El militar detrás de la decisiones de AMLO: García Soto aseguró que un amigo del Presidente es el “auténtico jefe de la milicia nacional”

De acuerdo con el periodista, se trata de un general retirado, con quien tiene una amistad desde hace décadas

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(Foto: Cuartoscuro)
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La estrategia de inteligencia y seguridad del gobierno federal, la cual se ha militarizado de manera inédita en México, está en manos de una persona muy cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre quien tiene una enorme influencia.

De acuerdo con el periodista Salvador García Soto en su columna que publica en El Universal, se trata de un general retirado llamado Audomaro Martínez Zapata, y quien asegura, “es el verdadero cerebro detrás de la militarización de la vida pública en México y funge, de facto, como el auténtico jefe de la milicia nacional”.

El columnista destacó que Audomaro Martínez fue el director del nuevo Centro Nacional de Inteligencia (antes CISEN) y quien recomendó e impulsó al actual secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval y al secretario de Marina, José Rafael Ojeda.

“Por su influencia y recomendación el presidente López Obrador rompió con las líneas de sucesión históricas en el Ejército y la Armada de México para colocar al mando a dos militares cercanos a Audomaro y por lo tanto incondicionales al proyecto de la llamada ‘Cuarta Transformación’”, aseguró.

Foto de archivo/ REUTERS/Daniel Becerril
Foto de archivo/ REUTERS/Daniel Becerril

El periodista enfatizó que Audomaro Martínez Zapata tiene una larga y sólida relación política y de amistad con López Obrador. “Desde sus tiempos en que coincidieron en Tabasco trabaron una relación que permaneció a través de los años; ya eran amigos durante la época en que Andrés Manuel abandonó al PRI y se convirtió en un líder opositor y candidato presidencial primero con el PRD y luego con Morena, y la amistad se hizo patente cuando su paisano tabasqueño lo recomendó con Arturo Núñez para que lo nombrara secretario de Seguridad de Tabasco”, señaló.

Salvador García Soto apuntó que luego del triunfo de López Obrador en las urnas en el 2018, el general Martínez Zapata se convirtió en el enlace y conducto entre el presidente y las cúpulas castrenses del país. Y señala que desde la campaña presidencial, “Audomaro fue fundamental para que las tropas y mandos medios del Ejército y la Marina se convirtieran en reservorios de votos para el candidato de Morena y una vez en el poder, el militar tabasqueño se encargó de consolidar una relación que comenzó con rispidez por los discursos antimilitares de Andrés Manuel en campaña, cuando repetía una y otra vez que el Ejército y la Marina no debían participar en labores de seguridad pública y que de ganar la presidencia los regresaría a sus cuarteles”.

Pero una vez ganada la elección presidencial, López Obrador dio un giro radical y militarizó el país. Formó la Guardia Nacional, integrada mayoritariamente por policías militares, y envió al Congreso una iniciativa de ley que establecía que en lo que resta de su sexenio, el Ejército seguiría coordinando la estrategia nacional de seguridad y colaborando en las calles para tratar de pacificar el país y a combatir los delitos de todo tipo, desde el fuero común hasta el narcotráfico.

(Foto: Cortesía Presidencia)
(Foto: Cortesía Presidencia)

“El artífice de toda esa estrategia y de mantener al Ejército en las calles y a cargo de la seguridad federal, incluso ya con aprobación constitucional, fue el general Audomaro. A él puede atribuírsele el viraje de 180 grados que dio López Obrador, que pasó de ser un convencido de que la participación militar no sólo era ineficiente sino inconstitucional en la seguridad civil, a elevar a rango de la Constitución el control total del Ejército y la Marina de la seguridad de los mexicanos. Una militarización que hoy le da a los jefes militares todo el control y el poder por sobre cualquier otra policía y autoridad civil en el territorio nacional”, destacó García Soto.

De esta manera y siempre con el consejo de Audomaro, López Obrador decidió entregarle a las fuerzas castrenses la construcción, administración y operación del Aeropuerto Civil “Felipe Ángeles”, el control del Plan Nacional de Vacunación, la construcción de edificios para el Banco del Bienestar que reparte sus ayudas sociales, la administración de los Puertos marítimos y de las aduanas terrestres del país por donde se mueve no sólo todo el comercio exterior, sino también la entrada de drogas y materias primas para la producción de enervantes, además del tráfico y contrabando ilegal de combustibles.

El periodista concluyó su columna asegurando que, debido a la enorme influencia que tiene sobre el presidente, “Audomaro Martínez Zapata es el verdadero jefe militar de México. Cada mañana controla la información y los asuntos que debe o no debe conocer el presidente en las reuniones del gabinete de Seguridad federal; tiene también el control y la obediencia incondicional de los secretarios de Defensa, de Marina y de Seguridad y Protección Ciudadana; tiene el poder de elevar o destruir a cualquiera en el gobierno y fuera de él y es, en síntesis, el cerebro de la inteligencia y la militarización de este gobierno”, sentenció.

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