El capitán Alfredo Martínez, Jefe del Vivero Militar Forestal del municipio de Temamatla, Estado de México, está a cargo del cuidado de 6 millones 100 mil plantas que contribuirán a la reforestación de ecosistemas completos en los estados de Puebla y Oaxaca como parte del programa Sembrando Vida.
Aunque en esta ocasión las plantas serán repartidas en coordinación con la Secretaría de Bienestar, dependencia que está cargo del programa de Sembrando Vida, este vivero llevaba ya desde 1993 entregando millones de retoños por ciclo de producción a otras instituciones de gobierno, como la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
El municipio de Temamatla, en el Estado de México, se encuentra a 31 kilómetros del volcán Popocatépetl y a 24 kilómetros del Iztaccihuatl. Por su clima, este vivero es ideal para dar vida a especies que crecerán en los climas de tipo templado frío en Puebla y Oaxaca. Para esta última entidad, se tienen contempladas 1 millón 100 plantas, mientras que el resto irán a Puebla.
Sembrar y fortalecer más de 6 millones de plantas en 20 hectáreas de terreno, es una labor ardua, llevada a cabo por tan sólo 71 civiles y algunos más elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). En colaboración, quitan las deshierban las charolas donde crecen las plantas, retiran el musgo, cuidan de las plantas y las observan detenidamente.
Sin embargo, para poder llevar a cabo esta labor, también es necesario el uso de tecnología. El Ingeniero Arturo Esquivel López, egresado de la Universidad Autónoma de México (UAM), plantel Xochimilco, explica que para el riego adecuado de las plantas, usan un sistema computarizado que ayuda a mantener un nivel de acidez y de concentración de minerales adecuada para el crecimiento de cada especie de planta que se cultiva.
Para el riego, el Vivero Forestal Militar de Temamatla se sirve de un pozo natural subterráneo que alimenta una cisterna de 1,200 metros cúbicos de agua. El recurso hídrico es enriquecido con fertilizantes, filtrado, y después administrado a la planta según su etapa de crecimiento y especie.
Además, para la prevención de plagas sin la necesidad de usar pesticidas, el agua lleva esporas de algunos hongos benignos que crecen junto a los retoños, evitando que la invasión de alguna otra especie de hongo que pueda hacer daño a la planta. De esta forma, evitan el uso de químicos más agresivos que puedan ser perjudiciales para el medio ambiente.
Para prevenir que llegue algún insecto a las plantas que pueda ser nocivo para su crecimiento, a lo largo de los 8 módulos se encuentran unas banderillas de color amarillo que atraen a los insectos que quedan atrapados en un pegamento. Estas banderillas son analizadas después por el equipo técnico que indicará si la presencia de algún riesgo. De esta forma, no se hace un uso indiscriminado de insecticidas.
Tanto el Ingeniero Arturo como el Capitán Martínez, coinciden en que es una labor que implica el uso de tecnología, la observación directa y la colaboración. El Jefe del Vivero Militar de Temamatla incluso comentó que, aunque hasta el momento no se han acercado investigadores o estudiantes de las diferentes universidades del país para realizar alguna práctica o investigación de campo, las puertas del vivero están abiertas.
El ciclo de producción 2020-2021 que será destinado al programa Sembrando Vida, está próximo a concluir. Sin embargo, el Capitán Martínez no se observa inquieto ni apresurado, sino confiado en que el trabajo que se ha realizado durante los 12 meses que dura el ciclo, dará los resultados esperados.
Una vez concluido el ciclo de producción, se reabastecerán de semillas (todas de origen mexicano), limpiarán y desinfectarán las charolas donde crecerán las próximas plantas, e iniciarán todo de nuevo.
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