Una vez más, cuando todos los límites de la brutalidad parecían desbordados en Guanajuato, la narcoviolencia se saldó con más de 50 muertos este fin de semana. Cinco cabezas y tres cuerpos decapitados fueron hallados este lunes en los municipios de Romita, Celaya y Guanajuato.
Los asesinos dejaron un mensaje inquietante: "A consecuencia de los hechos que han afectado a gente inocente en sus negocios y comercios en los diferentes municipios del estado, invitamos a las personas a denunciar las extorsiones y el cobro de piso que realizan los pocos mugrosos que quedan. [...] A ustedes pinches pandilleros correlones, dejen de matar gente inocente y afectar los negocios, comercios y al pueblo en general. Sálganle a topar bola, principalmente a tu pinche mugroso “El Azul” y los "M" y a todos aquellos que apoyen a esos mata inocentes".
En el municipio Jaral del Progreso, que bordea las regiones Valle de Santiago y Santa Cruz de Juventino Rosas (bastión del Cártel de Santa Rosa de Lima) cinco personas murieron y cuatro resultaron heridas, cuando se llevaba a cabo un velorio en la colonia Emiliano Zapata. Según apuntan varios medios locales, el difunto era una persona cuyo cuerpo fue localizado en una de las fosas clandestinas en Irapuato.
En medio del terror de asistentes y testigos, los cadáveres quedaron tirados en la calle, lo mismo que los instrumentos de la banda que acompañaba a los dolientes.
Ese mismo lunes, otra persona fue ejecutada en Jaral, de acuerdo con el diario AM.
En los últimos 10 días, en el municipio —que hasta hace poco hacía gala de una situación aparentemente excepcional en materia de crimen organizado— se han registrado 17 asesinatos.
El pasado 27 de septiembre, un ataque al centro nocturno “La Cabaña del Toro” cobró la vida de 12 personas. Ocho hombres y cuatro mujeres.
La violencia se ha vuelto a ensañar con Guanajuato, tras de la captura del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez, el “Marro”, el pasado 2 de agosto. El “golpe” ha abierto una batalla por el poder de Guanajuato que el “Marro” controlaba. Una de las organizaciones que trata de arrebatar el liderazgo es el Cártel Jalisco Nueva Generación .
En los primeros ocho meses de 2020 se habían registrado más de 2,250 homicidios dolosos, una cifra que analistas de la zona ya dan por duplicada. El conteo diario de asesinatos en la entidad del Bajío desvela que en lo que va de octubre al menos 92 personas han sido ejecutadas.
El aumento de la violencia ha ido acompañado con un recrudecimiento de las formas en que se mata. Hay una generación más violenta de narcos, pues ya no basta con matar, tienen que mostrar el cuerpo.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: