La clase política mexicana se caracteriza por estar rodeada de lujos, comodidades y extravagancias. Sin embargo, la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la silla presidencial puso en tema las fortunas de quienes ostentaron cargos en el sector público, pues el actual mandatario mexicano aseguró que en su Gobierno no se repetirían comportamientos de este tipo.
“Fíjense el nivel de irracionalidad al que se había llegado, el nivel de enajenación con el lujo, con los privilegios, que se atrevieron a ponerle a este avión José María Morelos y Pavón. A lo mejor si le hubiesen puesto Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna, Porfirio Díaz, Carlos Salinas de Gortari, tendría más apego a la realidad. ¡Cómo hacer todas estas cosas! Era otro mundo”, señaló López Obrador al hablar en su conferencia de prensa matutina sobre el avión presidencial, una ostentosa aeronave comprada al final del mandato de Felipe Calderón y entregada a su sucesor, Enrique Peña Nieto.
Salvador Cienfuegos Zepeda y su acrecentada fortuna
Se han encontrado múltiples disonancias entre los ingresos de ex funcionarios de gobierno y los bienes a su nombre. El más reciente fue el general Cienfuegos, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desde el 1 de diciembre del 2012 hasta el 30 de noviembre del 2018, es decir, estuvo todo el período presidencial de Enrique Peña Nieto.
Cuando este asumió el puesto, tenía cuatro casas, dos vehículos tipo sedan (Chevy 1999 y una Suburban 2001), menaje de casa, una cuenta bancaria y una tarjeta de crédito. Asimismo, se estipuló que su sueldo mensual era de 200.007 pesos.
De acuerdo con la declaración patrimonial de Cienfuegos Zepeda ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), sus bienes pasaron de 7,6 a 19,6 millones de pesos al terminar su ejercicio como secretario.
Dentro de esta última cifra, se encuentran incluidos dos automóviles de lujo (un Hummer y un Audi) valuados en 5,7 millones de pesos, en donde aclaró que la camioneta fue una donación, una cuenta bancaria, con 13,8 millones de pesos, un adeudo de 1,7 millones de pesos por la compra de un vehículo (el Audi) y 6,5 millones más por venta de propiedades.
Las propiedades de García Luna en Miami, Florida
Mientras Felipe Calderón Hinojosa se encontraba al frente de la Presidencia de la República (2006-2012), Genaro García Luna fue una pieza fundamental en muchos aspectos de su Gobierno. Este ocupó el cargo de secretario de Seguridad Pública y hoy se encuentra preso en Nueva York, luego de que las autoridades de Estados Unidos lo detuvieran el pasado 10 de diciembre de 2019, acusándolo de tres cargos relacionados con el narcotráfico y uno más por mentir.
Sin embargo, antes de ser arrestado, su vida estaba rodeada de lujos. En 2012, después de anunciar su retiro como funcionario federal, García Luna se mudó a Miami, donde pasó sus días en plena comodidad y lujos en una residencia situada en el Golden Beach, Florida, en Estados Unidos.
En agosto de 2018, las autoridades estadounidenses ya habían iniciado la investigación en contra del ex secretario, aún así, García Luna y su esposa compraron propiedades por 5,10 millones de dólares, unos 96 millones de pesos.
Se trata de cuatro despachos en una torre médica, una oficina y un departamento, ubicados en un complejo comercial y residencial en Aventura Park Square, en Aventura, Florida.
El Partenón de Arturo el Negro Durazo
Durante el mandato presidencial de José López Portillo (1976-1982), Arturo Durazo estuvo al frente de la Dirección Federal de Seguridad del Distrito Federal. Acusado por delitos como acopio de armas, fraude, evasión fiscal, contrabando y por haber adquirido veinte mansiones en México, Estados Unidos y Canadá, el general fue detenido el primero julio de 1984 en San Juan Puerto Rico.
Entre las propiedades que le pertenecían, se destaca El Partenón, llamado así por su similitud con una el templo de Atenas. Sin embargo, luego de su detención, el inmueble quedó bajo resguardo del Gobierno Federal, y en 1988 fue expropiado por la administración estatal de Guerrero. A partir de entonces, se han desatado disputas legales a nombre de la familia de Durazo para recuperarlo.
De acuerdo con las narraciones del escritor José Agustín en su libro Tragicomedia Mexicana 3, esta casa tenía elevadores, esculturas griegas, caballerizas, y se extendía sobre un terreno de 20.000 metros cuadrados.
El parthenon de Zihuatanejo… tenía un lago interior con olas mecánicas y cascadas, albercas, discotecas para 1.000 parejas, ¡doce elevadores para subir al primer piso!, sala de automóviles de colección, caballerizas, esculturas griegas y su debido aeropuerto
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