiendo llamadas de Guatemala y otros países centroamericanos preguntando por la mujer ahogada.
La cantidad de personas que intentan cruzar la frontera ha aumentado dramáticamente, comentó el pescador. Por eso, aprovechó para hacer un llamado los migrantes a no intentar cruzar por el Río Bravo, porque lo más factible es que no lo logren.
Yo lo siento por todas estas familias. Déjense agarrar, los van a devolver y otro día se vuelven y se vienen, pero no se metan al río si no saben nadar. No se avienten al río
Estados Unidos está expulsando a los migrantes a México, lejos de donde son sorprendidos cruzando la frontera. La práctica es una señal de que el presidente Joe Biden está endureciendo su enfoque a la creciente crisis humanitaria en la frontera de las naciones, después de que las súplicas de su administración para que los migrantes centroamericanos se quedaran en casa no dieron los resultados esperados.
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