“Él mismo se ha convertido en ‘Chachalaca’”: la durísima crítica de Anabel Hernández a AMLO por sus quejas sobre las restricciones del INE

“Yo lo único que puedo comentar es que no debe de confundirse propaganda con información. ¿Qué es propaganda? El que yo esté llamando a votar por un partido de manera directa o simulada. ¿Cuál es la palabra? Subliminal”, es la respuesta que ha reiterado todavía este miércoles el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante los señalamientos del INE sobre la transmisión de las conferencias matutinas del mandatario durante el próximo periodo electoral.

Y es que uno de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, protagoniza esta semana, junto con AMLO, una serie de dimes y diretes sobre el tema. Córdova señaló el pasado lunes que a principios de abril, una vez que empiecen las campañas electorales oficialmente, se suspenderá la transmisión íntegra de las “mañaneras”, al representar un acto de propaganda gubernamental. El presidente lo tachó de censura.

Un día después, el consejero electoral sostuvo: “Nadie ha propuesto suspenderlas o cancelarlas”, y señaló que los criterios vigentes, que se han aplicado en los últimos dos años, “establecen que durante las campañas electorales se debe suspender la transmisión íntegra de esas conferencias” ya que “al realizarse en ellas una promoción de logros de Gobierno, constituyen propaganda gubernamental, cuya difusión está prohibida durante las campañas por la Constitución”.

El exconsejero del antiguo IFE, Alfredo Figueroa, recordó en entrevista con la periodista carmen Aristegui que las reformas a la ley que precisan tales mandatos de que ningún presidente usaría elementos públicos para hacerles campaña a sus partidarios fueron establecidos, precisamente, tras las acusaciones de fraude electoral que el mismo López Obrador hizo en contra de Vicente Fox, entonces presidente de México.

En el mismo diálogo, la periodista Anabel Hernández señaló que es extraño que sea el propio Andrés Manuel el que retrocede en sus propios planteamientos, “se ha convertido él mismo en ‘Chachalaca”, señaló en referencia a cómo el ahora presidente criticaba al panista Fox.

“En 2006, en la campaña presidencial, Vicente Fox trataba de incidir en la tendencia electoral. Y un día el propio Andrés Manuel López Obrador, un día desesperado –y me parece con justa razón– le dijo al presidente de la República, que entonces era Vicente Fox ‘ya cállate, chachalaca’. Ese era el nivel de enojo de AMLO tratando de contener la propaganda que en ese momenton Fox estaba transmitiendo a través del uso presidencial de la palabra (...) cualquier evento público lo ocupaba en hacer comentario tendenciosos, de descalificación e incluso ofensivos”, en contra de sus adversarios u opositores, recordó Hernández.

Entonces la periodista especializada en temas del crimen organizado se extrañó de que ahora AMLO defienda incluso lo que le recriminaba a Fox quien intentaba “apropiarse de toda la discusión y de, sin ninguna restricción, estar insultando y combatiendo a aquellos que no formaban parte de su ideología o de su partido político (...) Andrés Manuel López Obrador ahora está defendiendo este derecho y dice que es censura una orden, un acato a la Constitución”.

“Es necesario que el Poder Ejecutivo se mantenga al margen de cualquier tipo de opinión pública, personal o política, sobre las campañas electorales o el ejercicio del poder”, añadió Anabel Hernández.

Pero, pese a que gran parte de las conferencias matutinas el mandatario las utiliza para hacer observaciones y comparaciones con los gobienro anteriores –que como son oposición podría considerarse como propaganda implícita– López Obrador sostiene: “No, nosotros no vamos a hacer eso, nunca lo hemos hecho, sería ir en contra de nuestros principios, contra eso luchamos durante mucho tiempo, eso que no vio el director del INE, porque se hacía de la vista gorda, que hacían los gobiernos anteriores, hasta el pasado gobierno”.

Incluso para volver a establecer la diferencia entre su gobierno y los antecesores señaló: “Existe el testimonio, que daba hasta pena, que alguien que había actuado, se había desempeñado como rector de la UNAM, terminara de matraquero del PRI. Eso nosotros no lo podríamos hacer por ningún motivo, sería traicionarnos a nosotros mismos, si siempre estuvimos en contra de eso; o usar el dinero del presupuesto o comprar votos, o repartir despensas, frijol con gorgojo para obtener los votos, traficar con la pobreza de la gente. No, no somos iguales”.

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