El narco mexicano se adapta a los tiempos y su forma de comunicarse no es ajena.
Sus mensajes a rivales, autoridades y a la sociedad han pasado en 25 años de escribirse con sangre a “narcomantas digitales” viralizadas en redes sociales.
En 2006 cinco cabezas humanas y cartulinas fueron arrojadas a la pista de baile de un antro en Uruapán, Michoacán con un mensaje: “La familia no mata por paga”.
Más recientemente, en julio de este año, un video circuló en redes sociales hasta hacerse viral en el que decenas de hombres armados muestran su apoyo a Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“El crimen organizado tiene la necesidad de transmitir diferentes tipos de mensajes”, dice el especialista en comunicación política José Antonio Brambila en su investigación “Comunicación en la guerra contra el narcotráfico”.
El menú es diverso: el cuerpo desmembrado sin más mensaje, la narcopinta, el narcomunicado y ahora los videos en redes sociales. Los cárteles que más han recurrido a estos medios son el Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa y Los Zetas, dicen los expertos.
“Tratan de construir legitimidad y reputación”, considera Alejandro Hope, analista de seguridad, en entrevista con Infobae México.
“Los grupos delincuenciales implementan estrategias de comunicación”, añade Brambila.
El 2006 es el año que marca la proliferación de estos mensajes, justo cuando el gobierno federal de Felipe Calderón declaró la guerra contra el crimen organizado.
“Comenzaron a participar directamente en los espacios públicos regionales y nacionales —cosa que hasta ese momento había ocurrido muy rara vez”, dice la antropóloga Natalia Mendoza Rockwell, en su artículo “Narco-mantas o el confín de lo criminal”.
Mantas atadas a cadáveres, llamadas telefónicas a los medios de comunicación, entrevistas, videos, comentarios en fotos de internet, confesiones anónimas y ceremonias públicas de arrepentimiento son ejemplos de esa presencia del crimen organizado.
Las narcomantas han bajado muchísimo porque efectivamente los medios digitales se han usado como una vía para comunicarse entre ellos”, dice Claudia Benassini, investigadora de la Universidad La Salle.
Los mensajes tiene dos destinatarios principales: grupos rivales y las autoridades, coinciden los especialistas. La opinión pública es un observador invitado a ese conversación ajena, explica Mendoza Rockwell.
“Los jóvenes son receptivos a este tipo de mensajes, no creo que vayan dirigidos a ellos sino a otros grupos rivales pero se van viendo y viralizando como un discurso este tipo videos que se vieron en todo el mundo”, dice en entrevista con Infobae México Luis Antonio Mata, investigador del Seminario de Investigación en Juventud de la UNAM.
Cuerpos
Los mensajes y formas que usan los narcotraficantes para difundirlos tienen diferentes niveles, dice Hope.
El más simple y contundente fue el usar los cuerpos torturados y desmembrados arrojados a la vía pública sin más detalles.
“La mejor es la que no dice nada un cuerpo, unas bolsas”, añade Hope.
Narcomantas
La narcomanta vivió su auge a partir de 2006 cuando aparecían en sitios públicos y en ocasiones acompañadas de un cuerpo, como el caso de Uruapan, Michoacán.
“Están dirigidas a destinatarios muy específicos, como rivales o una autoridad muy local”, dice Hope al referirse a Los Zetas, como un grupo delictivo que recurría a este tipo de mensajes.
“Son como una conversación privada hecha pública, como la exhibición de un secreto. Se dirigen al público de manera oblicua, ladina, ocultándose”, comenta Mendoza.
Otro recurso usado es la filtración de información a periodistas que cubren la nota policiaca, por ejemplo, usada por el Cártel de Sinaloa.
“(Estrategias que) van desde la compra y coacción de periodistas y medios de información”, apunta Brambila.
En su forma, se caracterizan por su escritura atropellada y con faltas de ortografía.
Narcomunicados
Escritos con letras rojas y negras como mantas sindicales, los narcocomunicados son una forma usada por el crimen organizado para un mensaje más político.
Se dirigen al pueblo, a las autoridades o al presidente.
“Más que realizar una amenaza, expresan alguna clase de agravio o demanda”, dice Mendoza.
La manta “de despedida” que los Caballeros Templarios hicieron pública al final del mandato de Felipe Calderón es uno de los ejemplos más notables de este estilo. Al título en rojo, “Mensaje para el señor Felipe de Jesús Calderón Hinojosa”, le sigue un mensaje largo y abigarrado en color negro.
Videos
El uso de videos se originó desde hace unos 15 años, que incluye la incursión en YouTube en sus orígenes, dicen los especialistas.
“Los primeros videos de decapitación es una forma extrema son de 2006 son de “La Barbie””, recuerda Hope.
¿Dirigidos a la sociedad?
El video del CJNG se comentó por días en redes sociales y llegó hasta la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, con lo que se convirtió en un mensaje que fue más allá del mundo del narco.
Ello muestra el alcance de estos mensajes en la sociedad, en especial en los jóvenes.
“Tiene impacto en el discurso de los jóvenes, ven a los narcos como fuerzas armadas donde pueden incorporarse, hay dinero, hay futuro, hay capacidad de acción”, dice Mata Zuñiga.
Uno de los efectos indirectos es el de ganar simpatizantes.
“El uso de estos videos es una forma de atraer simpatizantes, que se conozcan las actividades”, añade Benissini.
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