Es cada 15 días que la Secretaría de Salud actualiza el semáforo epidemiológico para cada una de las entidades, con el fin de que cada gobierno estatal tuviera tiempo suficiente para implementar las acciones correspondientes.
Petición que realizaron los gobernadores, aunque previamente existió controversia entre los gobiernos locales y el federal por la forma en la que se ha llevado el tema de la emergencia sanitaria por coronavirus en el país.
De forma particular, Carlos Joaquín González, gobernador de Quintana Roo, negó para El Universal que exista algún rompimiento con el gobierno federal o con el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, Hugo López-Gatell, por no atender el semáforo epidemiológico. Y destacó que han trabajado de forma coordinada con el gobierno federal.
Quintana Roo, de acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Salud local, acumula 8,693 casos positivos de coronavirus, de los cuales 4,248 se han recuperado y 1,115 defunciones.
En el caso del semáforo epidemiológico indicó que la estrategia que se implementó en el estado es más precisa con lo que sucede en la región, “nos permite seguir adelante con este proceso de recuperación económica que para el estado es fundamental”.
El semáforo epidemiológico de Quintana Roo está dividido en zona norte y sur. Por ejemplo, la zona norte está en naranja, área en donde la velocidad de crecimiento es de 1.2 y en el sur es de 2.3.
El gobernador quintanarroense explicó que el de la zona norte maneja niveles de estabilidad en materia de contagios y de ocupación hospitalaria, que no es igual a lo que ocurre con el sur, principalmente Chetumal, en donde se reportó un incremento de casos de COVID-19 y en donde hay niveles de ocupación más altos.
La suspensión de actividades y el descenso de visitantes ocasionó la pérdida de 104,921 empleos en Quintana Roo, que la ubicó como el segundo estado en dicho rubro, después de la Ciudad de México.
La Secretaría de Turismo estatal estimó que desde el inicio de la pandemia hasta el 8 de junio, las pérdidas económicas ascendían a más de USD 3,500 millones.
En el mismo periodo, el Aeropuerto Internacional de Cancún recibió 7.2 millones de viajeros menos en comparación con el mismo periodo del 2019.
Aunque las actividades en la zona turística ya se retomaron, los hoteles y restaurantes pueden operar a 30% de su capacidad. Cabe señalar que reportan una capacidad hotelera del 27 por ciento.
Las empresas, negocios, hoteles, aeropuertos, estaciones de autobuses, restaurantes y parques temáticos han implementado los protocolos sanitarios en dicho destino. Carlos Joaquín González mencionó para la misma publicación que “todos han implementado las medidas que buscan dar confiabilidad hacia el destino y nos puede permitir, por supuesto, recibir turistas con total garantía de atención y cuidado de la salud”.
Añadió: “Estamos preparados para seguir en este proceso de recuperación y los destinos turísticos del estado están listos para recibir gente, y esperamos que esto sirva de mucho para el desarrollo de nuestro estado y del país. Sabemos que Quintana Roo es una fuente de ingresos importantes para México”.
Previo a la emergencia sanitaria, los niveles de ocupación hotelera rebasaban el 80%, con un total de 323,000 turistas distribuidos en 1,100 alojamientos. Pero a partir de la segunda quincena de marzo, el semáforo rojo forzó el cierre de la mayoría de hoteles y permanecieron abiertos sólo 49 de ellos, con el fin de hospedar a los viajeros que se habían quedado varados. Entonces, la ocupación se desplomó hasta caer al 3 por ciento.
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