Una de las piezas clave para el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa era Juan Carlos Flores Ascencio, “La Beba”, presunto líder de Guerreros Unidos fue ejecutado el pasado 17 de enero en el estado de Guerrero.
De acuerdo con los primero reportes, el cuerpo de “La Beba” habría sido encontrado en el municipio de Teloloapan, donde la Policía Estatal Preventiva también detuvo a otro hombre identificado como su hermano.
Entre los puntos claves del caso se encuentra que este hombre mantenía el control de la mina Capela, explotada por el grupo Peñoles en el poblado de Tehuixtla. Río Doce informó que este lugar se encuentra vinculado con alcaldes y políticos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) desde que gobernaba Ángel Aguirre Rivero.
Sin embargo, se han desarrollado dos teorías alrededor del asesinato del capo. En la primera se dijo que agentes policiacos realizaban un operativo en una casa de seguridad donde se escondía la “Beba”. Los oficiales a cargo del secretario de Seguridad Pública estatal, David Portillo Menchaca ejecutarían al capo en el interior del inmueble y detendrían a su hermano.
Sobre esta versión, la Fiscalía del estado de Guerrero emitió una tarjeta informativa donde desmintió los datos y señaló que el cuerpo fue encontrado gracias a una llamada anónima.
El cadáver de la “Beba” presentaba múltiples impactos de bala en la cabeza y fue encontrado en la sala envuelto entre sábanas por las autoridades.
Sin embargo, la segunda hipótesis revelada por el medio mexicano apunta a que su muerte fue producto de una división entre los líderes de Guerreros Unidos y la Policía Comunitaria de La Tecampanera, un brazo armado encabezado por Alberto y Juan Carlos “R”, quienes habrían atacado la casa de seguridad.
Esta versión cobra más fuerza al considerar que el pasado 15 de enero se volvió pública la división de la organización delictiva. Un grupo de civiles emboscó a los miembros de la autodefensa en un reten de Chapa, sobre la carretera de Iguala.
En respuesta, civiles armados cercanos a la “Beba” bloquearon por casi 12 horas la vía federal para responsabilizar a los hermanos “R” de las muertes en la emboscada.
Guerreros Unidos es una organización delictiva que esta involucrada en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Particularmente señalados en el momento que la Policía Municipal de Iguala abrió fuego en contra de los autobuses de estudiantes bajo la instrucción de evitar que salieran de la ciudad.
Por otro lado, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez señaló que una investigación reveló que el alcalde ese ese municipio José Luis Abarca y a su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, tenían vínculos estrechos con Guerreros Unidos.
Fue en este punto cuando las autoridades comenzaron a culpar del hecho a la disputa que había entre este grupo y “Los Rojos” en la zona por el control en la producción de heroína.
Según el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, luego de capturar a los estudiantes, los policías de Iguala y Cocula los entregaron a Guerreros Unidos quienes pensaron que el contingente de estudiantes era un comando de “Los Rojos” que intentaba de apoderarse de Iguala.
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