El regulador mexicano de energía extendió un plazo a la Petróleos Mexicanos (Pemex) para vender diésel convencional en zonas obligadas a comercializar solamente combustible de ultra bajo azufre, o más limpio, hasta por seis meses después de que el gobierno de la Cuarta Transmisión decrete el final de la contingencia por el virus SARS-CoV-2.
La prórroga fue solicitada en agosto por la propia compañía petrolera mexicana a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que en abril le había autorizado suministrar diésel de 500 partes por millón (ppm), o “sucio”, hasta la semana pasada en zonas de influencia de ultra bajo azufre.
Las zonas están de los estados Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz -en la región central del país-, según la resolución de la CRE fechada el 27 de agosto, cuando se aprobó la ampliación del plazo, y publicada posteriormente en su página en internet.
Entre las consideraciones para aprobar la prórroga, el regulador destacó que en diciembre ya había otorgado a la petrolera una ampliación por cinco años, hasta 2025, a la fecha límite para ofrecer tanto diésel de ultra bajo azufre (DUBA) como diésel de hasta 500 ppm en la mayor parte del país.
Si bien en aquella resolución habían quedado exceptuados la frontera norte, las ciudades Guadalajara, Monterrey y la capital del país, así como 11 corredores, donde únicamente se puede comercializar DUBA, con la nueva prórroga casi la mitad de estos corredores terminarán viéndose afectados.
La CRE autorizó temporalmente a Pemex Transformación Industrial (TRI) para suministrar producto de 500 partes por millón de contenido de azufre en zonas como Escamela, Tierra Blanca, Perote, Xalapa, Tehuacán, Oaxaca, Iguala o Veracruz hasta el 1 de septiembre.
Sin embargo, de acuerdo con la Norma 016, el diesel debería contener hasta 15 partes por millón en contenido de azufre durante esta época del año, de acuerdo con los datos de El Universal.
Voces inconformes en la industria califican a estas prórrogas a Pemex de competencia desleal, pues los privados sí están obligados a cumplir con la norma sobre la calidad de los petrolíferos. De esa regla depende otra ambiental que obligará a partir de 2021 que los camiones hechos en México o importados operen solo con DUBA.
Pemex argumentó ante la CRE que la contingencia sanitaria causó una abrupta caída en la demanda y refinación de combustibles, especialmente de la turbosina, cuyos inventarios la obligaron a producir más diésel “sucio”, y adelantó que se incrementará más a partir de este mes.
Durante la pandemia, la CRE autorizó a Petróleos Mexicanos para vender gasolinas y disiel que no cumplen con la Norma 016 (o NOM-016) sobre las especificaciones de calidad de los petrolíferos, de acuerdo con El Universal.
Dicho acuerdo permitía que Pemex distribuyera gasolina a las zonas sureste, centro y pacífico con clase de volatilidad B-2 desde el 16 de junio y hasta el 31 de agosto de 2020; sin embargo, de acuerdo con la región y época del año, se requerían entonces combustibles con volatilidad clase A-1.
La volatilidad es la medida en función de lo fácil que los combustibles se evaporan, que dependerá de las condiciones de presión y temperatura del mismo; en este sentido, los usuarios consumirán gasolinas con especificaciones que no son acordes con las épocas del año.
*Con información de Reuters
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