El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sigue recibiendo fuertes críticas debido a su negativa de reconocer y felicitar a Joe Biden por su triunfo en las elecciones en Estados Unidos, como pronosticaron todas las proyecciones este sábado.
Con esta decisión, el mandatario mexicano se sumó a una corta lista de líderes alrededor del mundo que no han felicitado al ex vicepresidente estadounidense y los cuestionamientos por su decisión han sido feroces tanto en México como en el país vecino del norte.
Una de los señalamientos más duros desde el otro lado de la frontera llegaron de Veronica Escobar, una congresista Demócrata que obtuvo su reelección la semana pasada para seguir representando al Distrito 16 de Texas, en las afueras de la ciudad de El Paso, a unos minutos de tierras mexicanas.
“AMLO ha sido un co-conspirador en los esfuerzos de Trump por socavar los derechos humanos de solicitantes de asilo vulnerables”, aseguró en sus redes sociales la integrante de la Casa de Representantes, citando un mensaje que daba a conocer que López Obrador no felicitaría a Biden todavía.
Este sábado, el mandatario mexicano, de quien Trump ha dicho varias veces que es su “amigo”, dijo que esperaría “a que terminen todos los asuntos legales” en las elecciones estadounidenses para felicitar a Biden. “No queremos ser imprudentes, no podemos actuar, queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y del derecho ajeno", indicó.
Esta situación generó reacciones inmediatas entre los congresistas estadounidenses. El influyente representante del Distrito 20 de Texas, Julian Castro, se lanzó contra López Obrador por su respuesta. “Esto representa un verdadero fracaso diplomático del presidente de México”, dijo.
Esto, añadió, en un momento en que la administración entrante de Biden busca marcar el comienzo de una nueva era de amistad y cooperación con México.
Escobar, por su parte, acusó directamente a López Obrador de colaborar con Trump en su política migratoria, una de las más señaladas del gobierno estadounidense en los últimos cuatro años, que ha recibido incluso el calificativo de xenófoba.
México se convirtió en los últimos años en el país de facto al que Estados Unidos ha enviado a todos los migrantes que llegan a aquel país para esperar por sus solicitudes de asilo, y logró, a través de amenazas en el aumento de aranceles, que la administración de López Obrador frenara dramáticamente la entrada a través del país de migrantes centroamericanos.
Además, Trump y López Obrador han tenido una buena relación, coronada en julio pasado cuando el segundo visitó Washington D.C. para realizar una cumbre con el primero por la entrada en vigor del T-MEC, el nuevo acuerdo de libre comercio entre ambas naciones y Canadá.
En aquel momento, López Obrador también fue criticado por realizar el viaje cuando el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, decidió no participar. Los más severos aseguraron que el mandatario mexicano había colaborado a la campaña de reelección de Trump.
La situación se acentuó cuando AMLO se negó a reunirse con Biden, citando preocupaciones por una posible interferencia electoral, cuando en 2012, con el mexicano como candidato, el entonces vice presidente de Barack Obama sí aceptó reunirse en la previa de las elecciones mexicanas.
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