El municipio de Navolato está en disputa. La ciudad de Sinaloa vivió este jueves el asesinato de un hombre con linaje dentro del mundo de las drogas en la entidad.
Julio César Carrillo Leyva, alias “El Cesarín”, fue ajecutado en su casa. Era uno de los hermanos Carrillo Leyva, hijos de Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, fundador del Cártel de Juárez, fallecido en 1997.
La muerte de uno de los herederos del Cártel de Juárez es señal de la disputa entre ellos y otros hermanos: los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, apodados “los chapitos”.
Los hermanos Guzmán que luchan por hacerse del control del Cártel de Sinaloa (CDS) fundado por su padre y controlar las plazas como Navolato son: los Guzmán López: Joaquín, de 34 años, y Ovidio, de 28, y los Guzmán Salazar: Iván Archivaldo, de 39, y Jesús Alfredo, de 36.
El negocio de estos hermanos es el narcotráfico internacional y desde más jóvenes participan en la organización criminal, conocen el funcionamiento del cártel.
Trafican con cocaína y marihuana además de metanfetaminas, hacia Estados Unidos y tienen contactos en América Latina. Recientemente incursionaron el tráfico de fentanilo.
Las redes del Cártel de Sinaloa llegan hasta ciudades como Nueva york hasta Buenos Aires, Argentina. También tiene presencia en 17 estados mexicanos y hasta en 50 países.
Pero “Los Chapitos” quieren controlar totalmente Sinaloa,la cuna del imperio que fundó su padre.
Del otro lado están los hijos de El Señor de los Cielos. Tras el asesinato de “El Cesarín”, sólo sobreviven tres hermanos más: Vicente, Amado y Juan.
César y Juan eran los que estaban al frente del Cártel de Juárez, de acuerdo con InSight Crime.
La rivalidad entre los narcojuniors viene de más atrás. Surgió en 2005 por la enemistad entre el Chapo Guzmán, que lideraba el Cártel de Sinaloa, cuando rompió su relación con los hermanos Beltrán Leyva y se quedó sin una ruta para sacar la droga hacia Estados Unidos.
Ya con una disputa declarada, el Cártel de Juárez buscó a los enemigos del Chapo para que se aliaron y no le permitieran el paso de su droga.
Otro de sus enemigos es Ismael “El Mayo” Zambada, quien fuera mano derecha de su padre. A esto se suman las fricciones con su tío El Guano, principalmente por controlar el territorio de tráfico y los supuestos pagos de extorsiones que pensaban que él cobraba en algunos sitios de Sinaloa.
Los Beltrán Leyva también están en la lucha. “Los chapitos” heredaron la rivalidad de ese cártel fundado por su padre. En 2016, se reportó que más de 100 integrantes de la organización de los Beltrán Leyva fueron los autores del saqueo de la casa de la madre de el Chapo en las montañas de Sinaloa, lo que la obligó a huir de la región junto con cientos de personas más de comunidades cercanas, de acuerdo con InSight Crime.
Actualmente, el ex mano derecha de su padre, “El Mayo”, parece el enemigo interno número uno de Los chapitos. Adicionalmente, se han reportado fricciones familiares con su tío, El Guano, por el control del territorio de tráfico y los presuntos pagos de extorsiones que se pensaba que él cobraba en algunos lugares de Sinaloa.
Los Chapitos tienen la mira puesta en atacar la organización Beltrán Leyva, que era aliada del Cártel de Sinaloa antes de que una división en 2008 desatara una sangrienta guerra entre los dos grupos.
Actualmente, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) sigue siendo uno de los mayores enemigos de Los Chapitos, por su disputa con el Cartel de Sinaloa por el control absoluto de México. Incluso, se dice que el cabecilla del CJNG Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, busca la muerte de los hijos del Chapo Guzmán.
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