Una guerra sangrienta entre los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, conocidos como Los Chapitos, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha dejado alrededor de 250 personas asesinadas en solamente un mes en México.
La entidad federativa de Baja California registró 2,938 muertes violentas el año pasado en medio de las batallas del crimen organizado.
De acuerdo con Zeta Tijuana, 246 homicidios fueron identificados en el estado durante los primeros 28 días de enero del 2021. Un alto porcentaje de éstos estarían relacionados con Los Chapitos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo Guzmán, y Ovidio Guzmán López, todos hijos del famoso líder y fundador del Cártel de Sinaloa.
Dicha irrupción de Los Chapitos en Baja California, al noroeste de México, ha ocurrido a paso arrollador, por lo que se han logrado consolidar en regiones importantes para el tráfico de drogas.
Aunque en la entidad, fronteriza con Estados Unidos, siempre estuvo presente dicha célula criminal, en los meses recientes la ofensiva de los hijos del Chapo en contra de otros grupos delictivos que operan en la zona, como el CJNG y las huestes de su socio, Ismael Zambada García, El Mayo, ha provocado un aumento de la violencia.
La guerra entre los cárteles por el control de la plaza estalló, según el semanario local Zeta Tijuana, en 2019. Ese año, Los Salazar —vinculados al Cártel de Sinaloa— decidieron ingresar “sin permiso” a Mexicali, capital de Baja California, para asesinar a los narcos que huían de Sonora, donde actualmente se asientan. Para 2020, la célula dirigida por Crispín Salazar Zamorano ya se encontraba instalada en la zona suburbana de esta ciudad. A partir de ese momento, las cifras de homicidio en Baja California se dispararon.
En la primera fase del plan de invasión aparece otro nombre: Néstor Ernesto Pérez Salas, El Nini, jefe de pistoleros de Los Chapitos —conocido también por comenzar una guerra con El Mayo Zambada—. La avanzada del Nini consistió en la instalación de “cabezas de playa”.
Durante noviembre del año pasado, en la zona urbana de Mexicali, 12 presuntos sicarios fueron detenidos por elementos de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI). Según un reporte de la Fiscalía General de Justicia del estado, se trataba de sujetos reclutados por el Cártel de Sinaloa del centro de rehabilitación Jóvenes de Mazatlán, una Oportunidad de Vida, A.C., a quienes les fueron prometidos 2,000 pesos semanales.
Los imputados fueron vinculados al asesinato de José Luis Marmolejo, Abraham Guadalupe Martínez, y Ramón Omar Peralta, todos identificados como narcomenudistas bajo el ala de Felipe Eduardo Barajas Lozano, El Omega, hombre de confianza de Jesús Alexander Sánchez Félix, El Ruso.
Pérez Salas, alias El Nini y El Ruso, operador de Ismael El Mayo Zambada, mantienen una disputa en la zona norte de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, batalla que habrían arrastrado hasta Baja California.
A su arribo a la entidad, Los Chapitos utilizaron la doble estrategia de “golpear y negociar”. Se apoderaron de territorios en manos de El Mayo Zambada, pero también invitaron a algunos operadores de los cárteles de los Arellano Félix y Jalisco Nueva Generación a sumarse a la cruzada.
Los Cabos —grupo criminal bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, en Baja California— aceptó la invitación. De acuerdo con Zeta Tijuana, para la célula delictiva no resultó muy atractiva la estructura criminal del CJNG en el estado del norte, por lo que aceptaron luchar contra la organización que años atrás habían defendido y expandido.
Fue así como empezó la guerra por el estado de Baja California. Los Chapitos empezaron a asesinar a narcomenudistas del Mayo Zambada y reclutar jefes de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación.
En los últimos meses, los hijos de Joaquín Guzmán Loera se han apuntado muchos éxitos en el reclutamiento de operadores de grupos rivales. Pablo Edwin Huerta Nuño, alias El Flaquito, ex integrante del Cártel de los Arellano Félix, estaría ahora al mando de Los Chapitos, reveló Zeta Tijuana.
“Entre 2018 y 2019 hizo pactos de no agresión con René Arzate García, La Rana, del Cártel de Sinaloa, y también se alió al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por un tiempo. En 2020 empezó a tener problemas con sus aliados porque reclutó abiertamente al “Cabo 20”, escindido de Jalisco desde mediados de 2018″, advierte el semanario.
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