“Unidad y movilización”, repite Mario Delgado siempre que tiene la menor oportunidad. “Las claves para ganar en las elecciones de 2021 son la unidad y la movilización”, completa el dirigente nacional de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el primero de los fundamentos para el éxito legislativo ha fracasado en el inicio del proceso interno para elegir a sus candidatos.
El último caso que evidencia una fractura en la unidad del partido fue uno de los más polémicos. El miércoles pasado, Delgado anunció que el senador Félix Salgado Macedonio, acusado por supuesto abuso sexual, será el candidato morenista para la gubernatura de Guerrero, uno de los botines más grandes en las elecciones del próximo 6 de junio.
Sin embargo, las críticas no han cesado tras la designación, no solamente por las acusaciones contra Salgado Macedonio, sino de parte de su principal rival, el aspirante Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, hermano de la influyente secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, anunció este fin de semana que agotará “todas las instancias” internas para “esclarecer el proceso”.
“Hemos comunicado a nuestros compañeros que pediremos transparentar el método utilizado para la selección de candidato, agotaremos todas las instancias de nuestro partido para esclarecer el proceso”, aseguró en redes sociales Sandoval.
“Daremos la lucha con la seguridad de que la defensa de los principios fundamentales de Morena nos fortalece como movimiento. El espíritu del movimiento no es la ambición por los cargos públicos, es la posibilidad de construir un futuro de bienestar para las y los guerrerenses”, concluyó el ex delegado federal en la entidad que buscaba gobernar.
Este no es el primero ni será el último cuestionamiento al proceso interno de Morena, que ha sido señalado desde distintos frentes internos en las últimas semanas por diversos actores políticos, los cuales tienen en común una característica: todos ellos perdieron frente a alguien más la carrera interna por una candidatura en alguno de las 15 entidades que renovarán a su gobernador en unos meses.
John Ackerman, el comentarista y esposo de Irma Eréndira Sandoval, y por lo tanto cuñado de Amílcar Sandoval, incluso fue más allá después de conocer que su familiar no sería el candidato del partido de López Obrador en Guerrero: aseguró que la decisión significaba un “quiebre histórico” para Morena.
“Queda perfectamente claro que la decisión que se tomó no fue con base en ningún ‘ejercicio técnico’ que haya ‘tomado en cuenta la opinión de la ciudadanía’ sino que fue una decisión estrictamente política en donde se privilegió un perfil profundamente cuestionado”, añadió el columnista, un férreo defensor del gobierno morenista.
Ackerman se refirió al método elegido por Morena para seleccionar a sus abanderados en las 15 gubernaturas en juego en 2021: las encuestas. Sin embargo, de este procedimiento, la ciudadanía en general, la militancia del partido e incluso los candidatos, conocen muy poco. Sin embargo, los únicos que no han pedido más transparencia son aquellos que obtuvieron la candidatura.
Por el contrario, los que se quedaron sin opciones de representar al partido en los comicios donde Morena parte como gran favorito han alzado la voz. Algunos, como el senador Cruz Pérez Cuéllar, anunció hace un par de semanas que impugnaría el proceso interno para elegir al candidato de Chihuahua por el partido en el poder y donde él mismo participó como aspirante.
El legislador chihuahuense incluso dio un paso más y acusó a Gabriel García Hernández, el coordinador de los delegados federales del gobierno López Obrador, como “responsable directo de la manipulación del proceso de selección de candidatos al interior” del partido, así como de “cucharear” las encuestas en favor de sus favoritos (cuatro candidatos de los 15 fueron delegados bajo su mando).
Otros se encuentran analizando sus opciones legales y políticas, como el empresario Gerardo Vargas Landeros, que se quedó corto en su aspiración por la candidatura al gobierno de Sinaloa frente al senador Rubén Rocha. Los sinaloenses me eligieron a mi candidato de Morena y reto a Mario Delgado a mostrar las encuestas donde se apoya para la designación tramposa de Rocha Moya”, lanzó.
Por su parte, el senador José Narro Céspedes, precisó que en el caso del proceso interno para definir al abanderado morenista en Zacatecas, la comisión del partido encargada de realizarlas las hizo por medio de cuestionarios telefónicos para definir al ganador. “No son confiables ni certeras”, dijo el legislador, que además acusó de que la composición de la muestra no reflejaba la verdadera conformación de la entidad.
Pero es hasta ahora la diputada federal Claudia Yáñez quien ha tomado las acciones más contundentes luego de perder la candidatura, en este caso a la gubernatura por el estado de Colima. La legisladora renunció la semana pasada a su militancia en Morena, citando “intereses oscuros y acuerdos cupulares” en el proceso interno.
“Soy consciente de que, destruida la institucionalidad del partido y convertido éste en apéndice de una retorcida y cuestionable estructura electoral paralela, sería ocioso acudir ante su Comisión Nacional de Honestidad y Justicia a denunciar el agravio”, aseguró Yáñez en su misiva de renuncia, consultada por Infobae México.
“Todo esto sólo nos afecta a nosotros”, aseguró a Infobae México un militante de Morena que pidió mantener la anonimidad para expresarse con candidez sobre la situación actual del partido. “Es una mala decisión de la dirigencia ser tan reservados con los detalles de las encuestas, pero también algunos candidatos no aceptan que pueden perder”, añadió.
El militante, del Estado de México, manifestó que, de seguir con este tipo de problemas, el partido podría perder gubernaturas en las que es amplio favorito. “Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo, no han sido los conservadores (la oposición) hasta ahora, sino aquí mismo”, concluyó.
Las fracturas internas podrían quedar aún más expuestas –y más profundas– en las próximas semanas, cuando la selección de candidatos a las diputaciones federales en juego comiencen a definirse, ya que habrá diferentes factores a considerar: una abrumadora mayoría de los legisladores actuales buscarán la reelección, además de la alianza del partido con otras organizaciones y el uso de encuestas también en este proceso.
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