El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, dijo este 2 de octubre que no es probable que la nueva caravana migrante procedente de Honduras y Guatemala represente un problema de salud pública para México.
Desde Palacio Nacional el funcionario añadió que el Gobierno de México dará atención a los casi 3,000 extranjeros para asegurar un tránsito ordenado.
“Hay que tener cuidado con lo que es una visión más convencional, pero científicamente errónea, que es hacer un símil, más bien, un paralelismo entre migración y riesgo sanitario para la población residente.
No se trata de eso, las 2,900 personas, de la nacionalidad que sean, es improbable que contribuyeran significativamente a un problema de salud pública de México o para México, para las personas mexicanas”, aseguró.
Detalló que la caravana estará mayormente integrada por personas de entre 20 y 40 años de nacionalidad hondureña, principalmente, siendo posible que se reagrupen con otros de nacionalidad guatemalteca ya que es el trayecto natural a México.
Dijo que “entrarán en nuestro país en dos puntos, en Chiapas, en Ciudad Hidalgo y en el lado norte hacia el Petén del lado del Guatemala y la Ceiba en Tabasco”.
Recordó que el gobierno actual de México da prioridad a los derechos humanos, por lo que hay una obligación de atender a los migrantes.
“Están (los migrantes) en importantes desventajas sociales, económicas, culturales, políticas, etcétera y por lo tanto en un país de derechos, de derechos humanos, como lo es hoy México, estamos moral, legal y políticamente obligados a asistirles”, apuntó López-Gatell.
Asimismo informó que la Secretaría de Salud está trabajando en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM) para que haya un proceso migratorio ordenado, y seguro. Garantizando las condiciones sanitarias.
Cabe apuntar que la mañana de este 2 de octubre cientos de elementos de la Guardia Nacional y agentes del INM se desplegaron a la frontera sur del país, con el propósito de frenar la entrada de la caravana migrante que intenta cruzar México para llegar a Estados Unidos.
Liderados por Francisco Garduño, comisionado nacional del INM, los agentes marcharon de la plaza central de Ciudad Hidalgo hasta la ribera del Río Suchiate.
“No van a pasar [...] Va a haber cientos de personal de migración, Guardia Nacional y de Fuerzas Armadas”, dijo a periodistas Garduño.
Garduño verificó una extensa formación de agentes migratorios en la orilla del río que divide a México y Guatemala. Ahí formaron una larga valla en los tramos en donde muchos migrantes han logrado burlar la caseta de migración para cruzar la frontera en balsas.
Los funcionarios hicieron una demostración de las acciones a realizar en caso de que los migrantes lleguen a ese punto del estado de Chiapas, donde el puente internacional Rodolfo Robles fue cerrado con una reja.
No obstante, el jueves pasado Gobernación advirtió que quien entre a México sin cumplir los protocolos de sanidad y sin ser registrado, será detenido y apresado. Explicó que existen penas de hasta 10 años de prisión a quien ponga en peligro de contagio a otros.
Durante un recorrido por el río, Garduño pidió a los migrantes que respetaran la ley de migración, pues aunque no es ilegal entrar al país, él considera que se debe hacer “con total respeto” a las leyes nacionales.
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