El narcotraficante mexicano, Joaquín “El Chapo” Guzmán, preso y sentenciado a cadena perpetua en los Estados Unidos, en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, no está contentó con el aislamiento extremo que vive ahí.
“Está prácticamente sentado inactivo en su celda, rodeado por las mismas cuatro paredes, en un ambiente lúgubre y deshumanizador”, afirma el periodista estadounidense Nate Gartrell, en un reportaje publicado en Vlad Tv.
Documentos consultados por el periodista revelan cómo vive “El Chapo” en la prisión de máxima seguridad, a casi dos años de haber ingresado.
La reciente petición de hábeas corpus de Guzmán Loera, ha revelado las condiciones en las que pasa sus días. Se le niega el contacto humano, las visitas legales, las visitas familiares e incluso el español, según los documentos legales.
El que fuera uno de los líderes del peligroso Cártel de Sinaloa, denuncia “condiciones de prisión crueles e inhumanas, en aislamiento permanente, que equivale a tortura física y mental”.
“Está prácticamente inactivo en su celda, rodeado por las mismas cuatro paredes, en un ambiente lúgubre y deshumanizador”, escribieron los abogados de El Chapo.
Entre otras quejas, los abogados dicen que los guardias le hablan en ingles, le niegan el acceso a programas de aprendizaje en español, y solo recibe dos llamadas al mes de 15 minutos de su hermana, sus hijas gemelas y su madre.
También dicen que no tiene comida adecuada, le niegan los medios para limpiar su celda, además de que ha desarrollado hongos en los pies, pues todos los reclusos usan el mismo cortaúñas. Como solución los abogados de Guzmán Loera han propuesto “que se le libere o que se le extradite a México”.
El juez federal no ha emitido respuesta sobre la moción, reporta Gartrell, pero de acuerdo un juez de nivel inferior recomendó recientemente que se desestime.
Hace unos años, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como El Chapo, lo tenía todo desde prisión: el fundador del Cártel de Sinaloa ha sido señalado por gozar de privilegios que hicieron más fácil su reclusión.
Según documentó el periodista británico Malcolm Beith en su libro El último narco, en un festejo navideño llegó un camión a entregar 500 litros de vino que sirvieron para amenizar una lujosa fiesta patrocinada por el capo, la cual incluyó langosta.
Guzmán Salazar se fugó del Centro Federal de Readaptación Social de Puente Grande, en Jalisco, en 2001. En el video previo a su segunda fuga, esta vez del Centro Federal de Readaptación Social de La Palma, en el Estado de México, se observa que antes de esfumarse por un túnel el capo veía en su celda una pantalla.
El 17 de julio de 2019, Joaquín El Chapo Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua luego de haber sido declarado culpable de 10 cargos de narcotráfico en una Corte de Nueva York. La condena la debía cumplir en una cárcel de máxima seguridad en Colorado, le informó el juez estadounidense, Brian Cogan, aquel día.
Dos días después de que Guzmán Loera oyera su sentencia, conoció en carne propia la temida supermax.
La United States Penitentiary Administrative Maximum Facility, conocida también como ADX Florence, es la cárcel en la que El Chapo pasa sus días desde hace más de un año. En la Alcatraz de las Rocosas, como es conocida la penitenciaria de máxima seguridad, están recluidos terroristas, espías, ex miembros de Al Qaeda, asesinos en serie, y ex integrantes de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC).
“En mi opinión, es mucho peor que la muerte”, dijo Robert Hood, ex director de ADX, a CNN. “Otros lo han denominado ‘la prisión de las prisiones’, ‘inhumano’ y ‘peor que Guantánamo’”.
Ahí los prisioneros están confinados durante 23 horas al día en pequeñas celdas de concreto, privadas de casi todo contacto humano.
El Chapo no se mezcla con otros reclusos que ahí habitan. Guzmán Loera, quien se escapó dos veces de prisiones mexicanas consideradas de alta seguridad, pasa sus días en un cuarto de 2 por 3 metros, en donde hay solo una cama de cemento, baño, un lavabo, y un distribuidor de agua.
La sombría prisión ADX en Colorado es donde Estados Unidos encarcela a los “peores de los peores”, describió Hood. La supermax es la prisión federal más segura de Estados Unidos, está en el desierto y tiene estrictas medidas de seguridad, pues aloja a los presos considerados como una gran amenaza para la seguridad pública.
“Es una sentencia de la que no hay escapatoria ni retorno”, dijo el abogado estadounidense Richard Donoghue después del veredicto el año pasado.
Una vez considerado “intocable”, El Chapo supo que todo había terminado para él en el momento en que abandonó la jurisdicción de México, donde la corrupción le había permitido operar con virtual impunidad.
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