Versiones extra oficiales señalan que la riña entre agentes de la Fiscalía General del a República (FGR) y miembros de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI) de Baja California, fue porque las fuerzas locales intentaron rescatar a Pablo Edwin Huerta Nuño, El Flaquito, sicario de los Arellano Félix.
Esto sucedió por la tarde del pasado viernes 23 de octubre en Tijuana y aunque la información es confusa, pues no se ha emitido comunicado alguno por las autoridades, circulan dos versiones que finalmente encausaron en un hecho: una gresca entre agentes federales contra locales que elevaron la disputa a empujones y discusiones verbales.
Por un lado están las únicas declaraciones de Hiram Sánchez Zamora, fiscal central de Baja California, quien narró una persecución a una pick up que, al mostrar estrobos, le fue marcado el alto en la colonia 20 de noviembre, pero esa unidad habría omitido las indicaciones y aceleró la marcha hasta arribar la delegación de la FGR, ubicada en bulevar Abelardo L. Rodríguez 2930, Zona Urbana Río, Tijuana.
Al llegar a esas oficinas se desató un conato de bronca que Sánchez Zamora acudió a atender entre las 15:20 horas. En videos compartidos por redes sociales se observa que agentes de la GESI llegaron en auxilio de aquellos que viajaban en una camioneta blanca tipo Tahoe.
De acuerdo con reportes de Milenio, los del vehículo tipo Tahoe pidieron a los agentes federales que mostraran la orden de aprehensión, pues llevarían a un detenido, en este caso, al Flaquito. De ese modo, las fuerzas locales intentaban rescatar al capo de los Arellano Félix.
Presuntamente, el conflicto escaló tras la persecución y luego de que la camioneta blanca impactara a la pick up de los adscritos a la Agencia de Investigación Criminal de la FGR, justo al arribar a las oficinas de esta dependencia en Tijuana; debido a que pretendía cerrarles el paso.
Sánchez Zamora solo dijo a los medios que habría que preguntarle a la FGR si había algún detenido. La dependencia federal no ha reportado su versión de los hechos.
Sobre Abelardo L. Rodríguez acudieron agentes municipales para controlar el tráfico y el tránsito por esa zona estuvo cerrado por una hora.
Otra versión reportada por Zeta es que los miembros de la FGR apenas iban a cumplimentar una orden de arresto cuando fueron interceptados y, ante ese evento surgió un altercado, por lo que los agentes federales decidieron regresar a su base y ahí les intentaron cerrar el paso; el resto fueron los empujones y una discusión acalorada, incluso, con golpes de por medio.
Según justificó la Guardia Estatal, su personal circulaba por 20 de noviembre cuando se percató de un vehículo con vidrios polarizados, placas del Estado de México y balizada. Por ello quisieron averiguar, pues no vieron mayor identificación oficial.
En mesas de seguridad se acordó que aquellos automóviles con torretas serían intervenidos para verificar su pertenencia a alguna fuerza de seguridad.
Sergio Castañeda Sanchotena, subdelegado de la FGR en Tijuana, comunicó que haría un Informe Policial Homologado, según comentó a la prensa Sánchez Zamora, quien a su vez externó, haría lo propio para determinar la actuación de la GESI y deslindar responsabilidades.
Pero en redes sociales ya circula la versión extra oficial: Edwin Huerta Nuño, sicario de los Arellano Félix fue arrestado y los agentes locales pretendieron rescatarlo, de ahí la riña. Aunque ni la FGR ni la fiscalía de Baja California han confirmado esto.
El Flaquito, de 28 años, es presunto líder de una célula asociada con el histórico Cártel de los Arellano Félix que data de 1980 en Tijuana. Es encargado de la disputa territorial contra el Cártel de Sinaloa que en aquella frontera comanda Alfonso Arzate García, El Aquiles.
Formalmente, Huerta Nuño tiene una orden de arresto por el delito de secuestro agravado en la causa penal 06/2020, según reveló Zeta en marzo pasado y por la cual, el capo promovió un juicio de amparo en curso.
Pese a su corta edad es considerado un gran negociador, incluso, se reporta, ha hecho alianzas con el Cártel Jalisco Nueva Generación, facción que de apoco ha extendido sus operaciones en aquella ciudad fronteriza.
Aún con los múltiples rumores sobre su detención, las autoridades se han mantenido en silencio sobre el caso y lejos de aclarar, alientan hipótesis, como aquella que Sánchez Zamora negoció su liberación el pasado viernes o, por el contrario, que se encontraba fuertemente resguardado en espera de que fuera autorizado su traslado a la capital mexicana.
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