Aunque durante el mes de mayo las exportaciones tuvieron uno de sus peores momentos, pues cayeron un 53.5%, su peor desplome desde 1986, en la actualidad se perciben signos de recuperación para este sector de la economía, de acuerdo con Luis Aguirre Lang, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
Durante una entrevista con el diario El Financiero, Aguirre Lang destacó el hecho desde que la segunda mitad de junio, casi todas las empresas dedicadas a la manufactura de la exportación reiniciaron sus labores, lo cual implica una recuperación rápida a pesar del paro de las labores en el 75% de las plantas a causa del confinamiento por la COVID-19.
Otro elemento que será de suma relevancia para el restablecimiento de este sector, sobre todo en los 26 estados con empresas afiliadas al programa para la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (INMEX), será la reapertura de industrias como la automotriz, la minería y la construcción.
Según datos de Aguirre Lang, esto ha impactado favorablemente en 6,300 empresas que son parte del programa, las cuales ya regresaron a operar y son responsables de la generación de 3,020,000 empleos directos en las entidades del país donde tienen operaciones.
“Tenemos incrementos importantes en órdenes de compra, además de que hubo reconversiones relevantes en el sector electrónico, automotriz y de electrodomésticos, al ser catalogados como esenciales (...) Veremos, cuando suelten los datos de la balanza comercial de junio, que estamos repuntando rápidamente”, comentó al medio de comunicación.
Cabe recordar que durante los meses de abril y mayo, las compañías que son parte del INMEX reportaron caídas anuales en sus exportaciones del 41 y 57%, respectivamente, según datos de Index y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Otros especialistas en materia de finanzas también destacaron que volver a los registros de años anteriores en exportación será muy complicado, además de que se deberá poner especial atención a otros sectores, como el del turismo, el cual tendrá más complejidades para reactivarse.
En este contexto, la entrada en vigor del acuerdo comercial entre entre México, Estados Unidos y Canadá, el pasado primero de julio, será de suma importancia, pues promete dar estabilidad y confianza a las finanzas mexicanas, luego de que la contingencia sanitaria por coronavirus trajera consigo una reducción considerable en la economía.
No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el efecto del acuerdo será lento y no tendrá suficiente fuerza para contrarrestar la incertidumbre reflejada en la contracción de la inversión, ni el declive económico empujado por la pandemia de coronavirus.
A inicios de julio, durante una videoconferencia de prensa, Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, señaló que a pesar de la medida entre los tres países, la recuperación se dará a ·una velocidad relativamente baja, esto se va a ir dando a través del tiempo”.
“Nuestros expertos que siguen la economía mexicana no creen que (el T-MEC) tenga la fuerza en los próximos dos años para contrarrestar los factores a través de la pérdida de confianza, de incertidumbre, que están gravitando sobre la contracción de la inversión en México, además, obviamente, del gran choque de la COVID-19″.
Explicó que las empresas que participan en las cadenas globales de valor harán un replanteamiento para que su producción esté más cerca de su consumidor final y así no sólo para buscar eficiencia, sino también aseguramiento. “En ese sentido, la combinación de la entrada en vigor del T-MEC y este movimiento de las cadenas globales de valor claramente deberían de beneficiar a México”, concluyó.
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