En el año 2005, la obesidad se colocó como la causa número 1 de muerte en México y la principal causa de hospitalización. 15 años después, continúa siendo un problema en la población mexicana de todos los grupos de edad y de todas las regiones del país.
Y es que de acuerdo con los resultados de la encuesta la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018-19), llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la prevalencia nacional de obesidad es México es más alta que en el promedio mundial, pues pasó de 72.5% en 2016 a 75.2% en 2018, tanto en hombres como en mujeres.
No obstante, las mujeres se ven significativamente más afectadas por problemas de obesidad, pues 3 de cada 4 adultos padecen sobrepeso u obesidad, pero el 76.8% de las mujeres mexicanas padecen alguna de estas condiciones frente a 71% de los hombres.
En cuanto a la población joven, la encuesta arrojó que el sobrepeso y la obesidad aumentó más de 10 puntos porcentuales en los adolescentes entre 2012 y 2018; para 2012 se calculaba que la prevalencia de sobrepeso y obesidad era de 27.9%, mientras que mientras para 2018 fue de 38.5%.
Lo anterior significa que casi uno de cada cuatro mexicanos de entre 12 y 19 años de edad padece alguno de estos problemas.
Por su parte, el promedio de la población infantil que se encuentra en edad escolar, la prevalencia de obesidad y sobrepeso aumentó 1 punto porcentual, al pasar de 34.5% en 2012 a 35.5% en 2018.
Asimismo, la prevalencia de sobrepeso más obesidad en la población menor de cinco años de edad se observó un 6.8% en 2018. Esta prevalencia es menor a la observada en 2012 (9.7%) pero ligeramente mayor a la observada en 2016 (5.8%).
Por otro lado, el documento revela que el 10.3% de la población mexicana padece diabetes (8.6 millones de personas), y la prevalencia en mujeres pasó de 9.7% en 2012 a 11.4% en 2018, mientras que en los hombres aumentó de 8.6% a 9.1% en el mismo periodo.
De igual manera, se documentó un elevado consumo de bebidas y alimentos que aumentan el riesgo de enfermedades y muerte prematura. Bajo ese contexto, las bebidas no lácteas endulzadas permanecen como las favoritas de consumo en mexicanos y mexicanas; seguidas por la comida chatarra; luego botanas; dulces y postres; cereales dulces; y antojitos mexicanos.
Sobre el consumo consumo excesivo de alcohol en adultos alcanza el 43.6% en hombres y 23.5% en mujeres.
Cabe recordar que con el fin de detener y reducir las alarmantes cifras anteriores, el pasado jueves primero de octubre entró en vigor el nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas, como respuesta al elevado número de casos de sobrepeso y diabetes en México.
Derivado del proceso legislativo del 29 de octubre de 2019, se aprobaron las reformas a la Ley General de Salud, para establecer el etiquetado frontal en donde se advirtiera de manera clara, veraz, rápida y simple sobre el contenido que exceda los niveles máximos de nutrimentos críticos e ingredientes.
Así pues, los empaques de productos que cumplan con estas características deberán mostrar un sello negro de forma octagonal que advierta si el contenido incumple con los niveles saludables de azúcares, calorías, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
“Entre más número de sellos se deberá considerar como alerta de consumo o del alimento o bebida no alcohólica ya que el producto puede ser poco saludable”, explica la dependencia en la Revista del Consumidor de octubre 2020.
El nuevo etiquetado busca ser entendible por todos, incluso por niños. De esta manera, cuando tengan la inquietud de comprar un producto con uno o varios sellos podrán decidir si es conveniente comprarlo.
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