A casi dos años de haberse terminado el gobierno de Enrique Peña Nieto, aún siguen surgiendo corruptelas relacionadas con el expresidente o su círculo más cercano. Es el caso de su ahora exesposa, Angélica Rivera y de su hermana Adriana.
Información publicada este martes en la columna del periodista Salvador García Soto en el diario El Universal, revela que a través de Actidea, S.A de C.V., empresa fundada en 2005 y especializada en la organización de eventos, Adriana Rivera operaba para que los socios de esa compañía aparecieran como los contratistas y cobraran los pagos del erario federal que compartían con las hermanas Rivera.
Actidea, propiedad de Eduardo Gama y de Alfredo Gatica -es yerno del expresidente Carlos Salinas de Gortari-, recibió contratos millonarios que le otorgaban todas las dependencias del gobierno federal, empezando por Los Pinos, para la realización y organización de los eventos importantes del presidente, las secretarias y organismos públicos.
De acuerdo con el comunicador, Actidea tuvo, mediante un acuerdo con Angélica Rivera, la exclusividad de los grandes eventos del gobierno federal, desde las cinco ceremonias del Grito de Independencia que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto -por las que cobraba en promedio 18 millones de pesos-, hasta la organización y logística de los eventos de la Presidencia, de la Secretaría de Hacienda, del SAT y de todas las secretarías de Estado y organismos federales, que le otorgaban “por instrucciones de Los Pinos”.
La mayor parte de estos contratos se hacían sin licitación y por adjudicación directa, a pesar de que sus tarifas y cotizaciones siempre eran de hasta dos o tres veces las que cobraban otras empresas especializadas, escribió el periodista.
García Soto destacó que tan sólo hasta en el 2016 -según documentó en una investigación el portal SinEmbargo-, Actidea había facturado cerca de 500 millones de pesos por contratos para eventos gubernamentales, más los que sumó en los dos años restantes del sexenio.
En los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, Actidea apenas había conseguido 10 contratos -1 en 2006, cinco en 2009 y cuatro en 2012- y había facturado 47 millones de pesos, pero tuvo un crecimiento sorprendente en cuanto empezó el sexenio de Peña Nieto.
Para 2013 -el primer año de la administración peñista-, ya contaba con contratos del gobierno por 180 millones de pesos, y tres años después, en el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT) del gobierno federal, la empresa ya aparecía con 97 contratos, de los cuales 88 fueron por adjudicación directa y montos de pagos por hasta 500 millones de pesos.
El periodista detalló que, de acuerdo con exfuncionarios de alto nivel del gobierno de Peña Nieto, le confirmaron que Actidea fue la compañía “fachada” que encontró la familia de Angélica Rivera para hacer negocios millonarios durante todo el sexenio. No había evento importante, para el gobierno federal y la Presidencia, que no se le encargara a esa empresa que era la encargada de organizar los eventos y compartir las ganancias con sus “madrinas” en el gobierno, destacó.
Tan sólo la Secretaría de Hacienda -a cargo del gran amigo y mano derecha del presidente-, Luis Videgaray, le dio en 2016, 12 contratos por un total de 19 millones de pesos, todos ellos por adjudicación directa. Entre ellos figuraron los eventos para la "presentación de las Reformas Financiera y Hacendaria, además de foros sobre el Plan Nacional de Desarrollo.
Según el reportaje de Sinembargo, también el el Sistema de Administración Tributaria (SAT) le otorgó dos contratos a la empresa recomendada desde Los Pinos, uno para un evento denominado “Juntos contra la Ilegalidad” y otro para el evento por sus 18 años de creación.
Pero si esto fuera poco, el SAT también le perdonó a Actidea, SA. de CV. el pago de una multa por 167 mil 958 pesos, a pesar de que había obtenido ingresos por 500 millones de pesos con sus contratos de gobierno.
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