Emma Coronel es una mujer cuyos movimientos son registrados casi hasta el hartazgo. Su estatus de figura pública se lo ganó de manera peculiar. Se trata de la esposa del fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Coronel vive en México y no se le conoce pareja actual. El Chapo, por su parte, se encuentra en una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos, cumpliendo una cadena perpetua por narcotráfico. La mujer es madre de dos niñas, gemelas que nacieron en Los Angeles en 2011: María Joaquina y Emaly, todas ellas hijas del capo que supo ser en su momento.
Hace apenas unos días, como siempre que publica algún mensaje o fotografía en sus redes sociales, donde sus apariciones son esporádicas pero contundentes, Coronel subió una imagen a Instagram en la que aparece con una chamarra negra de piel y una corona gigante.
La imagen, con más de 400 comentarios desató la controversia ya que hubo quien la llamó desde “princesa” para reconocer su belleza hasta quien la calificó como “La reina del narco” y “Diosa del Olimpo”.
Una cuenta de Instagram de presuntos fans de la esposa del fundador del Cártel de Sinaloa, publicó nuevas fotos en las que la modelo y ex reina de belleza posa otra vez con la corona. En las imágenes tiene el mismo vestuario que en la foto publicada en su onomástico con el mensaje “Una Reina”.
Los apodos dedicados a Coronel, de 31 años, tienen un origen específico y no son necesariamente figuras retóricas, aunque así sean usados la mayoría de las veces para referirse a la mujer que supo ser la pareja oficial de uno de los hombres más buscados del mundo.
En 2006, Coronel, de apenas 17 años, fue coronada como la reina de la tradicional feria del café y la guayaba, que se lleva a cabo todos los años desde hace varias décadas en un poblado conocido como Canelas, en el estado de Durango, en el noroeste mexicano y colindante con Sinaloa.
La reina de aquel festival capturó a Guzmán, fundador del Cártel de Sinaloa y en esos momentos ya uno de los capos narco más importantes del continente. Emma es hija de Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los principales socios de El Chapo en la organización criminal hasta su muerte en 2010, cuando fue abatido por el Ejército en el estado de Jalisco.
Coronel y Guzmán Loera se conocieron en aquel lejano 2006. Ya para entonces, el narcotraficante había entrado en su cuarta década de vida y llevaba escondiéndose de las autoridades casi seis años, porque escapó de prisión en un carrito de lavandería en 2001 de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco. La primera de sus famosas fugas.
Aunque él es 32 años mayor que ella, desde el primer día comenzó “una bonita amistad” entre la pareja, le dijo Coronel al New York Times en una entrevista. Después, “con el paso de los meses, nos hicimos novios”, recordó. “Cuando cumplí los 18 años nos casamos en una ceremonia muy sencilla con familia y solo amigos cercanos”. Era el verano de 2007.
A los 20 años de edad, Emma Coronel se convirtió en madre de unas gemelas María Joaquina y Emalí Guadalupe, quien de acuerdo con la modelo, “son la adoración de su padre”. Sin embargo, Guzmán deberá pasar el resto de su vida en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence.
Mucho ha pasado desde aquellos inicios de su relación. Guzmán Loera volvió a escapar de las autoridades para ser capturado nuevamente y extraditado finalmente, el destino que menos prefería el capo. Coronel, por su parte, luce muy diferente, incluso, físicamente.
Y es que el verdadero poder mediático que ella atrae puede ser una estrategia también para generar simpatía y atención. Sin embargo, Coronel nunca ha sido inculpada de ningún delito, ni por las autoridades mexicanas ni por las estadounidenses.
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