Caos, histeria y disparos: pobladores de Veracruz salieron a las calles a cazar al mitológico nahual

A pesar de seguir en confinamiento sugerido debido a la pandemia de coronavirus, decenas de pobladores del municipio de Soledad de Doblado, en Veracruz, salieron de sus hogares para tratar de cazar a un supuesto nahual la noche de este lunes.

La leyenda de los nahuales refiere que son seres míticos, en el imaginario histórico se cuenta que serían humanos que tienen la capacidad de convertirse en animales.

Usuarios de redes sociales transmitieron en vivo el hecho, a través de la plataforma de Facebook, en donde se muestra a varias personas reunirse alrededor de una palmera en la que afirmaban se encontraba el supuesto nahual.

Durante la persecución se escuchan detonaciones de arma de fuego mientras un grupo de personas gritaba que dejaran de disparar por temor a que una bala perdida pudiera matar o herir a alguien.

En la grabación se muestra a un oficial de policía que dice haber recibido el reporte de su superior por la presencia de personas con palos que estaban ingresando en las casas de la colonia Paso Pedregoso, en donde al parecer ocurrieron los hechos.

Los elementos de la Policía Municipal llegaron al lugar al recibir el reporte de disparos, sin embargo no realizaron ninguna detención en el lugar, pero llamaron la atención de los presentes para que se desplegaran a sus viviendas y evitaran el uso de disparos al aire.

El usuario Erick R P Velázquez, quien realiza una transmisión en vivo en Facebook, narró que los hechos ocurrieron en el municipio de Soledad de Doblado, a 60 minutos del Puerto de Veracruz.

En su narración supuestamente el nahual era gris y salió volando ante el señalamiento de algunas personas que incluso rezaban para que se alejara.

El mito del nahual no es solo de México

Nahual, también llamado nagual o nawal (en náhuatl: nahualli, oculto, escondido, disfraz) dentro de las creencias mesoamericanas, es una especie de brujo o ser sobrenatural que tiene la capacidad de tomar forma animal.

El concepto se expresa en diferentes lenguas nativas, con diferentes significados y contextos. Más comúnmente, entre los grupos indígenas se denomina nahualismo a la práctica o capacidad de algunas personas para transformarse en animales, elementos de la naturaleza o realizar actos de brujería.

En maya, el concepto se expresa bajo la palabra chulel, que se entiende precisamente como “espíritu”; la palabra deriva de la raíz chul, que significa “divino”.

En México, se les ha dado el nombre de nahuales a los brujos que pueden cambiar de forma. Sin embargo, se cree que el contacto con sus nahuales es también común entre los chamanes que buscan el beneficio para su comunidad, aunque no se valen de la capacidad de transformación; para estos, el nahual es una forma de introspección que le permite a quien lo practica tener un estrecho contacto con el mundo espiritual, gracias a lo cual encuentra con facilidad soluciones a muchos de los problemas que afligen a los que buscan su consejo.

Desde la época prehispánica se atribuye a los dioses de las culturas maya, tolteca y mexica, entre otras, la facultad de tomar la forma de un animal (nahual) para interactuar con los humanos. Cada deidad solía tomar una forma o dos; por ejemplo, el nahual de Tezcatlipoca era el jaguar, aunque usaba indistintamente la forma de coyote, y la de Huitzilopochtli era un colibrí.

De acuerdo con algunas tradiciones, se dice que cada persona, al momento de nacer, tiene ya el espíritu de un animal, que se encarga de protegerlo y guiarlo. Estos espíritus usualmente se manifiestan sólo como una imagen que aconseja en sueños o con cierta afinidad al animal que tomó a la persona como su protegida.

Por ejemplo, una mujer cuyo nahual fuese un cenzontle tendrá una voz privilegiada para el canto, pero no todos tienen un contacto tan leve: se cree que los brujos y chamanes del centro de Mesoamérica pueden crear un vínculo muy cercano con sus nahuales, lo que les da una serie de ventajas que ellos saben aprovechar, la visión del gavilán, el olfato del lobo o el oído del ocelote pasan a ser herramientas de estos videntes e incluso se afirma que algunos, más preparados, pueden adquirir incluso la forma de sus nahuales y utilizar esta habilidad de diversas formas, no todas ellas bienintencionadas, según la tradición popular.

Si bien existen registros, como el contenido en el Códice Florentino de Bernardino de Sahagún, de que los nahuales podían aplicar sus artes al bien o al mal, la visión del nahual como un ser malévolo parece estar más extendida tanto en la antigüedad como en las creencias de los indígenas modernos.

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