De Fátima a Ingrid Escamilla: los atroces feminicidios que marcaron 2020

No solo la pandemia del COVID-19 marcó el 2020. Lamentablemente la violencia de género y los feminicidios fueron otro aspecto que se llevó muchas vidas inocentes este año, muestra de ello son las caras de algunas mujeres y niñas como Ingrid Escamilla o Fátima Aldrighetti que a través de sus tragedias han visibilizado a otras que siguen desaparecidas y sin tener justicia.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), más de 10 mujeres fueron asesinadas a diario durante enero de este año. Las cifras destacan que durante el primer mes del 2020 hubo un total de 320 casos de este tipo.

Además, los feminicidios aumentaron en este año. Según el informe de seguridad nacional, de enero a octubre se registraron 801 feminicidios en México, es decir, 12 más que los registrados en el mismo periodo del año anterior.

Sin embargo, aunque se registraron cientos de casos, las caras de algunas de ellas han sido estandartes de lo cruel que son los casos de feminicidio.

Fátima Cecilia Aldrighett

El caso de la pequeña Fátima conmovió a todo el país en el mes de febrero. Desapareció en la puerta de su primaria Enrique C. Rébsamen, ubicada en Santiago Tulyehualco, en la alcaldía de Xochimilco, tiempo después se reveló que fue secuestrada, abusada sexualmente y asesinada.

El cuerpo de la niña de siete años apareció hasta el día 15 del mismo mes, envuelto en una bolsa de plástico, con signos de tortura y huellas de violación. El hallazgo se dio en un terreno baldío en Tláhuac.

Las autoridades le dieron seguimiento al caso, logrando detener a los responsables. Se trató de una pareja; ella, quien era conocida de la menor y su madre se la llevó al sujeto quien le exigió “una novia”, o de lo contrario abusaría de sus hijas.

Ingrid Escamilla

En ese mismo mes se dio a conocer el caso de Ingrid, quien fue desollada (quitaron su piel) por su pareja en la alcaldía de Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México.

Su muerte fue tipificada como feminicidio, por la forma extrema de violencia que utilizó Erick Francisco “N” en contra de ella.

El sujeto de 46 años, confesó que tras una discusión de celos, acuchilló a Ingrid y le cortó la piel desde el rostro hasta las rodillas en el departamento donde habitaban en la colonia Vallejo. También reveló que extrajo diversos órganos de la joven y los arrojó por el drenaje.

Alicia Cortés

Alicia era madre de dos adolescentes, fue encontrada el pasado marzo dentro de una cisterna en una casa propiedad de Marco Antonio ‘N’, quien era su jefe y pareja sentimental.

El día que desapareció fue a terminar la relación laboral y sentimental con el sujeto, quien de acuerdo con sus familiares era muy posesivo; nueve días después fue encontrada sin vida y con signos de violencia.

Antes de que las autoridades localizaran el cuerpo de Alicia, su familia había denunciado a su expareja como el principal sospechoso, sin embargo, afirman que no les prestaron atención hasta que bloquearon la avenida Observatorio.

Ana Paola

Ana Paola tenía 13 años y el sueño de ser bailarina, pero en abril fue asesinada dentro de su propia casa en Nogales, Sonora, cuando esperaba a que su madre regresara con víveres, ya que debido a la pandemia por COVID-19 se quedaban en confinamiento.

De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de Sonora, el padre de Ana Paola se comunicó con la madre, pues había visitado el domicilio y no localizaba a la niña. Después de esa llamada, la madre regresó a su casa, donde esperaban elementos de la policía, quienes ubicaron a la menor en una de las recámaras “con signos de violencia en el rostro, al parecer golpes”, según un comunicado de las autoridades.

Su caso tuvo una gran repercusión, pues además de llegar a las manos de la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH), llegó hasta la ONU Mujeres, quienes condenaron el hecho, dieron apoyo a los familiares e intervinieron para que se lograra la detención del culpable.

Jessica González

Jessica González Villaseñor, era una joven profesora de 21 años de edad que apenas se había graduado como docente de educación básica y comenzaba su carrera.

Antes de desaparecer el 21 de septiembre en Morelia, la joven había expresado a sus conocidos su sueño, el cual era cambiar a la sociedad influyendo a sus pequeños alumnos a través de valores.

Cuatro días después de su desaparición fue hallada sin vida en zona boscosa al sur de Morelia. Presentaba signos de violencia como estrangulamiento. En octubre su ex pareja presunto feminicida, Diego Urik “N” fue detenido y vinculado a proceso.

Bianca Alexis

La última vez que fue vista Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado fue el 7 de noviembre pasado cuando salió de su casa en Cancún, Quintana Roo para hacer una venta, sin embargo, no regresó a su casa y un día después su cuerpo fue encontrado desmembrado.

La joven de 20 años fue localizada sin vida a 2.5 kilómetros de su domicilio. Su muerte causó gran conmoción, entre otras cosas, porque en sus redes sociales había condenado la violencia de género y reclamaba a quienes tomaban los cuerpos y las vidas de las mujeres como si fueran objetos inertes. Dichos mensajes se hicieron virales.

Por los hechos las autoridades detuvieron a tres sujetos quienes posteriormente confesaron el atroz crimen.

Cabe recordar que tras los hechos ocurridos, se realizó una gran manifestación en Cancún, la cual fue disuelta por policías que dispararon a los presentes. En ese evento se denunciaron detenciones arbitrarias, abuso sexual de parte de las autoridades a las aprehendidas, así como heridos de bala.

Lo anterior muestra que pese a la pandemia del coronavirus y el confinamiento la violencia contra las mujeres no disminuyó, sino por el contario aumentó. Ellas solo son las caras de algunos casos, detrás hay cientos más.

“Las muertes violentas de mujeres -feminicidios y homicidios dolosos-, no cesaron ni disminuyeron durante los meses que llevamos de pandemia. Esto nos duele y duele mucho”, señaló Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) en octubre pasado.

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