El aeropuerto de Santa Lucía, una de las obras emblemáticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, se está construyendo con material heredado del otro proyecto del mismo tipo que hace dos años la actual administración se empeñó en cancelar: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Así lo señala el medio El Financiero, haciendo referencia a información oficial a la que tuvo acceso, sbrayando que encontraron que a propósito del desmantelamiento del NAIM en Texcoco, mediante un contrato de donación por parte del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), se cedieron de manera gratuita elementos como tezontle, acero, material hidráulico, eléctrico y sanitario, así como campamentos, a la base aérea militar de Santa Lucía para su edificación a partir del 16 de diciembre de 2019 y hasta el año 2021.
Respecto a esto, dicho medio cita a Rogelio Rodríguez Garduño, doctor en Derecho Aéreo, quien advirtió que aunque la participación de las fuerzas armadas en la construcción del aeropuerto y la donación de los recursos es legal, deja mucho que desear en materia de transparencia.
"En el tema de transparencia no abona en lo absoluto, porque en los hechos la Sedena no está compuesta de albañiles o ingenieros, sino que subcontrata y en ese proceso hay una suerte de triangulación porque los que ejecutan la obra, los contratistas ya brincaron, es un puente que hace que se salten los procesos de licitación”, subrayó el experto para El Financiero.
Además, ese mismo diario señala que el contrato indica que los materiales del NAIM fueron donados por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, una empresa de participación estatal mayoritaria, a título gratuito y sin condiciones a la Sedena.
Entonces citan a René Armas Maes, vicepresidente comercial y socio de MIDAS Aviation, una firma de consultoría que se especializa en aviación en Londres. El analista indicó que la cancelación del NAIM fue un error que impidió a México ser un referente de la aviación.
“La decisión de cancelar un megaproyecto como el del aeropuerto NAIM fue incorrecta. El aeropuerto fue diseñado para cumplir los requerimientos de crecimiento de demanda a futuro tanto para vuelos nacionales como internacionales con una capacidad de atención de pasajeros de tres veces mayor a la demanda registrada en el 2019”, declaró Armas Maes al medio especializado en finanzas.
Asimismo destaca que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que es la encargada ahora del aeropuerto en Santa Lucía, indicó que desde el 16 de diciembre de 2019 al 19 de septiembre de este 2020, ha movido unos 2.7 millones de metros cúbicos de materiales pétreos, a través del Sindicatos Unidos y locales de transportistas, a un costo de cerca de 653.4 millones de pesos.
Así, con el acero estructural de Texcoco se realiza la terminal de pasajeros y la torre de control del aeropuerto de Santa Lucía, mismo que se sería inaugurado el 21 de marzo del 2022. La información consultada por El Financiero arroja también que los soldados mexicanos movilizaron, sin costo alguno, 27.4 millones de toneladas de acero, pero no entregó datos del suministro de este material que Grupo Gilbert Estructuras en Aceros, que además es contratista para el aeropuerto Felipe Ángeles, le habría vendido.
Además recuerdan que Gilbert fue la compañía ganadora para la compra de acero del cancelado aeropuerto en Texcoco, pero la operación fue echada para atrás por irregularidades en el proceso de licitación. Sin embargo toda la información de esa actividad está reservada por la Sedena, por cinco años, con el argumento de que la empresa estaba siendo auditada.
Y también añaden que el material hidráulico y sanitario que trasladado a la construcción en Santa Lucía –hasta ahora 14,066 piezas– también estuvo a cargo del Ejército, junto con la desmantelación de 10 campamentos, que serán utilizados como oficinas del personal que labora para el puerto aéreo Felipe Ángeles.
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