Su apodo era El Rey del Pop pero su negocio no era cantar, bailar o actuar como sí lo hacía Michael Jackson, quien también fue conocido con ese mismo alias. Es más, ni siquiera era un imitador de la estrella de la música.
El negocio como su alias estaban relacionados con las drogas, con una en particular: el pop o hielo o cristal. Se trata de José Miguel Bastidas, apodado como El Rey del Pop o también como El Güero Bastidas.
Su apodo se debe justo a que era una traficante de pop, una metanfetamina que resulta en un estimulante potente y adictivo que incide en el sistema nervioso central.
José Miguel Bastidas se dedicaba a traficar con pop (cristal) y su habilidad para distribuir y comerciar con esa droga le valió el mote de Rey del Pop, pero no por Michael Jackson.
El consumo de pop o cristal en México se hizo más relevante entre 2008 y 2016, de acuerdo con una entrevista a Patricia Ruvalcaba Torres, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) por Milenio.
En 2019 era la cuarta droga más consumida en el país. El 35% de los atendidos por el CIJ, dijeron ser adictos al cristal, mientras que 72% a la marihuana.
Por esas fechas es cuando El Rey del Pop del narco operaba con fuerza y no estaba solo. Trabajaba para un familiar de nada más y nada menos que Joaquín El Chapo Guzmán, el líder y fundador del Cártel de Sinaloa. El Rey del Pop trabajaba con Juan Guzmán Rocha o El Juancho, cuyo parentesco con El Chapo era el de ser su sobrino.
El Rey del Pop se apropió de su alias a tal grado que le imprimió su toque personal a una de sus herramientas de trabajo y protección: mandó grabar la silueta de Michael Jackson -el Rey del Pop de la música- en las cachás de su arma, de acuerdo con el blog detodo365.
Pero las actividades ilícitas del Rey del Pop se truncaron en 2011, cuando encontró la muerte junto al Juancho, en diciembre de ese año.
Los cuerpos de Juan de Dios Guzmán Rocha y José Miguel Bastidas Manjarrez fueron encontrados sin vida y con impactos de bala el 16 de diciembre de 2011. También estaban amordazados y fueron arrojados en un camino rural de la ciudad de Aguaruto, en Sinaloa, cuna y centro de operaciones del Cártel fundado por El Chapo y su socio Ismael El Mayo Zambada, de acuerdo con reportes periodísticos de aquella época.
Guzmán Rocha tenía cargos en Estados Unidos por tráfico de drogas en 2014, pero las autoridades ordenaron retirar los cargos al señalar que había sido asesinado en 2011.
El Juancho se encargaba del control del flujo de narcóticos desde Culiacán, Sinaloa, además de intermediario y coordinador logístico para el envío de cocaína y heroína en la zona de Chicago, de acuerdo con el diario Chicago Tribune.
Detrás de esa muerte, estaba El Chapo. Durante el juicio del narcotraficante en Estados Unidos y que lo condenó a cadena perpetua un testigo reveló que Guzmán Loera ordenó la muerte de El Juancho.
El motivo de ordenar el asesinato de su familiar fue que el Juancho le mintió sobre su ubicación, de acuerdo con un reporte del sitio Zeta.
El otro afectado fue justamente el Rey del Pop, quien también era ubicado como un integrante de Los Ántrax.
Los Ántrax era un grupo de sicarios que en su origen tenía como objetivo la protección de Ismael El Mayo Zambada, también perteneciente al Cártel de Sinaloa. Protegían al jefe máximo del Cártel. Su apodo hace alusión a la bacteria Ántrax que es considerada un arma biológica.
Los Ántrax portaban un anillo de calavera sobre brillantes con lo que buscaban demostrar liderazgo, muerte y poder.
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