El canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, informó este jueves sobre la deportación del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, ocurrida el día de ayer por la tarde, luego de que una juez federal de Estados Unidos desestimó los cargos por narcotráfico, por los que había sido detenido el 15 de octubre pasado en Los Ángeles, California.
El secretario de Relaciones Exteriores leyó el comunicado que emitió la Fiscalía General de la República, informando que ya había llegado en territorio mexicano el general en retiro, y que se le avisó de la investigación que la fiscalía está llevando en su contra.
Ebrard destacó que la juez federal de Estados Unidos decidió en sentido favorable a la petición del Departamento de Justicia de EEUU, y dijo, es por la confianza y cooperación que existe entre ambas naciones.
“Hay confianza tanto en los Estados Unidos, como en México, de que la investigación correspondiente será una investigación con los más altos estándares de efectividad y de honestidad, y con esa confianza se respaldan a la Fiscalía General de la República (FGR) y al Poder Judicial de México, lo cual nos parece algo muy significativo, proviniendo también de las autoridades judiciales de EEUU”, indicó el canciller mexicano.
Ebrard afirmó que la investigación que realiza la FGR sobre el caso del general Salvador Cienfuegos, recién trasladado de Estados Unidos, está “a la altura del prestigio de México y de la dignidad” del país.
“La posición de México que es defender su dignidad y de sus instituciones, y nuestras las fuerzas armadas, sí, defender la dignidad pero de ningún modo permitir la impunidad.
México ha hecho eso, defender su dignidad su prestigio, y también se habrá de hacer justicia conforme a la ley mexicana dispone, las investigaciones que llevará a cabo la FGR.
Sobre esta base, se ratifican, las bases que deben guiar la cooperación con los dos países, si hay alguna investigación, indagatoria, indicio de corrupción de corrupción con la delincuencia; que se le haga del conocimiento a la autoridad mexicana, que México sabrá aplicar la ley...
Que quienes resulten responsables, en su caso, de acuerdo a nuestras leyes sean juzgados, procesados y sentenciados en México , por México y no en otros países”, aseveró Ebrard Casaubón.
Salvador Cienfuegos, secretario de Defensa en el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), llegó a México ayer, después que le desestimaran los cargos en Estados Unidos a petición de México, donde supuestamente habría cometido delitos de narcotráfico y lavado de activos.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores destacó que la decisión de la jueza estadounidense al desestimar los cargos “respalda a la FGR y al poder judicial de México”, algo que no tiene precedente.
“No tenemos la menor duda que la FGR llevará al cabo, a cargo del doctor (Alejandro) Gertz Manero, una investigación a la altura del prestigio de México y de la dignidad de nuestro país”, enfatizó.
Ebrard reiteró que la posición de México es defender su dignidad, de sus instituciones y de las fuerzas armadas, sin permitir la impunidad, “de ningún modo”.
Lo anterior, en un claro mensaje a Estados Unidos, que no avisó a México de la detención de Cienfuegos en suelo estadounidense.
“La base de la cooperación internacional es que si hay alguna investigación indagatoria, indicio de corrupción, de colusión, con la delincuencia, que se le haga de conocimiento a la autoridad mexicana, que México sabrá aplicar la ley”.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que corresponde al Poder Judicial definir si Cienfuegos es culpable o no.
“Sin que haya impunidad pero sin que tampoco se fabriquen delitos”, añadió.
“No porque se trata de agencias o instancias judiciales de otros países ya ellos son los poseedores de la rectitud y de la justicia”, indicó sobre los cargos que Estados Unidos imputaba al exsecretario de Defensa.
Además, rechazó que se amenazara a la DEA con no actuar de nuevo en México e incluso expulsar a sus agentes, como han indicado medios estadounidenses.
“No amenazamos a nadie, lo único que hicimos fue, por la vía diplomática, expresar nuestra inconformidad y nos entendieron muy bien”.
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