Ni la Guardia Nacional, ni las alertas nacionales de quedarse en casa por la pandemia. Nada impidió que la ola homicida que sufre México siguiera creciendo. Sin embargo, el último mes del 2020 registró sus cifras más bajas de este delito con 2,194 asesinatos, es decir 70.8 diarios.
Los números dados a conocer por la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, la Defensa Nacional, la Marina, la Fiscalía General de la República y el Centro de Inteligencia indicaron que los homicidios dolosos de 2020 registraron una ligera disminución (34,523), si se le compara con 2019, el primer año de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, cuando se reportaron 34,648 asesinatos.
Aunque México se encaminaba a superar el récord de 2019, Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), afirmó que en noviembre y diciembre hubo disminuciones anuales en las víctimas de homicidios.
Son decenas de casos todos los días en la mayoría de los estados del país. Sólo el lunes 28 de diciembre fueron 90. Una vez más había llegado el día más violento de diciembre, según los datos del Informe de Seguridad diario emitido por el propio gobierno de López Obrador.
En otra jornada de terror, un río de sangre atravesó el país los días 2 y 3 de diciembre cuando se registraron 85 homicidios dolosos.
El informe de homicidios de estos días describe cuáles son actualmente las zonas más críticas del país, en donde la guerra entre grupos del crimen organizado no han hecho sino escalar y recrudecerse sin freno.
En buena parte, los 2,194 asesinatos que dejaron estos días vinieron de Guanajuato, Michoacán, Baja California y Jalisco.
En este último estado, el Cártel Jalisco Nueva Generación ha abierto frentes de guerra. La organización criminal dirigida por Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”, esta detrás del asesinato del ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, el pasado 18 de diciembre.
La gubernatura de Sandoval, de 2013 a 2018, estuvo marcada de principio a fin por enfrentamientos de ese cártel, que más se fortaleció durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Jalisco, a pesar de ser una de las ciudades que tiene mejor percepción de seguridad, tiene una presencia y dominación plena del CJNG, que ha demostrado ser dueño y señor de las calles de la entidad desde hace años.
En Michoacán, el cártel de las cuatro letra avanza por las sierras, donde el crimen organizado pretende afianzarse tierras y espacio electoral. En esta entidad, de 33 millones de habitantes, se libran sangrientas batallas en zonas abandonas por las autoridades.
Pese a que el gobierno ha insistido en apuntar la violencia en ciertas entidades, la violencia generalizado rompe con la lógica de dinámicas regionales y focalizadas.
Este mes se espera que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública publique las estadísticas oficiales sobre la incidencia delictiva correspondiente a diciembre de 2020.
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