Quintana Roo no deja de recibir golpes. Primero, el COVID-19 noqueó al turismo, afectando gravemente a la economía y el empleo en la entidad. Después, toneladas de sargazo maloliente arribaron a la costa. Poco más tarde, el huracán Cristóbal arrolló comunidades enteras que quedaron bajo el agua. Y a ello, se sumó una colosal masa de polvo que arribó al estado procedente del desierto del Sahara, ubicado al norte de África.
Y si todas las adversidades del 2020 no habían sido suficientes, ahora, llega una nueva amenaza que preocupa a autoridades y ciudadanos: una gran nube de langostas se desplaza sobre Benice y podría dirigirse en los próximos días hacia el sureste de México.
Así lo explicó este viernes el Comité de Sanidad Vegetal de Quintana Roo (Cesaveqroo), según información del diario El Financiero. La dependencia detalló que la plaga podría devorar hasta 400 especies de plantas, y destruir cultivos de maíz, frijol, sorgo, arroz, soya, cacahuate, caña de azúcar, chile, tomate, cítricos, plátano, coco y pastizales, entre otros.
Los insectos, que se desplazan sobre Belice en enjambres, afectarán a Quintana Roo y a la Península de Yucatán. Aunque las secretarías de los gobiernos estatales aún no han dado a conocer la estrategia que implementarán para evitar que estas nubes arrasen miles de hectáreas, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) lleva a cabo una campaña fitosanitaria permanente para controlar la presencia y expansión de la langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons Walkers) en el territorio mexicano.
Según la información del organismo, el monitoreo se lleva a cabo en Campeche, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Y consta de tres acciones estratégicas: exploración, muestreo y control.
“La exploración tiene el objetivo de detectar poblaciones de langosta y consiste en efectuar recorridos a pie en las principales zonas gregarígenas con apoyo de tecnología de vanguardia, que incluye el uso de vehículos aéreos no tripulados (VANT) o drones y una aplicación móvil específica”, explica Senasica.
Una vez que se localiza a una población, los técnicos continúan los trabajos del segundo nivel.
“Cuando se detecta alguna población, se procede al muestreo a fin de determinar la densidad poblacional promedio (número de langostas/m2) y definir posteriormente el método de control más adecuado”.
Para exterminar la plaga, se llevan a cabo dos técnicas de control: químico o biológico. El primero se realiza mediante la aplicación de productos recomendados, como el paratión metílico, el Fipronil, el Malation, Cipermetrina, Z-Cipermetrina, Deltametrina y Diflubenzurón. Por su parte, el biológico consiste en el uso de hongo entomopatógeno diluido en aceite.
Además de la estrategia operativa contra la langosta que lleva a cabo Senasica, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) destinó este año 25 millones de pesos a la campaña contra el insecto, con el fin de proteger 58 millones de toneladas anuales de alimentos agrícolas, por valor de 70 mil millones de pesos.
A la espera de que las autoridades mexicanas anuncien los delineamientos para combatir los enjambres que llegarían desde Benice, el Salvador anunció este sábado acciones importantes para erradicar la langosta. Allí, el presidente Nayib Bukele ordenó a las Fuerzas Armadas del país enfrentar la plaga con helicópteros, aviones y drones militares.
“Si nosotros no nos ponemos más agresivos en buscar (a la langosta) y aunque controlemos el cien por ciento de la plaga en nuestro territorio, y se viniera una manga de langostas desde Guatemala u Honduras, tenemos que estar listos para eliminarlas en el primer día, y eso solo se va a poder hacer con los helicópteros y los aviones [militares]”, señaló el mandatario.
Para detectar rápidamente las poblaciones de langosta, los agricultores y ciudadanos de El Salvador podrán reportar avistamientos a través de una aplicación. Así fue como estos días se logró localizar a esta especie en seis puntos del país: todos los brotes fueron erradicados.
La destrucción de la langosta voladora
La langosta voladora centroamericana puede aniquilar hectáreas de cultivos y pastizales enteros. Con el turismo agonizando, el golpe de esta plaga al sector primario de Yucatán o Quintana Roo podría ser demoledor.
El insecto, que puede llegar a medir 6.5 centímetros de largo y se desplaza a una velocidad aproximada de 200 kilómetros por hora, es capaz de alimentarse de hasta 400 especies distintas de plantas. En México, sus cultivos favoritos son los del maíz, la caña de azúcar y el frijol.
Si no se controla su reproducción, las langostas voladoras pueden llegar a formar “bandos y mangas que cubren desde metros hasta kilómetros cuadrados”, y recorrer largas distancias.
Aunque en los últimos años en México, las acciones fitosanitarias promovidas por Senasica han evitado que arrasen superficies de vegetación, pastizales y cultivos, entre la segunda mitad del 2020 y mediados del 2022 se espera que las condiciones ambientales y ciclos biológicos de la especie provoquen nuevos brotes. Además de aquellos enjambres que puedan llegar desde países vecinos.
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