El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio positivo a COVID-19. El mandatario confirmó este domingo su contagio.
“Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días”, aseguró el mandatario en sus redes sociales.
“Yo estaré pendiente de los asuntos públicos desde Palacio Nacional. Por ejemplo, mañana atenderé una llamada con el presidente Vladimir Putin porque, independientemente de las relaciones de amistad, existe la posibilidad de que nos envíen la vacuna Sputnik V.”, añadió en su mensaje.
José Luis Alomía, director de Epidemiología, informó unos minutos más tarde, en la conferencia de actualización de las cifras del coronavirus, que la salud de López Obrador está siendo vigilada por especialistas en COVID-19.
“Felizmente, el presidente se encuentra estable y los síntomas son leves. Está resguardado en su domicilio y en este momento, y desde que inició con los síntomas, el equipo de médicos que se conformó para una situación se encuentra bajo su atención”, apuntó el funcionario en conferencia de prensa.
Expresó que estos médicos son especialistas en la materia y son coordinados por Jorge Alcocer, secretario de Salud. Ellos darán un seguimiento puntual de la salud del Jefe del Ejecutivo para que tenga una pronta recuperación.
A su vez, Alomía reiteró que las actividades de López Obrador estarán en las manos de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación. “Desde su resguardo estará atendiendo diferentes reuniones virtuales y llamadas telefónicas”, agregó.
Todos estamos deseando que su evolución sea satisfactoria y se pueda recuperar lo antes posible para que pueda reincorporarse a las actividades que son esenciales para nuestro país
El mandatario mexicano, salvo excepciones como su viaje a Estados Unidos en julio de 2020, se ha negado a usar cubrebocas durante sus eventos públicos, donde participan autoridades de todos los niveles.
El mundo político reaccionó inmediatamente a la información del contagio de López Obrador. “Deseo, sinceramente, una pronta recuperación al Presidente López Obrador”, expresó en Twitter su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), uno de sus grandes rivales políticos. Más tarde, emitió un mensaje similar Enrique Peña Nieto, presidente entre 2012 y 2018.
Sus competidores políticos en las elecciones de 2018, Ricardo Anaya y José Antonio Meade, también le enviaron buenos deseos y una pronta recuperación, igual que gran parte de su gabinete y líderes en ambas Cámaras del Congreso mexicano.
“Su entereza, la ciencia y el creador se unirán y será una pronta recuperación. Las y los diputados de Morena le enviamos un abrazo solidario”, escribió en redes sociales el diputado Ignacio Mier, coordinador de los legisladores de Morena, el partido de López Obrador.
El contagio de López Obrador fue confirmado exactamente 14 días después de que su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, anunciara su contagio, en el caso más cercano al presidente de 67 años y quien ya pasó por una operación de corazón en 2013 tras un infarto al miocardio.
Apenas la semana pasada, López Obrador estuvo en una reunión con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el fin de semana pasó por el estado norteño de Nuevo León, donde se visitó a uno de los grupos empresariales más influyentes de la nación, y al gobernador Jaime Rodríguez “El Bronco”.
Compartió mesa con la candidata al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, con el Canciller Marcelo Ebrard y con su ex asesor, el empresario Alfonso Romo. En todas sus reuniones, López Obrador se ha mostrado sin cubrebocas y el resto de asistentes tampoco lo llevan puesto, a pesar de que en algunos casos las reuniones ocurren en sitios cerrados.
Apenas el 2 de diciembre, López Obrador aseguró en su habitual conferencia de prensa matutina que no usaba cubrebocas porque tanto su secretario de Salud, Jorge Alcocer, y el subsecretario y “zar del coronavirus”, Hugo López-Gatell, le habían dicho que no era “indispensable”. “Me dicen López-Gatell y Alcocer que no es indispensable, hay otras medidas, y yo pienso que es mejor la sana distancia y cuidarnos”, manifestó.
Antes, el 16 de marzo, cuando la pandemia recién comenzaba a tomar fuerza en el país, López-Gatell incluso dijo que “la fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio”. “En términos de una persona, un individuo que pudiera contagiar a otros. El presidente tiene la misma probabilidad de contagiar que tiene usted o que tengo yo, y usted también hace recorridos, giras y está en la sociedad. El presidente no es una fuerza de contagio”, precisó el funcionario.
En otra conferencia de prensa, López Obrador aseguró que, además de seguir las medidas sanitarias como la sana distancia, el aseo y lavado de las manos, así como una alimentación saludable, también había otras recomendaciones que podía dar. “Estar bien con nuestra conciencia, no mentir, no robar, no traicionar, eso ayuda mucho para que no dé el coronavirus”, expresó.
El contagio de López Obrador se dio en el peor momento de la pandemia en México, que atraviesa su “segunda ola” de contagios y muertes. La epidemia ha tenido el epicentro en la Ciudad de México, donde vive y despacha el mandatario y donde los hospitales se encuentran al borde del colapso, con el 90% de sus camas en hospitales ocupadas.
A nivel nacional, en el país hay 1,763,219 casos positivos acumulados desde el primer caso presentado en febrero de 2020. Además, se acumulan 149,614 muertes por coronavirus. El país ha vacunado a 629,626 personas, en su mayoría personal de salud de primera línea en el combate contra el coronavirus.
Con el contagio de López Obrador, la lista de políticos y servidores públicos añade a una figura más, la titular del Poder Ejecutivo. Hasta ahora, 17 de los 32 gobernadores en el país se han contagiado de COVID-19, además de varios funcionarios del gabinete del mandatario, como Arturo Herrera, secretario de Hacienda, Zoé Robledo, director del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) y Rosa Icela Rodríguez, de Seguridad Pública, entre otros.
López Obrador se suma además a las listas de los jefes de estado que se han contagiado en el continente americano, junto a Donald Trump, de Estados Unidos; Jair Bolsonaro, de Brasil; Jeanine Áñez, de Bolivia; Juan Orlando Hernández, de Honduras; y Alejandro Giammatei, de Guatemala. Los de Paraguay (Mario Abdo) y Chile (Sebastián Piñera) se encuentran en cuarentena preventiva.
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