El misterio sobre el origen de los mexicas: existió o no Aztlán

La poca evidencia sobre su ubicación geográfica puede hacer pensar que fue una invención de los mexicas para ocultar un pasado errático y menos glorioso

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El mito fundacional de Tenochtitlan indica que los peregrinos vinieron desde Aztlán hacia la cuenca de México guiados por Huitzilopochtli (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)
El mito fundacional de Tenochtitlan indica que los peregrinos vinieron desde Aztlán hacia la cuenca de México guiados por Huitzilopochtli (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)

La relevancia con la que cuentan los testimonios y documentos históricos en torno a la cultura mexica en la historia oficial se ha sobrepuesto asimétricamente al resto de las culturas originarias del territorio mexicano. Sin embargo, a pesar de las investigaciones y las páginas escritas en torno a ello, aún existen imprecisiones sobre la legitimidad de la existencia de Aztlán, el lugar desde el cual, supuestamente, llegaron los pobladores de la cuenca en el Valle de México en busca del águila devorando la serpiente.

Los libros de texto en la formación básica hablan sobre la existencia del “Lugar de las garzas o de la blancura”. No obstante, aunque hay versiones que señalan su ubicación geográfica en el norte u occidente del país, y goza de referencias en documentos como la Tira de la Peregrinación, las y los estudiosos no han podido determinar su localización precisa.

De hecho, todas esas imprecisiones han abierto la posibilidad de pensar que el lugar no existió y, por el contrario, el grupo que después de convertiría en la civilización  mexica siempre estuvo habitando la Cuenca de México. Así lo planteó el investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Eduardo Matos Moctezuma, en su conferencia llamada Entre Aztlán y Tenochtitlán.

Eduardo Matos Moctezuma presentó su conferencia llamada Entre Aztlán y Tenochtitlán (Foto: INAH)
Eduardo Matos Moctezuma presentó su conferencia llamada Entre Aztlán y Tenochtitlán (Foto: INAH)

En el marco del 43 aniversario del hallazgo del monolito de la diosa Coyolxauhqui, Moctezuma habló sobre la relevancia que el mito ha tenido en la construcción de la historia oficial del país. A tal grado que el mito ha quedado plasmado en el centro de la bandera de México.

Sea cual sea la interpretación, afirmó que el suceso trascendió gracias a un proceso de mitificación con la finalidad de demostrar “que antes de la fundación de Tenochtitlan en 1325, hubo toda una historia de la cual ellos mismos fueron protagonistas”, aunque otro de los objetivos pudo haber sido borrar un pasado problemático e, incluso, sujeto al poderío de otros señoríos que habitaron en la región.

El mito fundacional de Tenochtitlan dice que un grupo de peregrinos vino en la búsqueda del lugar preciso para el establecimiento de la ciudad. Éste estaría marcado por el hallazgo del águila situada sobre un nopal, mientras con una de sus patas sujetaba una serpiente que estaría devorando. Sin embargo, antes de encontrarlo, refirieron su establecimiento temporal en Coatepec o “Cerro de la Serpiente”.

El 21 de febrero se cumplieron 43 años del descubrimiento del monolito de la diosa Coyolxauhqui (Foto: INAH)
El 21 de febrero se cumplieron 43 años del descubrimiento del monolito de la diosa Coyolxauhqui (Foto: INAH)

El lunes 13 de enero, el INAH informó sobre el hallazgo de dicho cerro. De acuerdo con la información la mítica montaña puede estar ubicada en el Valle del Mezquital, es decir, en una zona muy próxima a la capital tolteca. Sin embargo, la mención de la estancia temporal en los testimonios, de acuerdo con Matos Moctezuma, puede tener otro significado.

En ese sentido, los mexicas pudieron ser un grupo sujeto al poderío de Tula hacia los años 900 y 1000 después de Cristo, periodo en el cual dicha sociedad gozó de mayor apogeo. Además, en este periodo, también debió ocurrir un desacuerdo entre quienes consideraron a Coatepec el punto final de su peregrinaje y las personas que buscaban otro sitio, con mayor prosperidad, para establecerse.

De hecho, la escisión entre los dos grupos puede estar representada en el mito con la batalla entre Huitzilopochtli, deidad mexica asociada con el Sol, y los 400 surianos que representaban a la oscuridad nocturna. De aquella victoria del dios principal sobre sus hermanos pudo ser una forma de hacer trascender la decisión de uno de los sectores por continuar con la caminata.

El mito fundacional de Tenochtitlan ha quedado plasmado en la bandera de México (Foto: Henry Romero/Reuters)
El mito fundacional de Tenochtitlan ha quedado plasmado en la bandera de México (Foto: Henry Romero/Reuters)

Posteriormente, el señorío de Azcapotzalco les permitió establecerse en unos islotes del lago de Texcoco, aunque años después serían derrotados por los mexicas. De esa forma, el mito pudo haber sido magnificado para confirmar que fue Huitzilopochtli quien seleccionó ese lugar, en medio de las aguas, para fundar su pueblo.

De acuerdo con el investigador, por medio de la mitificación de las hazañas humanas, las sociedades buscan engrandecer sus pasados y mantenerlos en el recuerdo de sus habitantes y herederos. De hecho, no es un rasgo exclusivo de los mexicas, pues se ha repetido en otras civilizaciones y mitos.

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