A casi dos semanas de que se registrara un incendio en el Puesto de Control Central del Metro, la estación Balbuena de la Línea 1 sufrió una inundación de aguas negras. Así lo muestra un video grabado y publicado por un trabajador.
La grabación explica que las aguas residuales provienen del sistema de cárcamos, pero éste no funcionó durante varios días por la falta de energía eléctrica derivada del siniestro.
“Se encuentra la pasarela inundada por las aguas negras del cárcamo. Únicamente son 12 escalones abarcando. Casi alcanza el plafón de la pasarela”, narra el trabajador mientras alumbra con una lámpara. En la grabación también se puede observar que las escaleras mecánicas resultaron afectadas por dicha inundación.
Cabe mencionar que el sistema de cárcamos es precisamente el encargado de enviar las aguas residuales al drenaje, pero como se mencionó, estuvo apagado por varios días.
Así lo reconoció Florencia Serranía, directora del STC; no obstante, durante su informe diario sobre los avances del metro tras el incendio, no dio detalles de en cuántas de las 20 estaciones de la Línea 1 resultaron dañadas.
“Ahora estamos enfocados totalmente en instalaciones fijas, en vías, en instalaciones eléctricas, electrónicas y las instalaciones hidráulicas, eso es importante ya que la línea ha estado parada 12 días y sin luz, pues tenemos que desalojar las cisternas de agua que reciben agua de diferentes edificaciones que están sobre la Línea 1 y que ya empezamos el desazolve”, expresó Serranía, resaltando que los trabajos se encuentran enfocados en el protocolo para la activación de la Línea 1, con el que se permitirá reanudar operaciones el próximo lunes 25 de enero.
Más tarde, en una tarjeta informativa, el Metro también apuntó que “personal de instalaciones hidráulicas iniciaron las labores de desazolve para la habilitación de las estaciones”.
El día de ayer, durante la videoconferencia habitual para reportar los avances del restablecimiento del servicio, la funcionaria capitalina explicó la importancia del sistema de pilotaje automático en la seguridad de circulación de los trenes.
La seguridad en el servicio del metro depende de tres elementos fundamentales. Además del sistema de telemetría y el de comunicación Tetra, el tercer componente es el pilotaje automático de los trenes. Se trata de una serie de elementos de equipamiento y señalización ubicados a lo largo de las vías que trabajan en conjunto con los equipados en el tren.
De acuerdo con Serranía Soto, todas las vías que componen la red del Metro se encuentran divididas en circuitos. Cada uno de ellos cuenta con señalizaciones especiales que registran el paso de los convoyes y se comunican con un programa embarcado a bordo de las unidades.
Gracias al programa de señalización de la vía, los trenes no pueden desplazarse de un circuito a otro si no existe una distancia de seguridad de 200 metros entre cada uno de ellos. Después de monitorear su posición exacta en el camino, la distancia de seguridad es indicada a través de los semáforos colocados a lo largo del túnel. Así, para que el tren pueda emprender su marcha, al menos dos luces rojas deben estar encendidas en el camino.
Aunque los trenes, generalmente se encuentran tripulados por conductores capacitados, no son ellos quienes controlan la marcha del tren. Por el contrario es a través del pilotaje automático, y de la vigilancia desde los Puestos de Control, que las unidades circulan de forma segura. Los conductores a bordo ejercen el control manual del convoy sólo en casos especiales, siempre recibiendo instrucciones del personal ubicado en el PC.
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