El asesinato de dos niños indígenas mazahuas que vivían en el centro de Ciudad de México, y eran hijos de dos comerciantes ambulantes, ha conmocionado a todo el país.
El día de ayer los padres acudieron al forense para identificar los cadáveres mutilados. Apenas eran unos niños. Yair tenía 12 años y Héctor Efraín, 14. Los dos eran hijos de indígenas mazahuas de San Antonio Pueblo Nuevo, Estado de México, y vivían en la ciudad desde pequeños. Solían acompañar a sus padres en las horas de trabajo. Todos eran comerciantes ambulantes.
La jefa de gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum, deslizó ayer la posibilidad de un ajuste de cuentas por temas de narcomenudeo. Sin embargo, Karina, la madre de los niños, negó que sus hijos tuvieran algún tipo de vinculo con el crimen organizado y pidió que por favor ya “no les ocasionen más problemas” a ella y a su familia.
“Si nos citan a las audiencias si vamos a presentarnos, pero por ejemplo, pedir justicia, la verdad ya no, ya no queremos más problemas... Ya lo que queremos es que nuestros hijos estén descansando y que Dios se encargue de lo que se tenga que encargar. Eso de que eran de La Unión y que iban a vender y que trabajaban para ellos, todo eso es mentira, eran unos niños de casa que no se metían con nadie”, dijo la madre al periódico Milenio.
Los niños desaparecieron la noche del 28 de octubre, luego de que fueron “a dar gracias” a San Judas Tadeo en su día. Posteriormente Héctor y Yair irían a unos “arrancones”, pues eran aficionados a las motos de pista.
El periódico mexicano El Universal dio a conocer que la persona con la que desaparecieron los menores era conocida para ellos. Las cámaras del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la CDMX (C5) captaron los últimos momentos con vida de ambos menores.
Además, señaló que Héctor le habría pedido a Yair que lo acompañara con su novia a los “arrancones” de motos, donde supuestamente habían planeado verse. Sin embargo, no llegaron a su destino porque fueron torturados, asesinados y descuartizados.
En las imágenes de las cámaras, relatan los periodistas David Fuentes y Kevin Ruiz, se observa como los menores se suben a una motocicleta que pasó por ellos. Las autoridades suponen que lo conocían porque no pusieron resistencia para abordar el vehículo e, incluso, lo saludaron.
El último momento en que una cámara captó la moto fue cuando ingresó en la vecindad número 49, ubicada en la calle República de Chile, de donde nunca se les vio salir y donde, se cree, fueron asesinados.
Hasta el momento habría tres principales líneas de investigación sobre el caso. La primera es que quedaron atrapados en medio de una confrontación entre la Unión Tepito y la Anti-Unión, dos de los cárteles delictivos más grandes de la capital.
En segundo lugar se encuentra la posibilidad de que el móvil tuviera que ver con una disputa amorosa, pues Héctor, de acuerdo con el medio mexicano, habría estado cortejando a una adolescente de 14 años, cuya pareja se dedicaba a vender drogas.
Finalmente, las autoridades tienen la hipótesis de que la muerte podría haber tenido que ver con que la madre de Héctor trabaja en el área de derechos humanos de la alcaldía Cuauhtémoc.
Actualmente la fiscalía analiza las llamadas telefónicas del teléfono de Héctor y estaría investigando al menos a seis personas que participaron en el homicidio de los menores.
La noticia fue dada a conocer por el reportero Héctor de Mauleón, quien anunció que arrestaron a Édgar Zúñiga cuando dos agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se movilizaron hacia la esquina de Chile y Belisario Domínguez para hacer un corte de circulación y así impedir que un grupo de motociclistas ingresara al antiguo Primer Cuadro.
Las calles desiertas provocaron que les llamara la atención un hombre que empujaba nerviosamente un diablito.
Sin embargo, cuando caminó cerca de los agentes se le cayeron dos cajas de plástico. Uno de ellos se acercó a ayudar y notó que de las cajas habían salido tres bolsas de plástico negro. “La persona quiso volver a meter las bolsas muy rápidamente, pero estaban pesadas, le costó trabajo”, relató el agente al periodista.
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