Quintana Roo ha vivido este 2020 su temporada más difícil.
A la pandemia del COVID-19, que dejó cao al turismo, se unió la amenaza de una temporada ciclónica más activa de lo normal, una nube de polvo procedente del Sahara, y también, por supuesto, la llegada puntual del sargazo, que no tardó en infestar las aguas turquesas del Caribe Mexicano.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, parece que se empieza a vislumbrar cierta luz al final del túnel, y aunque los huracanes se niegan por el momento a disminuir su actividad -con el acecho actual de la tormenta tropical Zeta sobre Cozumel- las cifras de visitantes han mejorado, y el sargazo ya empieza a desaparecer de las playas de la entidad.
Así, la Secretaría de Marina de México (Semar) informó que el 23 de octubre se dio por concluida la Operación Sargazo 2020, que logró recolectar 17 mil 865 toneladas desplegadas por distintas áreas marítimas del territorio quintanarroense.
La dependencia explicó que en el plan participaron un total de 24 embarcaciones; seis de ellas eran sargaceras de gran tamaño que fueron diseñadas y construidas por ingenieros y personal naval mexicano en los Astilleros de Marina, mientras que 17 eran navíos menores, y otro se dedicó a labores de investigación.
Además, cuatro barredoras y tractores completaron las tareas por tierra, al tiempo que una aeronave realizaba recorridos por zonas costeras de los municipios de Benito Juárez -donde se ubica Cancún-, Tulum, Cozumel, Isla Mujeres, Solidaridad, Puerto Morelos y Othón P. Blanco. En estas áreas también se instalaron a mar abierto más de 4 mil metros de barreras flotantes para contener el alga e impedir que llegara a la orilla.
Ahora, a punto de entrar en noviembre, el sargazo dará un respiro al estado y se espera que no regrese hasta mayo de 2021, época en la que inicia de nuevo la temporada. A la retirada del alga, se une el crecimiento de las tasas de ocupación hotelera, que aunque continúan siendo inferiores al 2019, se han recuperado desde los valores del 13 o el 14% que se registraban en junio, cuando reabrieron los alojamientos de la zona norte.
Según las cifras más recientes publicadas por la Secretaría de Turismo estatal, el 18 de octubre la ocupación en Cancún y Puerto Morelos era del 40.6%; mientras, en Cozumel y la Riviera Maya, el dato era similar, del 39.3% y 41.1%, respectivamente. En Chetumal, la cifra era algo más baja, con un 17.4%, pero en Isla Mujeres casi rozaba el 70%.
Al panorama favorable que se presenta hay que añadir que la entidad logró hace unas semanas cambiar a semáforo amarillo, con lo que las playas reabrieron al público y los hoteles podrán ocupar un 60% de su aforo total, al igual que los restaurantes, sitios históricos, parques temáticos, campos de gol y otros servicios del sector.
Al menos hasta el 30 de noviembre, la joya del Caribe Mexicano sí tendrá que enfrentar la intensa temporada de ciclones que se está registrando este 2020, y que parece que batirá todos los récords.
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