En estos días, muchas miradas curiosas se dirigen hacia el cielo. Y es que contemplar en el firmamento al cometa Neowise es una oportunidad única que no volverá a repetirse hasta el año 8,766, según los expertos.
Por su posición geográfica, México es uno de los países afortunados que todavía podrá disfrutar de la visita del cuerpo celeste, denominado C/2020 F3 Neowise y procedente de las capas más externas de nuestro sistema solar.
Según la Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC), las mejores fechas para contemplarlo desde nuestro país se darán entre el miércoles 15 y el jueves 23 de julio antes del atardecer, justo con la caída del sol. Sin embargo, el asombroso cometa y su espléndida cola de escombros, ya han cautivado a los residentes de distintos puntos de la República.
Este 14 de julio, Neowise decoró el cielo anaranjado de la puesta de sol de Isla Mujeres. Una postal que inmortalizó el fotógrafo Robert Fedez, y se viralizó en redes sociales por la belleza del paisaje.
Antes de aparecer en el cielo de la isla de Quintana Roo, el visitante celeste ya se había dejado ver en San Carlos y Hermosillo, en el estado de Sonora. También deslumbró la oscuridad de la noche de Zacatecas, Nuevo León y Chihuahua, y embelesó a los residentes de Cancún.
Para aquellos que todavía no hayan contemplado al cometa, aún hay posibilidades de avistarlo. Pero los astrónomos recomiendan hacerlo cuanto antes, ya que no es posible predecir hasta cuándo mantendrá su brillo y seguirá siendo visible desde la Tierra.
Cómo verlo desde México
Aunque en las semanas anteriores Neowise podía avistarse únicamente minutos antes del amanecer, en una franja muy breve de tiempo, a partir de este 15 de junio hará su aparición en el cielo durante el atardecer.
Para localizarlo en el firmamento, los mexicanos deberán mirar hacia el horizonte noroeste entre las 19:30 y 19:50 horas, justo con la caída del sol. Desde la Sociedad de Astronomía del Caribe, recomiendan utilizar binoculares y evitar obstrucciones como árboles, edificios e infraestructuras.
En caso de no contar con equipo profesional de observación, una opción para captar al cometa es utilizar una buena cámara, apuntar en la dirección señalada, y tomar fotografías de larga exposición (de 2, 5 u 8 segundos).
Aquellos que aún siguiendo todas las recomendaciones, no logren ver al cometa en los próximos días, no deben desistir. Aunque en los primeros días Neowise aparecerá bajo en el horizonte, cada noche irá ganando altura sobre un cielo más oscuro, por lo que será más sencillo observarlo.
Además, el jueves 23 se presentará una gran oportunidad para detectarlo en el firmamento, ya que ese día alcanzará el punto de su órbita más cercano a la Tierra, pasando a una distancia inofensiva de 103 millones de kilómetros y favoreciendo su avistamiento.
Un cometa de 4,600 millones de años
Desde que el telescopio espacial infrarrojo Neowise descubrió al cometa el pasado 27 de marzo de 2020, los expertos de la NASA supieron que el cuerpo celeste daría un “buen espectáculo”.
Unos tres meses después del hallazgo, el 3 de julio, el visitante cruzó la órbita de Mercurio y alcanzó el perihelio, es decir, el punto de su órbita más cercano al sol.
Su proximidad a nuestra estrella, hizo que se quemaran el polvo y el gas de la superficie de Neowise, creando una enorme cola de escombros, que hace que este sea aún más visible desde la Tierra.
Según los científicos, se trata del cometa más brillante de los últimos siete descubiertos, y se formó hace unos 4,600 años en las partes más lejanas de nuestro sistema solar.
“A partir de su imagen infrarroja, podemos decir que tiene unos 5 kilómetros [3 millas] de ancho, y combinando los datos infrarrojos con imágenes de luz visible podemos decir que el núcleo del cometa está cubierto de partículas oscuras de hollín que quedan de su formación cerca del nacimiento de nuestro sistema solar hace 4,600 millones de años”, explicó Joseph Masiero, investigador principal adjunto en el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA en el sur de California.
Se calcula que no volverá a visitarnos hasta dentro de 6,800 años, por lo que los astrónomos instan a la población a no perderse el espectáculo.
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