La Fiscalía de Estados Unidos postergó la audiencia de Iván Reyes Arzate, en una corte de Nueva York, que busca imputar al ex jefe de la Policía Federal y enlace con la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA), por tráfico de drogas.
Alias la “Reina”, que lideró durante varios años una unidad de investigaciones especiales de la corporación policíaca, ha sido señalado por la justicia estadounidense como un policía corrupto que entregaba información de la DEA a cárteles de la droga mexicanos, entre ellos los Beltrán Leyva y El Seguimiento 39, asociado al Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU, el caso que ha sido destacado como complejo —por las cuantiosas pruebas presentadas: audios y mensajes que lo inculpan— fue pospuesto por la pandemia por coronavirus. La nueva fecha es el próximo 18 de noviembre.
Una denuncia presentada por la DEA cuenta con todo detalle cómo la organización criminal El Seguimiento 39 trabajaba con múltiples grupos criminales como el Cártel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo y Los Zetas, y era protegido por las autoridades mexicanas.
El también llamado cártel de cárteles no sólo movía grandes cantidades de su propia cocaína y marihuana a EEUU, sino que líderes de otros cárteles le confiaban el envío de sus drogas.
La acusación asegura también que el desconocido grupo criminal trasladaba coca sudamericana de Centroamérica a México, utilizando botes, aviones y vehículos comerciales, para luego introducirla a Texas y California.
El dato más difícil de digerir para las autoridades mexicanas es que Iván Reyes Arzate, ex mando de la Policía Federal, protegió a El Seguimiento 39 en cooperación con otros oficiales mexicanos corruptos.
En 2016, durante su puesto como comandante de la UAS, Reyes Arzate supo de una investigación de la DEA contra El Seguimiento 39. Poco después, el oficial se reunió con líderes del cártel, les compartió información sobre la indagación y aceptó un soborno de USD 290,000.
Reyes Arzate, alias “La Reina”, fue subordinado del ex secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, con quien será procesado por el mismo juez en Estados Unidos.
Al igual que el ex comandante, García Luna fue acusado de proteger a grupos criminales como los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa.
En abril de 2017, la conversación entre dos narcotraficantes captada por la DEA destapó las actividades ilícitas de Reyes Arzate, con la banda criminal de los Beltrán Leyva.
Según la Agencia Antidrogas, Reyes cobraba a la organización familiar a cambio de información de investigaciones sobre ellos.
En 2016, por ejemplo, información facilitada por Reyes a los Beltrán Lyeva llevó a la tortura y asesinato de una fuente confidencial de la DEA en Miami. Reyes no sólo era perfectamente consciente de esto, sino que estuvo en la reunión donde se decidió el asesinato y junto con otras dos personas, cobró USD 3,000,000 por esta información.
Reyes Arzate se entregó a la justicia de Estados Unidos en 2017 por obstruir una investigación contra los Beltrán Leyva. Actualmente, cumplió una condena de tres años; sin embargo, la corte de Nueva York lo acusó de nuevos cargos por narcotráfico.
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