Hace poco más de 20 años una joven Jennifer López desfiló por la alfombra roja de los premios Grammy con un vestido Versace verde que acaparó las lentes de cientos de fotógrafos y traspasó el tiempo y las fronteras. Prácticamente se convirtió en un icono de su tiempo e incidió en la historia de Internet.
Era el año 2000, la cantante y actriz nacida en el Bronx, Nueva York, se preparaba para asistir a la entrega de los reconocimientos más importantes de la industria musical. Con una nominación en el bolsillo, Jennifer López intentaba encontrar el atuendo ideal para acompañar su posible triunfo en la categoría “Mejor grabación dance” .
En ese entonces, JLo se decantó por una prenda de la casa de moda italiana fundada por Gianni Versace; se trataba de un vestido tropical en color verde, con un escote en “V” hasta la cintura y un sencillo broche que sostenía la tela en el área de la cadera.
“Me probé el vestido verde y cuando salí todo el mundo dijo: ‘Ese es el vestido’, ‘ese es el vestido que vas a ponerte, vámonos’. (...) Realmente no pensé mucho en ello, no pensé que fuera tan arriesgado, para ser honesta. Estaba más emocionada porque eran los Grammy’s, no pensé mucho en el vestido. Sólo me sentí aliviada por tener algo que usar”, confesó JLo en una entrevista concedida a la revista Vogue.
Aunque el vestido lo llevó anteriormente Geri Halliwell, de las Spice Girls, y un año antes, en el 99, la misma Donatella Versace lo lució en la gala Met; fue en el cuerpo de la ‘diva del Bronx’ que la provocadora prenda rompió el Internet.
Las imágenes de JLo en los Grammy fueron descargadas de la página web del galardón unas 642 mil 917 veces. Aquella tendencia fue un indicador para los creadores de Google, quienes después se dieron a la tarea de crear una herramienta que facilitara el acceso a imágenes desde el buscador.
“En ese momento, fue la consulta de búsqueda más popular nunca antes vista. Sin embargo, no teníamos una manera segura de llevar a los usuarios hacia exactamente lo que querían: J-Lo luciendo ese vestido. Así fue como nació Búsqueda de Imágenes de Google”, escribió Eric Schmidt, quien fuera CEO de Google, en el portal del Proyect Syndicate.
La moda es una forma de expresión, desde la inconformidad hasta la elegancia, la frescura, el amor. Hay algunas prendas que se han quedado impresas en el imaginario colectivo de occidente. Desde los lentes que enmarcaron el rostro de Audrey Hepburn en “Diamantes en el desayuno”, hasta el vestido blanco que casi revela lo más íntimo de Marilyn Monroe; estas son las prendas que hicieron historia en Hollywood.
El “vestido de la venganza” de la princesa Diana
En la historia de la alta costura hay pocas piezas como este vestido negro. Una prenda que encarnó el coraje de la princesa Diana y su valentía para recuperarse de un matrimonio fallido. Emblemático, sensual y sumamente elegante; así es el “vestido de la venganza”.
En 1994, el eterno heredero a la corona inglesa, el príncipe Carlos, admitió en un documental de su vida titulado “Carlos: la persona privada, el papel público”, la infidelidad que había cometido durante su matrimonio con la princesa Diana.
“¿Fue su alteza infiel en su matrimonio?”, preguntaron al miembro de la realeza, “Sí. Fui fiel hasta donde tuve claro que nuestro matrimonio estaba irreparablemente roto (...) Lo que me ha pasado a mí le ha ocurrido a la mitad del país”, confesó.
Aquella declaración, en lugar de hundir a la princesa sólo significó una cosa: coraje para salir adelante. Diana se preparaba para asistir a la tradicional gala en la Serpentine Gallery, ubicada en Londres. Y, aunque primero planeaba llevar una prenda del diseñador de modas Valentino Garavani, después se decantó por aquel vestido ajustado de la diseñadora griega, Christina Stambolian.
La prenda había sido adquirida por Diana con años de anterioridad, sin embargo, no la utilizó hasta que encontró la ocasión perfecta para burlarse de los desmanes del príncipe. ¿Cuál es la venganza perfecta? Lucir como un millón de dólares.
La pierna al descubierto de Angelina Jolie
El vestido negro que lució Angelina Jolie en la alfombra roja de la entrega de los premios Oscar de 2012 consiguió formar parte de la historia de las alfombras rojas, la moda y la cultura del Internet.
Y es que, en aquel año, Jolie se robó las miradas de todos los presentes en el Dolby Theatre, al mismo tiempo que consiguió viralizarse con toda clase de memes y cuentas de Twitter que se hacían pasar por la extremidad de la actriz.
Más allá de la sensualidad y la extravagancia del vestido, la prenda, diseñada por la casa de moda Versace, fue sumamente cómoda para la actriz, y por eso destacó entre tantos atuendos aparentemente inc
“Hay toda una historia detrás de eso (el vestido). Tenía una opción de vestido más complicado y otra más cómoda, que fue precisamente el que llevé. Creo que cuando te sientes cómoda, cuando te sientes cómoda, cuando te sientes tú misma (...) lo interiorizas. Y a veces eso trasciende, no lo sé”, contó Angelina en una entrevista con medios de comunicación durante la premiere de la película Maléfica: Dueña del mal en 2019.
El vestido de seda rosa que llevó Lorelei Lee
En 1953, el ícono de la cultura pop Marilyn Monroe dio vida a Lorelei Lee en el film Los caballeros las prefieren rubias, una bailarina y cantante aparentemente superficial e interesada únicamente en los diamantes y lujos que sus amantes podían ofrecerle.
Uno de los momentos más recordados de aquella cinta dirigida por el estadounidense Howard Hawks, es cuando el personaje de Monroe interpreta el número musical “Diamonds are a girl’s best friends”, originalmente compuesto para la producción original de Broadway.
Durante el número, Lorelei aparece en un vestido entallado de color rosado, adornado con un moño gigante en la parte posterior. La prenda, diseñada por William Travilla, fue complementada con un cinturón delgado del mismo color que definía perfectamente la silueta de Monroe y, evidentemente, con un juego de brazaletes y un collar de diamantes que adornaban el cuerpo de la actriz.
Sin lugar a dudas, el icónico vestido quedó impreso en el imaginario colectivo como uno de los looks más importantes de la cultura pop estadounidense. Y, de acuerdo con información de la BBC, el vestido palabra de honor y con guantes a juego fue subastado en el 2010 por la casa californiana Profiles in History en USD 310 mil.
El “vestidito negro” más elegante del cine
La actriz Audrey Hepburn es recordada como una de las mujeres más elegantes en la historia del cine estadounidense y europeo. Con aquellas prendas aparentemente sencillas o las cintas de cabello y las diademas que le adornaron el corte pixie, Audre construyó un estilo propio.
Sin embargo, uno de los looks infinitamente memorables de la actriz originaria de Bélgica, es aquel vestido negro que luce mientras recorre las calles insólitas de Nueva York y disfruta de un croissant.
Y es que desde aquel primer plano en el que Holly, interpretado por Audrey, admira los escaparates de la tienda de diamantes Tiffany & Co. en la película basada en la novela de Truman Capote, Diamantes para el desayuno, se hizo historia.
El vestido de color negro, firmado por Hubert de Givenchy en 1961, quien después se convertiría en buen amigo de la actriz, es símbolo de lo sofisticado y la elegancia e instantáneamente se convirtió en el “vestidito negro” más reconocido en el cine.
La prenda original se encuentra en el archivo privado de Givenchy, y las copias que le pertenecían a Hepburn tomaron caminos separados una vez que Audrey falleció en 1993. Una de ellas fue subastada en diciembre de 2006 en GBP 467 mil 200 a un vendedor anónimo.
El vestido que quedó “como un guante” a Salma Hayek
En 1997, una joven mexicana comenzaba a abrirse camino en el glamuroso mundo de la alta costura y, aunque algunas marcas todavía mostraban cierta desconfianza para vestir a la actriz, fue la maison italiana de Gianni Versace que confeccionó un vestido para la latina.
Se trata del vestido negro que Salma Hayek llevó a la gala del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) y que es una de las piezas que la actriz recuerda con más afecto. Un vestido que ha sido considerado por las revistas de moda, como Vogue, como una de las prendas más emblemáticas de las alfombras rojas y las eventos de moda en los años 90.
“Amo este vestido negro de Versace y tengo recuerdos muy interesantes de él porque Gianni me lo dio y creo que es un vestido hermoso, me ajustaba tan bien, como un guante. Lo llevé al Met cuando hicimos un homenaje a Gianni, quien fue muy generoso conmigo, fue de los primeros que me invitó a sus fiestas (...) Siempre estaré muy agradecida porque me apoyó al inicio de mi carrera”, contó la actriz en una entrevista con Vogue.
¿Golpear autos con un bate? Sólo en alta costura
En 2016, Beyoncé lanzó el álbum “Lemonade”. Un material discográfico que sorprendió a sus seguidores por su honestidad y colaboraciones con otras personalidades de la industria musical. Sin embargo, hay una pieza que despertó la curiosidad del mundo entero.
Se trata de la canción “Hold Up”, en el que la “reina abeja” reflexiona sobre las infidelidades. Más allá de las supuestas sospechas que esto despertó sobre su matrimonio con el rapero Jay- Z, el single destacó por el video que lo acompañó y el vestido color mostaza que luce la cantante en él.
Mientras camina por las calles armada con un bate, destrozando cámaras y automóviles a su paso, Beyoncé luce un vestido especialmente voluminoso color mostaza y con holanes que causan una sensación de movilidad en el espectador.
La prenda fue diseñada por el director creativo de la casa de moda del diseñador Roberto Cavalli, Peter Dundas, como parte de la temporada otoño/invierno de aquel año .
El vestido plisado más famoso del cine
En junio de 1955 se estrenaba en Estados Unidos la película que reafirmaría a Monroe como un ícono en el cine y de donde se desprendería una de las tomas más memorables de la actriz, La tentación vive arriba.
Se trata de la escena en la que la actriz, enfundada en un vestido color blanco confeccionado por el modista William Travilla busca para refrescarse una ventisca de las rejillas del metro que logra levantarle la falda con un escote tipo halter y con la parte inferior plisada.
De acuerdo con la revista ¡Hola! el vestido fue vendido por más de USD 4.6 millones; sin embargo, antes de subastarse, la prenda fue propiedad de William Travilla, quien trabajó con Monroe en una buena parte de sus películas.
Posteriormente el vestido pasó a manos de la actriz Debbie Reynolds, quien adquirió la prenda en 1971. Empero, Reynolds puso el vestido blanco más famoso del cine a la venta en 2011.
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