Tras días de continuas emisiones y de enérgica actividad, el Comité Científico Asesor (CCA) del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPRO) para el Popocatépetl se reunió este miércoles con la finalidad de valorar el comportamiento reciente del volcán.
Después de exponer los resultados de los monitoreos y análisis realizados, el grupo, conformado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) concluyeron que no existen elementos que confirmen la formación de un domo, y que todos los indicadores de riesgo se encuentran dentro de los parámetros esperados en el nivel de alerta en el que nos encontramos, Amarillo Fase Dos.
“Con base en el análisis de la actividad y los diferentes parámetros de monitoreo, se considera que las recientes emisiones de ceniza y el lanzamiento ocasional de algunos fragmentos incandescentes a corta distancia del cráter, están relacionados con un proceso de desgasificación y que no se cuenta con evidencia contundente de la formación de un domo en el interior del cráter”, informó a través de un comunicado la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tras la reunión, que presidió el director del CENAPRED, Enrique Guevara.
Según han explicado en distintas ocasiones a Infobae México expertos del CENAPRED, habitualmente una explosión se produce cuando existe un domo en la base del cráter.
Cada vez que hay una inyección de magma, este llega a la superficie y forma un domo, o cuerpo de lava, que actúa como una especie de tapón y bloquea todos los conductos del volcán. Al enfriarse, el cuerpo de lava se cristaliza y aumenta la emisión de gases hasta que el domo explota.
Para los especialistas, sin embargo, en este momento no hay un domo en la base del cráter, aunque explicaron que para confirmarlo, realizarán un sobrevuelo de reconocimiento en cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan.
Desde el inicio de la semana, Don Goyo, como se conoce al Popocatépetl en México, ha presentado emisiones constantes de vapor de agua, gas y ceniza. Así se ve en las múltiples postales compartidas a través de redes sociales, que captan desde hace días la columna de un kilómetro que se eleva hacia el cielo desde su cima.
A través de un comunicado, el CENAPRED informó que en las últimas 24 horas, el volcán registró tres explosiones menores. La primera ocurrió el 28 de julio a las 17:50, y las dos restantes, el 29 de julio, a la 01:20 de la madrugada y a las 08:31 de la mañana.
También se contabilizaron 1,097 minutos de tremor “asociados a la emisión de vapor de agua, gas y ligero contenido de ceniza, con alturas de hasta 1,000 metros con dirección norte-noroeste”; así como 16 exhalaciones.
“Durante la noche se tuvo visibilidad parcial al volcán, sin embargo, se pudo observar incandescencia sobre del cráter. Desde la mañana y al momento, se observa una emisión constante de vapor de agua, gas y ligero contenido de ceniza con dirección norte”, añadió el CENAPRED en el comunicado.
Estos fenómenos siguieron a las dos explosiones que se registraron una jornada antes: una moderada, a las 11:35 del 27 de julio, y otra menor, a las 05:11 de la madrugada del 28 de julio.
A pesar de los registros, los especialistas, con base a los datos recabados, acordaron que el Semáforo continúe en Amarillo Fase Dos. Este nivel, también llamado “Incremento de Actividad”, contempla que ocurran los siguientes escenarios:
- Pluma de vapor de agua y gas.
- Ligera caída de ceniza en áreas cercanas.
- Caída de fragmentos incandescentes.
- Crecimiento y destrucción de domos de lava.
- Posibilidad de flujos piroclásticos por explosiones.
- Flujos de lodo o escombros de corto alcance.
Tras la reunión de este miércoles, se determinó que a corto plazo se espera una actividad similar a la registrada recientemente.
“A partir de los parámetros de monitoreo visual, sísmico, de deformación y de gases se concluye que en el corto plazo se puede esperar una actividad similar a la observada en las últimas semanas, acompañada de explosiones de baja a moderada intensidad, sin descartar la posibilidad de emisiones de ceniza y el lanzamiento de fragmentos incandescentes dentro del radio de exclusión de 12 kilómetros”, detalla el comunicado de la SSPC.
Por el peligro que supone la caída de fragmentos balísticos, y los posibles flujos de lodo, el CENAPRED exhortó a la población a no acercarse al volcán ni a las cañadas. Además advirtió que en esta época los vientos soplan en dirección noroeste, por lo que las cenizas podrían llegar a alcaldías de la Ciudad de México.
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